100.000 fieles participan en una vigilia de recuerdo a Wojtyla en el Vaticano
Benedicto XVI ensalza la entrega y el sacrificio de Juan Pablo II en el primer aniversario de su muerte
Decenas de miles de fieles -entre 100.00 y 150.00, según cálculos de la Prefectura de Roma-,muchos de ellos llegados desde Polonia, se encuentran reunidos desde las 20:30 en la Plaza de San Pedro del Vaticano para asistir a la vigilia que recordará a Juan Pablo II un año después de su muerte y en la que se rezará y se oirán algunos de sus escritos más conocidos.
La Plaza de San Pedro se fue llenando poco a poco a lo largo de toda la tarde y a las 20:30 horas aparecía repleta de fieles, que con velas en las manos y las banderas de sus lugares de origen, sobre todo Polonia, se disponían a recordar a Juan Pablo II rezando el rosario como en aquella noche de hace un año. Algunos mostraron algunas de las pancartas que ya se pudieron ver durante el funeral de
Juan Pablo II en las que se lía 'Santo Subito' (Santo enseguida).
Después de la oración del rosario, a las 21:37, la hora en la que murió Juan Pablo II, el Papa Benedicto se asomó a la ventana de su estudio donde leyó un mensaje e impartió la bendición apostólica. En su discurso, Benedicto XVI afirmó que aunque ha pasado un año de su muerte, "la memoria de Juan Pablo II sigue estando viva" y "presente en nuestra mente y en nuestro corazón".
En sus palabras, Benedicto XVI explicó que el testimonio
evangélico de Juan Pablo II se puede definir con dos palabras "fidelidad y dedicación". "Fidelidad total en Dios y dedicación sin reservas a su propia misión de Pastor de la Iglesia universal". El Pontífice quiso sobre todo destacar cómo afrontó Juan Pablo II su enfermedad y para ello recordó que el mismo Karol Wojtyla escribió
en el 1984 en la Carta apostólica "Salvifici doloris" que "el sufrimiento está presente en el mundo para liberar amor. Para hacer nacer obras de amor hacia el prójimo para transformar toda la civilización humana en la civilización del amor".
Después se despidió pidiendo que "Juan Pablo II nos ayude desde el cielo para proseguir nuestro camino, siendo dóciles discípulos de Jesús para ser, como el mismo amaba jóvenes centinelas de la mañana en este inicio de tercer milenio cristiano" y dedicó un saludo especial a los polacos que seguían la ceremonia desde su país.
Sufrimiento y entrega
Esta mañana, durante el rezo del Angelus, Benedicto XVI ha ensalzado el legado y los días finales de sufrimiento del Papa Juan Pablo II. "Juan Pablo II murió como vivió siempre, animado por el indominable coraje de su fe, abandonándose asimismo a Dios y confiándose a la Virgen María", ha proclamado Benedicto XVI en su discurso dominical. El Papa se ha dirigido a decenas de miles de fieles que abarrotaban la Plaza de San Pedro, muchos de ellos de nacionalidad polaca trasladados hasta Roma para participar en los actos de conmemoración de la muerte de Karol Wojtyla.
Benedicto XVI ha recordado cómo Juan Pablo II, pese a su avanzada enfermedad, fue capaz de seguir a través de televisión la procesión del Viernes Santo, que conmemora la crucifixión de Jesucristo. "Nunca olvidaremos su bendición de Semana Santa", ha dicho. "Ha sido la bendición más dolorosa que nos dejó el extremo testimonio de su intención de finalizar su ministerio hasta el final".
Pontificado "largo y fecundo"
En España, el obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha presidido en la catedral Santiago de Bilbao una eucaristía consagrada al recuerdo del papa polaco. Blázquez ha dicho que Juan Pablo II "se sembró como una semilla en los surcos de la Iglesia y la humanidad" de manera abundante y con una pontificado "largo y muy fecundo". Durante el acto religioso, el obispo bilbaíno ha afirmado que Jesucristo en su muerte "se siembra como una semilla" y que "nosotros somos el fruto" de su muerte y resurrección.A su juicio, también Juan Pablo II "se entregó y se sembró como el grano de trigo en las manos del Señor para que lo convirtiera en una cosecha abundante".
El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha oficiado esta tarde en la catedral de La Almudena una misa de recuerdo a la figura del Papa viajero. Rouco Varela ha dicho que todas las oraciones "suplicarán" para que su proceso de canonización llegue pronto a buen término.
La beatificación de Juan Pablo II, más cerca
Las ceremonias de recuerdo están sirviendo para que los fieles reclamen, como en los días posteriores a su muerte, que Juan Pablo II sea proclamado Santo lo antes posible. El proceso de beatificación de Wojtyla fue anunciado oficialmente por la diócesis de Roma el pasado 28 de junio después de que Benedicto XVI diera su autorización para iniciar el proceso sin respetar la normativa que establece 5 años después de la muerte del candidato para comenzar la correspondiente tramitación. Por el momento, el postulador de la causa de canonización de Juan Pablo II, el sacerdote polaco Slawomir Oder, ha señalado que se está estudiando el milagro realizado en una monja francesa que, según las primeras noticias, fue curada de Parkinson poco después de la muerte del Pontífice gracias a las oraciones de sus compañeras.Además podría existir otro milagro; el de un hombre aquejado de una afección hepática incurable que podría haberla superado gracias a la intervención del fallecido Pontífice. El episodio, ocurrido en EE UU, fue comunicado a través del sacerdote que atendía espiritualmente al enfermo. "Se trata de un hecho aún no comprobado y se podrá hablar oficialmente de 'milagro' sólo al final de un proceso de confirmación", ha explicado el postulador.
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