Hallados cinco cuerpos en el domicilio de una familia desaparecida de Nantes
Los cadáveres pertenecen a la madre y los cuatro hijos del matrimonio, que estaban en paradero desconocido desde el 4 de abril.- El padre ha sido localizado en el sureste de Francia gracias al rastro de su tarjeta de crédito
La investigación de la policía de Nantes sobre la misteriosa desaparición de una familia de seis miembros ha dado este jueves un giro dramático, al encontrarse cinco cadáveres enterrados en el jardín de la casa con aparentes heridas por arma de fuego. Los cuerpos pertenecen a la madre, de 49 años, y los cuatro hijos del matrimonio, de entre 13 y 20 años de edad. El padre, identificado como Xavier Dupont de Ligonnes, un empresario de 50 años de edad, ha sido localizado este mismo jueves en las inmediaciones de Fréjus, en el sureste del país, gracias al rastro dejado por una tarjeta bancaria, informan los medios franceses.
El caso, que se centraba en la búsqueda de la familia en paradero desconocido desde el 4 de abril, ha virado hacia una investigación "por secuestro y asesinato", según el procurador de la ciudad, Xavier Ronsin. El padre ya había llamado la atención de las autoridades después de que trascendiesen mensajes "delirantes y contradictorios" transmitidos a su entorno. Llegó a decir en el instituto de sus hijos que se mudaban a Australia, a identificarse como un agente secreto estadounidense que debía regresar a Estados Unidos dentro de un programa de protección de testigos y a informar al jefe de su esposa de que había sido hospitalizada.
Compuesta por los padres, de 50 y 49 años, y cuatro hijos de 13, 16, 18 y 21 años, quienes conocían a la familia aseguran que era gente normal que "nunca había dado de qué hablar", y ninguno de sus miembros tenía antecedentes judiciales. A principios de abril comenzó, sin embargo, el misterio. Por ejemplo, para explicar la ausencia de los hijos del colegio, habían contado que iban a emigrar a Australia. También dijeron a algunas personas cercanas que el padre "era agente secreto y que debían irse en el marco de un programa de protección de testigos".
La profesión del padre era en realidad de comercial de espacios publicitarios. La madre, además de catequista, era vigilante de un establecimiento escolar, según fuentes próximas de la investigación citadas por Le Monde.
La policía no ha encontrado por el momento ningún resto de violencia o lucha en la vivienda, donde todos los armarios estaban vacíos. Situada en una calle muy transitada, la casa consta de una planta. En el buzón de correos, un cartón blanco pegado con cinta adhesiva anuncia "Correo a devolver al remitente. Gracias".
Otro mensaje que añade más enigma a la historia es el que se ha encontrado en el coche de la madre, un Volskwagen Golf negro aparcado cerca de la casa. En el polen acumulado en la carrocería se podía leer escrito a mano: "No tenías derecho. Te echamos de menos. PK".
El director del colegio donde estudiaban los dos hijos pequeños ha relatado que hace diez días recibió una carta en la que se explicaba que, debido a un "cambio profesional urgente", toda la familia se mudaba a Australia con su padre. El escrito, que llegó cuatro o cinco días después de que los chicos hubiesen dejado de asistir a clase, estaba "acompañado de un cheque para saldar todas las cuentas hasta el fin del año escolar". El director, en aquel momento, tampoco vio nada extraño en aquello.
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