_
_
_
_

'My Tailor' es rico

La educación bilingüe prolifera. La formación del profesorado es vital para que resulte efectiva

Pablo Linde
ERIC PELÁEZ

Explicaciones a por qué la mayoría de españoles no se manejan en otros idiomas hay varias. Pero la principal hay que encontrarla en la escuela. Todos los especialistas coinciden en que las tres horas de exposición a la lengua extranjera que ha sido tradicional es insuficiente, por muy pequeños que los niños empiecen. Y este sistema es la norma. Pero está cambiando. Los colegios bilingües van proliferando. En la Comunidad de Madrid ya suman más de un tercio de los públicos y pueden ser una alternativa para los padres preocupados porque sus hijos dominen otro idioma y no se puedan permitir pagar centros de inmersión o academias privadas.

La primera pregunta que se pueden hacer los tutores es: ¿qué centro elijo? "Si pretende que su hijo sea casi nativo en inglés, la solución sería uno donde este sea el único idioma, pero no está al alcance de todo el mundo. Si lo que quiere es que tenga una muy buena formación en otra lengua, no hace falta tanto", responde Carmen Muñoz, doctora de la Universidad de Barcelona y experta en el aprendizaje de un segundo idioma. En su opinión, un centro bilingüe es un buen primer paso. Aunque reconoce que, una vez tomada esta decisión, es muy difícil para los padres evaluar el nivel real del centro más allá de lo que puedan averiguar por otras familias, un método poco científico.

Estudiar otra lengua no aumenta el fracaso

Pero los tutores no se deben quedar ahí. Lo que se haga fuera de clase también es importante. "Una buena fórmula es el visionado de películas en versión original", explica Muñoz. Ha hecho estudios comparativos del manejo del inglés en varios países y allá donde los niños tienen más horas de exposición extraescolar al inglés, donde ven televisión sin doblar, por ejemplo, el nivel es significativamente mejor. "Los padres preocupados, lo primero que pueden hacer es obligarse a ver en familia la tele en inglés cada día", añade.

La preocupación de otros tutores está en el otro extremo. Temen que más horas en otro idioma sean contraproducentes para su educación. ¿Perderá mi hijo competencia en castellano? ¿Y en la materia que se imparte en inglés (conocimiento del medio en primaria)? ¿Supondrá demasiado esfuerzo?… son preguntas frecuentes en foros educativos. A la primera cuestión, la respuesta es unánime: no. Los niños viven rodeados de castellano, y si hay conceptos que en primer lugar aprenden en otra lengua, pronto los conocerán también en la suya. Esto podría ser más problemático en un centro de inmersión, pero ni siquiera debería ser preocupante, según Muñoz: "Hay un porcentaje mínimo que pueda tener dificultades, está demostrado empíricamente". La segunda pregunta la contesta la directora general de calidad de la enseñanza de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert López-Ibor: "No se pierde contenido en conocimiento del medio ni en otras materias. Todos se examinan y tienen que cumplir el mismo currículo. Los profesores que imparten la asignatura tienen que estar habilitados y demostrar un buen nivel en el segundo idioma, eso es una garantía. Si el docente no se sintiera a gusto, podría rebajar la calidad, pero en Madrid no sucede esto". La última cuestión es si supone más esfuerzo para los niños. Parece obvio que sí, es una dificultad añadida aprender en otro idioma. Pero la experiencia dice que quienes tienen dificultades son los chavales que también las tenían en otras asignaturas, según María Isabel Jiménez, directora del colegio Joaquín Costa. El inglés (u otro segundo idioma) no supone un extra de fracaso escolar.

Los niños deben también leer o ver cine en inglés o francés

Aunque este centro está en su primer año como bilingüe, Jiménez ha comprobado los resultados de otros muchos en la Comunidad. El que dirige se sumó al programa por el interés de los padres. "El Ampa lo había manifestado en numerosas ocasiones y nosotros también éramos conscientes de que tres sesiones de inglés a la semana son insuficientes para adquirir una buena competencia", relata. El primer paso es que el claustro apoye mayoritariamente esta iniciativa. Es una de las cosas que más valora la Comunidad a la hora de implantar el programa en un centro, porque, de lo contrario, está abocado al fracaso. Muchos centros, además, preparan un plan que no solo incluye la asignatura afectada, sino en el que las demás también se implican de alguna manera para ayudar a los escolares a adaptarse.

Los resultados que esgrime la Comunidad de Madrid son de éxito. La evaluación del aprendizaje lingüístico está a cargo de la Universidad de Cambridge y del Trinity College. En las últimas pruebas de evaluación, realizadas a 34.582 alumnos, los resultados de superación alcanzaron el 86%.

¿Y qué hacer si no hay centros bilingües disponibles? No todo está perdido. Todos los colegios incorporan ya auxiliares de conversación, algo fundamental en opinión de Jennifer Murray, presidenta de la Asociación de Profesores de Inglés para Hablantes de otras Lenguas en España (TESOL, en sus siglas en inglés), ya que facilita la segmentación de los grupos y posibilita la conversación.

"Los padres pueden tener en cuenta también a los centros que intentan poner más horas (tiene capacidad de subir de tres a cinco), que organizan viajes de intercambio al extranjero, semanas culturales fuera. Lo que siempre recomiendo es constancia. Un idioma es una disciplina muy desagradecida y necesitas dedicarte a ella a diario. Es como la dieta milagro: como lo dejes, lo pierdes. Y eso es papel también de los padres de los alumnos", subraya Murray.

Desde una asignatura hasta el 50% del currículo en inglés

Pablo Linde

El próximo curso habrá 377 centros públicos en la Comunidad de Madrid que oferten un programa bilingüe, 37 más que durante el presente. Esto supone más de un tercio del total. La oferta en el ámbito concertado es más reducida: no llegan a un centenar, lo que suma alrededor del 25%.

El programa consiste en enseñar la asignatura de conocimiento del medio, en la que los niños se aproximan a la realidad que les rodea, en un segundo idioma, sobre todo el inglés. Además, cualquier otra área, excepto matemáticas y lengua castellana, puede ser impartida en otra lengua hasta llegar al 50% de la carga lectiva total.

El mapa de la enseñanza pública para el curso 2012-2013 presenta 297 colegios bilingües y 80 institutos. De todos los que se incorporan, 14 están en la capital, 6 en el sur de la Comunidad, otros tantos en la zona este y oeste, respectivamente, y 5 en el norte.

Será el noveno año del desarrollo del proyecto bilingüe. En principio, el programa irá dirigido a los alumnos del primer curso de educación primaria de los nuevos colegios seleccionados y se extenderá progresivamente al resto de los cursos de esta etapa. Además, según señala la Consejería de Educación, para el desarrollo del programa, los nuevos colegios públicos y los institutos contarán con una serie de medidas de apoyo, "como asignación de auxiliares de conversación y dotación de equipamiento con tecnologías de la información y comunicación".

El próximo curso incorpora además otra novedad: la evaluación en los centros concertados. Hasta ahora, solo eran los alumnos de los públicos quienes pasaban una prueba de una institución internacional para avalar el nivel del segundo idioma.

El objetivo de la Comunidad de Madrid es ir extendiendo progresivamente la red de centros bilingües, aunque el ritmo viene marcado por los propios colegios, que son los que tienen que dar el paso de sumarse al programa. "Hoy día lo demandan muchos más centros de los que se conceden", explica Rocío Albert López-Ibor, directora general de calidad de la enseñanza de la Comunidad de Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_