El Everest, en solitario
El vitoriano Alberto Zerain afronta el último tramo de su ascensión a la cima más alta del mundo por su cara norte
Fuera de los focos y de la obsesión por las marcas, el montañismo existe. Y todavía se puede subir al Everest (8.848 metros) disfrutando de la soledad del himalayista que busca descubrir la cumbre sin más ayuda que un yak y un buen compañero, ambos casi sinónimos. El montañero Alberto Zerain (Vitoria, 1961) forma parte de esos escaladores que eluden las cámaras y buscan el placer que supone ascender una cima mítica a pelo, por una de sus vías más difíciles, el corredor Horbein, sin la ayuda de oxígeno ni de, por supuesto, sherpas, helicópteros y demás parafernalia. Alpinismo puro y duro.
El pasado viernes al mediodía (noche en el Himalaya), Alberto Zerain apuntaba a este diario algunas de sus sensaciones después de haberse enfrentado a la cara norte de la cima más alta del mundo, en el paso previo a su ascensión. "Me encuentro muy animado; es un reto y, como todos los retos, las incógnitas están ahí", comentaba después de una jornada de nueve horas en la que habían establecido el campo desde el que afrontará la cima con su compañero Juan Carlos Arrieta.
El escalador apuesta por un montañismo sin ayuda externa ni oxígeno
"Me encuentro muy animado; es un reto y, como todos, ahí están las incógnitas"
Zerain, en principio, iba a afrontar la ascensión en solitario. Este reconocido alpinista —primer alavés que hizo cumbre en el Everest— mantiene el espíritu original de la ascensión a las cumbres, eludiendo cualquier ayuda externa. Durante semanas se ha ido aclimantando a la altitud del Himalaya y, en colaboración con Txingu Arrieta y otros dos amigos, han ido subiendo el material e instalando los distintos campos.
Al final, a unos 6.000 metros de altitud, se han quedado solos Zerain y Arrieta y este último se encuentra animado para completar la ascensión. "En estos momentos en que cuatro ojos en lugar de dos han estado observando la ruta del Corredor Hornbein, yo no puedo ni negarme a que entre conmigo a la ruta ni tampoco pedirle o rogarle que venga conmigo. La ruta es muy larga y de momento por el Corredor de los japoneses voy a ir acompañado. A partir de ahí, todo se verá", comenta el alavés en su blog (blog.albertozerain.com).
"Yo suelo ir bastante solo a las montañas. Arrieta, buen amigo, me comentó que me ayudaba a llegar hasta el momento de la última ascensión, pero también entiendo que una vez que alguien ha llegado hasta este lugar es muy difícil retirarse", explicaba el viernes. Zerain y Arrieta viven en soledad el Everest.
Frente a la consideración del ascenso a la montaña tibetana como un paseo por la céntrica calle Dato de Vitoria, como se comenta entre los montañeros vascos, el itinerario elegido por Zerain supone la soledad absoluta, hasta el punto de que la compañía es noticia. "Vienen tres italianos a escalar también el Everest por la ruta Hornbein. Pues bien, aquí nos reuniremos todos", apunta en su blog.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.