El coche eléctrico de Neil Young
Subido a su antiguo Lincoln del 59 con nuevo motor eléctrico, el músico canadiense recorre EE UU para grabar un documental contra el cambio climático
Cuenta Neil Young en alguna de sus entrevistas que a la edad de 20 años condujo su Pontiac familiar más de 3.000 kilómetros en busca de la gloria musical desde su pueblo de Canadá hasta Los Ángeles. Corría el año 1966 y entonces las preocupaciones del joven Young se centraban en convertirse en la figura del rock que es en la actualidad. También entonces los problemas del medio ambiente no eran tan acuciantes como los de ahora. Más de treinta años después de aquel viaje, el músico canadiense se ha embarcado en otra simbólica travesía al volante de un coche.
A través de lo que ha bautizado como Linc-Volt, Young ha conseguido lo que hasta ahora era impensable: hacer convivir en una misma frase los conceptos de coche antiguo y medio ambiente. Linc-Volt es en realidad un Lincoln Continental de 1959, de la colección personal del músico, pero con un motor eléctrico. Lo de Linc viene por el nombre de este modelo que, aparte de su belleza clásica, se caracteriza por su enorme tamaño, su sangrante consumo y su gran capacidad para degradar el medio ambiente.
Mientras que la parte de Volt llega en referencia al nuevo voltaje que usa el automóvil, un motor biodiesel que sustituye al viejo de gasolina. Tan curiosa combinación sólo tiene un objetivo: concienciar a EE UU y el resto del mundo sobre el cambio climático.
Para ello, Young ha decidido grabar un documental cuyo protagonista será Linc-Volt. El último y más personal proyecto del músico no se podrá ver hasta el año que viene en las pantallas, pero ya está en marcha. Tal y como ha contado él mismo a diversos medios norteamericanos, la primera parte de la película se ha grabado.
Desde su rancho, situado a las afueras de San Francisco, el músico atravesó durante días buena parte de la geografía estadounidense al volante de su Lincoln de 1959. Con las cámaras grabando, condujo dirección a Kansas, hasta un laboratorio donde cambió el motor de gasolina por uno eléctrico. Por el camino, se paró en gasolineras y recogió a varias personas a las que entrevistó y preguntó sobre el cambio climático y la viabilidad de los coches eléctricos. Luego, llega la segunda parte del documental, que será un recorrido de vuelta con Linc-Volt, después de finalizar la gira de presentación de su último disco Chrome Dreams II en la que se encuentra inmerso ahora mismo. Young viajará de nuevo hasta la Costa Oeste y subirá hasta Detroit, cerca de su pueblo natal, con su coche de motor eléctrico para demostrar la necesidad de tomar medidas contra el cambio climático.
"El coche representa el sueño americano, es una parte importantísima de la historia de Estados Unidos. El país no puede vivir sin coches porque las distancias son muy largas y nuestro reto es no contaminar", ha dicho Young a la cadena CNN sobre el documental.
Aparte de ser uno de los músicos de rock mejor considerados de la historia, Neil Young ha sido siempre un ferviente coleccionista de vehículos de época. Una afición que durante años le ha llevado a adquirir modelos clásicos, como un Chrysler de 1951 o un Cadillac de 1956, con los que recorrer las interminables carreteras norteamericanas. En una ocasión aseguró que hizo de su viejo Pontiac su propia casa. Y muchas referencias a los coches habitan en su impresionante cancionero. Además, con este nuevo proyecto, el músico canadiense, hijo adoptivo de California, vuelve a cargar contra la Administración del presidente George W. Bush, que se niega a firmar el protocolo de Kyoto. En discos recientes como Living with war, Young ha criticado sin paliativos al gobierno estadounidense por la guerra de Irak y los problemas sociales.
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