Kampusch declara por primera vez ante un juez para descartar la implicación de su madre
La joven austriaca, retenida durante ocho años en un sótano, afirma que no sufrió abusos sexuales en la infancia
La joven austriaca Natascha Kampusch, secuestrada durante más de ocho años por un desequilibrado, ha comparecido hoy ante un tribunal civild e Graz, al sureste del país, para descartar toda implicación de su madre en su secuestro, ha señalado su abogado. "Esperamos que esta teoría absurda sea descartada de una vez por todas", ha declarado su abogado, Gerald Ganzger, a la cadena de televisión N-TV.
Se trata de la primera comparecencia ante la Justicia de la joven de 20 años, quien se escapó el 26 de agosto de 2006 del lugar en la periferia vienesa donde la retenía desde hacía ocho años y medio su captor, Wolfgang Priklopil.
Kampusch ha aceptado declarar a favor de su madre, Brigitta Sirny, acusada por Martin Wabl, un juez retirado y autoproclamado detective. Éste sostiene que la madre habría orquestado el rapto de su hija para ocultar los abusos sexuales de los que la niña, de 10 años entonces, habría sido víctima.
La joven, que mantiene relaciones cordiales con su madre, ya había juzgado en diferentes entrevistas como "fantasiosa" la teoría de Wabl y había subrayado no haber sido nunca agredida sexualmente durante la infancia.
Kampusch fue raptada camino de la escuela en Viena, en marzo de 1998, y retenida durante ocho años y medio en una sótano acondicionado por su captor en Strasshof, cerca de Viena. Priklopil se suicidó la noche de la evasión de Natascha. La policía ha descartado cualquier complicidad en este suceso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.