Condenado a cuatro años de prisión el gerente de un bar barcelonés por exceso de ruido
El local emitía un nivel de decibelios de 88, cuando el máximo permitido es 30.- La sentencia no es firme
La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de prisión al gerente del bar barcelonés Macumba por haber excedido los límites máximos de ruido con su equipo de música e ignorar las órdenes del Ayuntamiento de la capital catalana de suspender las actividades. La sentencia condena al procesado, Apolinar Benítez, por un delito contra el medio ambiente, pero le absuelve de cualquier responsabilidad en las presuntas lesiones causadas a los tres vecinos que lo denunciaron.
El tribunal señala en la sentencia que el nivel de ruido detectado podía, según los peritos, producir transtornos del sueño importantes, pero alega que no se ha podido probar que los denunciantes hayan sufrido dichas lesiones, porque no se les ha practicado la exploración pertinente. Apolinar Benítez, dominicano de nacimiento y de nacionalidad española, fue el gerente del bar Macumba, situado en el número 381 de la calle Aragó de Barcelona, entre mayo de 2004 y octubre de 2006.
El local alcanzaba los 88 decibelios, cuando el máximo permitido son 30
Durante este periodo, e incluso con anterioridad a esas fechas, el local emitía un nivel de decibelios superior al máximo permitido, alcanzando los 88 decibelios -cuando el límite es de 30-, por lo que el Ayuntamiento decretó en abril de 2005 el cese de la actividad del bar latino hasta que se insonorizara adecuadamente. La sentencia reconoce que el acusado hizo obras en el local, e instaló un limitador de sonido, pero, pese a estas actuaciones, continuó rebasando los límites de ruido establecidos por las ordenanzas municipales.
A principios de octubre de 2005, el acusado reabrió el local -cuando todavía estaba vigente el acuerdo de suspensión- y siguió con sus actividades habituales, incumpliendo así la ordenanza municipal sobre ruido, hasta que fue definitivamente cerrado al cabo de un año. Los magistrados de la Sección Tercera han decretado la clausura del bar musical por cinco años "en tanto no se lleven a cabo las preceptivas actuaciones tendentes a la insonorización del local", y le imponen al acusado una multa de 4.326 euros.
Benítez recurrirá la sentencia
La sentencia aún no es firme y podrá ser recurrida ante el Tribunal Supremo por el abogado del procesado. De hecho, el dueño del bar ha anunciado que la recurrirá, porque defiende que no ha violado las normativas municipales.
Durante el juicio, el fiscal llegó a pedir la imposición de una pena de 9 años de cárcel para Benítez.
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