Unos científicos afirman haber encontrado microfósiles de hace 3.400 millones de años
Podrían ser los restos de microbios más antiguos identificados hasta ahora
Un equipo de científicos de Australia y del Reino Unido afirma haber descubierto unos microfósiles de hace 3.400 millones de años, restos de unos organismos unicelulares que utilizarían compuesto de azufre para obtener energía. Se trata de unas estructuras halladas en rocas de Australia occidental que, según David Wacey y sus colegas, son los microfósiles más antiguos que se conocen. Sin embargo, la revista Nature Geoscience, en la que se da a conocer el trabajo, no hace mención alguna en la presentación del mismo a esa condición de "más antiguos". Los debates científicos en la búsqueda de los restos de microbios remotos, siempre rondando una antigüedad superior a los 3.000 millones de años (la edad de la Tierra es de unos 4.500 millones), tiene ya varios años y ahora se impone la prudencia entre los investigadores, ya que ha habido hallazgos previos de estructuras que pudieran ser restos celulares del pasado que han sido luego desmentidos o al menos seriamente cuestionados en sucesivos análisis.
Wacey (Universidad de Australia Occidental) y sus colegas han analizado las microestructuras que han descubierto en las rocas -en la formación Strelley Pool- y explican que están asociadas a minúsculos cristales de pirita (mineral compuesto de hierro y azufre) y que la composición de azufre sugiere que la pirita se formó como producto derivado del metabolismo celular. "Finalmente tenemos pruebas sólidas de vida hace 3,4 millones de años que confirman que había bacterias entonces viviendo sin oxígeno", afirma uno de los investigadores, Martin Brasier, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) en un comunicado de dicha institución, del que, sin embargo, se desvinculan expresamente los responsables de Nature Geoscience.
Los microfósiles están bien conservados entre los granos de arena de una de las más antiguas rocas sedimentarias que se han encontrado en la Tierra, explican los científicos. La formación de dichas rocas entre dos episodios volcánicos ha ayudado a datar con exactitud su antigüedad. Las estructuras celulares tienen tamaño similar y parecen estar formando grupos.
El récord de antigüedad de microfósiles estuvo durante un tiempo en unas estructuras algo más antiguas que estas, de hace 3.465 millones de años, descubiertas, también en Australia Occidental, por el estadounidense J.William Schopf (Universidad de California en Los Ángeles) en 1993, recuerda The New York Times. Pero en 2002, el hallazgo fue cuestionado cuando Brasier afirmó que esas estructuras no eran de origen biológico sino productos minerales. Brasier es uno de los líderes del equipo que reivindica ahora los fósiles más antiguos de microbios, mientras que Schopf sigue defendiendo su descubrimiento y está trabajando para demostrar su validez.
Brasier, Wacey y sus colegas afirman que sus análisis y resultados son más concluyentes que los de estudios precedentes. Sin duda el escrutinio de los especialistas y de sus competidores será intenso.
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