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Reportaje:

La ciencia era la excusa

Bilbao acogió ayer la final del torneo infantil de robótica First Lego League - 2.000 personas abarrotaron el Bizkaia Aretoa de la UPV

Cuatro chicas de 4º de la ESO del Instituto Domenech y Montaner de Reus explicaban su proyecto para detectar anomalías cardiológicas. Segundos después, subían al Bizkaia Aretoa del flamante Paraninfo de la UPV, en Bilbao, e interpretaban sonrientes una canción en catalán y otra en castellano. Sus padres, en pie, aplaudían.

Más de 2.000 personas asistieron ayer a la gran final española de la First Lego League, una competición de robótica dirigida a niños de entre 9 y 16 años que se celebra simultáneamente en todo el mundo. Tras las eliminatorias previas a lo largo de este año, Bilbao acogió a 32 equipos que pusieron a prueba sus trabajos con ingenio y, a su vez, con nervios.

El torneo, que se celebra desde 1998, entrega un premio al campeón absoluto y otros galardones al mejor entrenador, al mayor espíritu o a las promesas, entre otros. El ganador del premio principal dispone de una plaza para participar en un torneo internacional, que este año se disputa en Eindhoven (Holanda). Los vencedores del resto de galardones pueden, asimismo, presentar su candidatura para este torneo y, posteriormente, se escoge en función de las plazas asignadas a España.

"La implicación de los jóvenes ha sido un éxito", afirma el director de Innobasque
Un colegio de Barcelona recibió el premio al campeón absoluto

El entrenador del colegio La Salle Berrozpe de Andoain, Iñigo Amenabar, participó el año pasado en el torneo internacional de Estambul, donde quedó asombrado con el proyecto que realizó un colegio de Shanghai. La Salle presentó ayer un sensor para zapatillas con el fin de ayudar a los ciegos. "Los alumnos decidieron no tener fiesta en Carnaval para seguir trabajando", aseguró el entrenador.

El premio absoluto constaba de cuatro apartados. Por un lado, los alumnos debían crear un robot con piezas de Lego y programarlo para realizar distintas pruebas. Igualmente, cada colegio tenía que elaborar un proyecto de investigación —en el que se incluyeran piezas de Lego— para aportar soluciones aplicables a un problema cotidiano.

De la misma manera, en el galardón absoluto también se consideraba el diseño del robot y el grado de implicación demostrado por todo el grupo. "Ojalá podamos ganar alguno de los premios", afirmaba Amenabar.

Finalmente no pudo ser así. Y es que el ganador fue el colegio The Santperencs de Barcelona. Sin embargo, tres de los cinco representantes vascos obtuvieron galardones. Axular Lizeoa, de San Sebastián, ganó el premio al mejor proyecto científico; la ikastola Lauro, de Loiu, recibió el galardón al mejor trabajo en equipo, y Edorta Arana obtuvo el reconocimiento al mejor entrenador por su labor en el grupo Prototype, formado por un grupo de amigos de Leintz Gatzaga.

"La implicación y el entusiasmo mostrado por los jóvenes ha sido un éxito", indicó en la inauguración del torneo José María Villate, director general de Innobasque, centro impulsor de la iniciativa, que contó con la colaboración del ministerio de Ciencia e Innovación, el Gobierno vasco, la UPV, Euskaltel, GMV, Tecnalia y Gaiker-IK4. En este caso, ganar no era primordial.

Uno de los colegios que participó ayer en la First Lego League, celebrada en Bilbao, disputando la prueba de robótica.
Uno de los colegios que participó ayer en la First Lego League, celebrada en Bilbao, disputando la prueba de robótica.LUIS ALBERTO GARCÍA

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