Un estudio halla contaminantes en el agua del grifo del 30% de las ciudades españolas
Los expertos consideran "tranquilizadoras" las conclusiones del informe pero advierten de los riesgos a largo plazo
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el primero sistemático sobre la presencia de contaminantes -básicamente trihalometanos, herbicidas y compuestos volátiles- en el agua del grifo en España, detecta alguna de estas sustancias en el 30% de las localidades analizadas. El dato es en principio "tranquilizador" para los ciudadanos, que pueden seguir bebiendo agua con normalidad porque las sustancias detectadas no son tóxicas a corto plazo, pero la organización advierte de riesgos a medio y largo plazo.
Los tres tipos de contaminantes analizados por los técnicos de OCU-Compra Maestra son perjudiciales para la salud. Cuando su presencia en el agua del grifo rebasa una determinada concentración pueden causar daños sobre distintos órganos como el hígado, el riñón o el sistema sanguíneo. Es más, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), varios de ellos, como el cloroformo, el bromodiclorometano, la atrazina, el tetracloroeteno o el 1,2 dicloroetano, son "posiblemente cancerígenos"; y alguno, como el benceno, es un cancerígeno demostrado.
Sin embargo, las cantidades detectadas no son alarmantes a corto plazo; sólo serían tóxicas si se ingieren en grandes concentraciones y durante varios años. Por eso, la denuncia principal del estudio de la OCU va encaminada a insistir en que estos problemas de corrijan lo antes posible, haya o no una ley que regule los parámetros analizados.
El estudio, que recoge los resultados del agua en 100 muestras repartidas por 88 localidades españolas, y muestra que sólo en una de ellas, Cerro Murriano (Córdoba) existe un cierto riesgo toxicológico. El informe ha sido elaborado por los técnicos de la OCU con motivo de la inminente entrada en vigor de la nueva normativa de aguas de consumo que introduce el control de nuevos contaminantes químicos como los trihalometanos y otros compuestos volátiles.
Los técnicos de la OCU encontraron problemas de trihalometanos en 27 de las 100 muestras del agua del grifo analizadas. Veinte de ellas superaban el índice legal establecido por la futura normativa (que establece una cantidad máxima de 100 mg/l), mientras que en otras 7 había cantidades que incluso excedían el nivel provisional (150 mg/l durante los cinco primeros años desde su transposición). Por lo que respecta a los pesticidas triazinas, 6 muestras superaban el nivel legal actual (0,1 mg/l) y otras 3 contenían pequeñas cantidades. También se analizó la presencia de otros compuestos volátiles en el agua, pero en estos casos las cantidades detectadas fueron siempre mínimas.
Falta de colaboración
Según han podido comprobar los técnicos de la revista OCU- Compra Maestra se da la circunstancia de que algunas de las localidades con problema de presencia superior al límite de trihalometanos disponen ya de filtros de carbón activo que, si se utilizaran deberían servir para eliminarlos. Es el caso de Alicante, Barcelona, Basauri, Cáceres. Ciudad Real, Don Benito, Figueras, Molina de Segura, Tarragona y Zamora.
La organización ha lamentado, por último, en su estudio, la falta de colaboración de algunos otros ayuntamientos, que no han facilitado información, como Huelva, Madrid, Murcia, Orense, Pamplona, Teruel y Segovia.
El proyecto de Real Decreto sobre aguas de consumo es fruto de una directiva europea de 1998. Su aprobación parece inminente, pero lo cierto es que en febrero de este año España ya fue denunciada por la Comisión Europea por superar el plazo máximo para transponerlo a la normativa nacional.
Las sustancias 'culpables'
Los trihalometanos se originan como consecuencia de la reacción de la materia orgánica que transporta el agua, con el cloro empleado en la planta potabilizadora para su desinfección. Se trata, por tanto, de una contaminación fácil de evitar. Bastaría con limitar el uso del cloro en la planta potabilizadora; en el caso de que el agua que llegase a la planta arrastrara una alta cantidad de materia orgánica sería preferible combinar el cloro con ozono o con cloraminas; o bien instalar filtros de carbón.
Los compuestos volátiles son sustancias elaboradas por la industria química para ser añadidas a disolventes, gasolinas y productos de limpieza. La forma más común de contaminación son los vertidos ilegales o accidentales; y como pasan fácilmente al estado gaseoso, también pueden precipitarse con la lluvia. El control de su presencia pasa por la realización de análisis exhaustivos desde la propia Administración.
En cuanto a los herbicidas triazinas son sustancias producidas sintéticamente con el fin de eliminar las "malas hierbas" que interfieren en el desarrollo de los cultivos agrícolas. El empleo indiscriminado de herbicidas se manifiesta en frutas y verduras, pero también en el agua, cuando estos contaminantes son arrastrados por las lluvias y los regadíos. La mejor manera de limitar su presencia es educando al agricultor en un uso correcto o controlando su aplicación.
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