Dos mujeres que acusaron a 13 condenados por pedofilia en Francia reconocen que mintieron

Escándalo judicial en Francia. Dos mujeres procesadas en el macrojuicio seguido en 2001 por los abusos sexuales a 18 niños en la localidad de Outreau, y cuyo testimonio resultó clave, han reconocido ahora que mintieron. Se duda ahora de la culpabilidad de 13 de los condenados, siete de los cuales siguen en prisión.

Con este testimonio parece claro que las dos mujeres fueron las únicas personas, junto a sus maridos, que forzaron sexualmente a los niños, ya que los otros 13 inculpados han permanecido en prisión durante este tiempo con la sola prueba en su contra de los testimonios de los menores, contradictorios en muchos casos.

Myriam Delay, madre de cuatro de los niños, y Aurelie Grénon habrían acusado al resto de personas al saber que los niños habían incluido sus nombres en la lista de personas que abusaron de ellos.

Durante la larga instrucción del caso, cuyos hechos se remontan al periodo entre 1995 y 2000, las acusaciones han variado y muchos de los principales implicados han cambiado en diversas ocasiones sus declaraciones y acusaciones.

"Es verdad que he roto vidas, podría pedir perdón, y no es que no quiera pedirlo, pero es una palabra demasiado grande", ha comentado sin inmutarse, hoy, Myriam Delay, que durante las sesiones anteriores reconoció haber violado a sus propios hijos y haber disfrutado sexualmente haciéndolo.

Los abogados de los 13 imputados que no tendrían que ver con los hechos han anunciado que pedirán la puesta en libertad automática de sus clientes. Una de las inculpadas, Sandrine Lavier, fue liberada anoche.