Cinco cohetes para medir el viento en el borde del espacio
La misión Atrex, de la NASA, creará pequeñas nubes artificiales sobre el Atlántico
La NASA tiene previsto lanzar cinco pequeños cohetes seguidos hoy, en un plazo de cinco minutos, para investigar los vientos en lo que se considera la frontera del espacio. Partirán desde el Centro Wallops, en la costa estadounidense de Virginia y, a cien kilómetros de altura, liberarán un compuesto que formará unas nubes blancas. Los científicos registrarán la evolución de esas nubes artificiales con tres cámaras especiales situadas estratégicamente en Tierra. Allí arriba los vientos alcanzan velocidades de entre 300 y 480 kilómetros por hora que pueden tener mucho que ver con el transporte de fenómenos atmosféricos a grandes distancias.
A cien kilómetros de altura comienza el espacio. Es la frontera definida por la Federación Aeronáutica Internacional, hasta el punto de que se considera que un astronauta lo es realmente sólo cuando la supera. Está muy por encima de la zona de vuelo de aviones comerciales (unos 10.000 metros) y muy por debajo de los satélites y otros artefactos en órbita, incluida la Estación Espacial Internacional, que gira alrededor de la Tierra a unos 350 kilómetros de altura. Cien kilómetros es la altura a la que está previsto que lleguen los próximos vuelos suborbitales de turistas espaciales.
Los cinco cohetes del experimento, denominado Atrex, se lanzan desde el Centro Wallops para volar entre ocho y diez minutos sobre el océano Atlántico. Las nubes blancas —de óxido de aluminio, dióxido de carbono y vapor de agua que se forman a partir del trimetil-aluminio liberado— duran unos 20 minutos. Esos compuestos no suponen peligro alguno para la población, asegura la NASA. Dos de los cinco cohetes —son de tipo estándar, de entre 10 y 12 metros de alto, utilizados para experimentos atmosféricos— llevan también sensores para medir la temperatura y la presión.
Los cohetes se lanzan desde el Centro Wallops y vuelan entre ocho y diez minutos
Los vientos a gran altura están estrechamente relacionados con las corrientes eléctricas que rodean el planeta, explican los expertos de Atrex, y seguir la evolución de las nubes artificiales servirá para hacer buenos modelos en ordenador de esa región electromagnética, que puede afectar a las comunicaciones y a los satélites. Además, se podrán conocer mejor las perturbaciones atmosféricas que se desplazan de una parte a otra del globo, a veces en solo uno o dos días, por ejemplo desde latitudes medias hasta las regiones polares. Los científicos quieren conocer qué tipo de turbulencias se generan en esa frontera, explica la NASA.
“Se han lanzado cohetes sonda de este tipo antes, pero la clave en este caso es que vamos a poder extender el rango de las mediciones a muchos centenares de kilómetros”, señala Miguel Larsen, investigador de la Universidad de Clemson e investigador principal de Atrex.
La operación de lanzamiento de los cinco cohetes seguidos y la formación de nubes exige un cielo perfectamente despejado para poder verlas simultáneamente con las cámaras. Además, hay que hacerlo de noche, evitando la luz de la Luna. Debido a las condiciones meteorológicas inapropiadas, el Atrex se ha aplazado varias veces en los últimos días. En cualquier caso, los responsables del Centro Wallops advierten con tiempo a las autoridades aéreas, marítimas y militares en la zona. La trazas de los cohetes y las nubes que formarán se podrán ver desde tierra, en una zona extensa de la costa estadounidense, y space.com advierte que no hace falta llamar a la policía, no serán ovnis.
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