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Savater imparte una lección de filosofía en un colegio argentino

El escritor fue invitado por antiguos alumnos de la promoción de 1968

Ciento cincuenta niños de la Escuela Pública número Once, en la barriada popular de Villa Ballester, en el conurbano de Buenos Aires, asistieron hoy, junto a sus maestros y algunos padres, a una charla del filósofo y escritor español Fernando Savater, invitado para la ocasión.

Los niños, con sus delantales blancos (babis), sentados bajo seis hermosos plátanos, en el patio de recreo de la escuela, escucharon lo más atentos que pudieron las explicaciones del escritor: "Si preguntáis qué hora es, lo que os importa es lo que vais a hacer luego. Pero si no preguntáis por la hora sino qué es el tiempo, eso ya no tiene nada que ver con cosas útiles, instrumentales, sino que es una reflexión sobre lo que somos. Eso es filosofía. Las lechuzas vuelan cuando se va la luz, la filosofía reflexiona cuando las cosas ya han pasado".

"La escuela es uno de los lugares más civilizados del mundo", dijo Savater
"¿Eres un buen maestro?, ¿qué lees?", preguntaron los niños
La iniciativa pretende volver a prestigiar la escuela pública en el país

"Lo normal", les advirtió el filósofo, "es no saber y ayudarnos entre nosotros a saber. Recordar siempre que hay muchos lugares en el mundo en el que los adultos solo se acercan a los niños con malas intenciones, para hacerles trabajar, para maltratarlos o explotarlos. Vosotros tenéis la suerte de estar con adultos que os van a enseñar y debéis educaros, por vosotros mismos y por los niños que no van ser educados".

"El mundo esta lleno de genios", ironizó Savater ante su público infantil. "Lo que faltan son maestros. Eso es lo esencial, maestros que dediquen su tiempo a que vosotros os forméis y podáis ser libres".

Las risas llegaron cuando empezaron a leerse las preguntas de los niños: ¿cuántos hijos tienes?, ¿por qué empezaste a escribir?, ¿cuándo es tu cumpleaños?, ¿trabajas solo o tienes un equipo?, ¿eres un buen maestro?, ¿qué lees?

En medio ya de un franco ataque general de risa, compartido alegremente por Savater, un pequeño grupo de alumnos, envueltos en sábanas y con coronas de papel-vid, interpretó un corto texto sobre "Sócrates, culpable".

La escuela entera, en un barrio a una hora de Buenos Aires capital federal, estaba llena de carteles, dibujos, "mosaicos griegos", liras de cartón y rudimentarias flautas de madera, elaboradas por los propios niños durante varias semanas. "Cada grado [curso] eligió a un filósofo [todos griegos] y se ha dedicado a preparar carteles con los hechos más relevantes de su vida y con algunos de sus pensamientos", explica la directora, Diana Maronese. Los maestros han intervenido también leyéndoles a los alumnos partes de la Historia de la Filosofía: temores y temblores, de Fernando Savater.

La iniciativa de invitar al escritor español y hacerle hablar ante los niños de la escuela (que no incluye secundaria, sino solo la etapa elemental, hasta los 12 años) partió de la Asociación de Ex Alumnos Construyendo Sueños, un grupo de hombres y mujeres que acudió a esa misma escuela en los años sesenta y que ahora trabaja voluntariamente para apoyar a su antiguo centro, como parte de su compromiso por volver a prestigiar la escuela pública argentina.

La historia de la promoción de 1968 de la Escuela Once está contada en el libro "1968, quisimos ser", de Eliseo Álvarez, que nació y se crió en Villa Ballester y que es actualmente director de Tranquilo Producciones, una empresa que ha realizado algunos trabajos de divulgación filosófica con Fernando Savater y que está ahora embarcada en la investigación del periodo que abarca entre la derrota militar en la guerra de las Malvinas hasta la victoria electoral de Raúl Alfonsín y el regreso de Argentina a la democracia.

El libro parte de la elaboración de un vídeo documental sobre la Escuela Once y se trasforma en un friso sobre los últimos 40 años de Argentina, a través de la vida de los alumnos y alumnas de aquella clase. "Treinta y dos individuos que nos hemos trazado el objetivo de colaborar en el renacimiento de nuestra escuela pública, cada uno desde su puesto y con el tiempo de que dispone, en una apuesta por recuperar una parte de lo mejor del país que perdimos", explica Álvarez.

"La escuela es uno de los lugares más civilizados del mundo", explicó pacientemente Savater a los nuevos alumnos de la Once. "En un mundo de abusos y rapiñas, la escuela es un lugar donde se posibilita la humanidad", aseguró. "La filosofía es seguir preguntándote de adulto las mismas cosas que los niños, y los filósofos son las personas que se atreven a plantearse de mayores esas mismas preguntas".

¿A qué edad hay que empezar a leer cosas de filosofía?, se interrogó un niño. "No hay edad para empezar, pero sí hay edad para leer a determinados autores. Yo todavía no tengo edad para leer a algunos", bromeó Fernando Savater.

"Los profesores siempre tenemos la misma duda", declaró el escritor, terminada la reunión. "Los niños pequeños se pasan la vida preguntando: '¡Señorita, señorita...!', es el griterío que se escucha en cualquier aula de niños pequeños. Los estudiantes de universidad no preguntan nada. Se les debe ir la clase pensando qué podrían preguntar para que se note que son brillantes. ¿Qué pasa en el tiempo que transcurre entre que los niños salen de la escuela primaria y llegan a la universidad?".

Fernando Savater, con los alumnos de la Escuela Once en el barrio de Villa Ballester.
Fernando Savater, con los alumnos de la Escuela Once en el barrio de Villa Ballester.RAÚL CORIA

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