Bajan las capturas de atún rojo en el Mediterráneo occidental

Más de 840.000 ejemplares de atún rojo inferiores a 30 kilos han dejado de capturarse anualmente en el Mediterráneo occidental, desde que se implementó en 2007 la medida de conservación que prohíbe su pesca, según se desprende de un informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), desarrollado por el profesor José Lacort y David Martínez.

Este texto, hecho público hoy en un desayuno de prensa organizado por la empresa pesquera 'Grup Balfegó', con base en L'Ametlla de Mar (Tarragona), recoge también que la aparición de peces de cohortes potenciamente protegidas, por efecto de tal medida, podría estar dando señales de recuperación en pesquerías como las almadrabas atlánticas del Estrecho de Gibraltar o la de cebo vivo del Golfo de Vizcaya, al incorporarse a las cohortes reproductoras.

Igualmente, indica que durante las tres últimas temporadas de pesca se han dejado de capturar, como mínimo, 2,5 millones de ejemplares juveniles en el Mediterráneo central y occidental, una cifra basada en las capturas de los 83 barcos de Italia, Francia y España registrados en la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).

Ante la situación de sobreexplotación del atún rojo, esta institución internacional implementó en 2007 un plan de recuperación que incorporaba medidas de aplicación en el Mediterráneo, como aumentar la talla mínima de las capturas a 30 kilos o reducir las cuotas por países.

El director general del Grup Balfegó, Juan Serrano, destacó en este sentido que el problema de la sobrepesca no sólo es del "extractor", del propio pescador, sino también del comercializador y del consumidor. Así, apuntó en torno a esta polémica que la presión que realizan los grupos ecologistas no está justificada más que "por fines económicos", tras la aparición de estos datos de recuperación.

"España gestiona bien sus caladeros mientras otros países no lo hacen. Además, va más allá de las normas del ICCAT y hay atún por los siglos de los siglos. Lo que es necesario es proponer modelos de gestión sostenibles, hay ceguera política", explicó Serrano, al tiempo que denunció que la pesca es la única actividad económica en la que se cometen infracciones y no se penaliza por ello.

Finalmente, comentó que la Unión Europea "está dispersa" en materia de pesca porque se adoptan medidas iguales para distintas necesidades. "Pedimos a España que gestione sus propios caladeros y no la UE porque las necesidades que tiene por ejemplo España y las que tiene Grecia son diferentes", concluyó.