Descubren en el Reino Unido el fósil del macho más antiguo conocido
Su nombre científico es 'Colymbosathon ecplecticos', mide unos cinco milímetros y vivió en las plataformas marinas hace unos 425 millones de años
Científicos de la Universidad de Leicester (Reino Unido) han descubierto en territorio británico un crustáceo que vivió en el mar hace unos 425 millones de años y que se ha convertido en el fósil de un animal macho más antiguo del mundo de cuantos se han encontrado hasta la fecha, según publica la última edición de la revista Science.
El crustáceo, que sus descubridores ya han bautizado como "el nadador del gran pene", ha recibido el nombre científico de Colymbosathon ecplecticos, mide tan sólo unos cinco milímetros y probablemente vivió en las plataformas marinas entre 150 y 200 metros de profundidad, según ha explicado el investigador David Siveter, de la Universidad de Leicester.
El minúsculo animal es un ostracode, un tipo de artrópodo, y es un ancestro de las modernas pulgas de agua que hoy por hoy pululan en diferentes partes del mundo. Mientras que las colecciones de fósiles están repletas de caparazones del mismo grupo de artrópodos, los ostracodos, las partes blandas de sus cuerpos como las halladas por Siveter y sus colegas en rocas del Reino Unido son extremadamente raras.
Un animal de dos conchas
Así, el hallazgo anticipa en cerca de 200 millones de años la primera evidencia encontrada de anatomía de tejidos blandos en este importante grupo de crustáceos. Los apéndices del ostracodo, es decir, las partes blandas que salen de la brecha entre las dos conchas del caparazón, sugieren que ese animal nadaba y escarbaba el fondo del mar en busca de alimento.
Los investigadores partieron la roca donde estaba incrustado el fósil y emprendieron una labor de corte y fotografía que produjo un fósil virtual con los detalles tridimensionales preservados cuidadosamente. El fósil es notablemente parecido a algunos ostracodos modernos y, según el artículo, esta similitud sugiere una tasa extremadamente lenta de cambio evolutivo a lo largo de los últimos 425 millones de años.
Los autores del artículo explican que los fósiles de unos 520 millones de años muestran pocas diferencias anatómicas entre machos y hembras, pero que el del Colymbosathon ecplecticos, más reciente, se ha ganado a pulso su nombre: el fósil preservado en ceniza volcánica está tan completo que pueden observarse claramente los intestinos, el ano, y un inconfundible pene.
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