Las inundaciones en el Cáucaso podrían originar una catástrofe ecológica

Las riadas sin precedentes que están teniendo lugar en los últimos días en la región del Cáucaso se han cobrado ya la vida de 46 personas y amenazan con provocar una auténtica catástrofe ecológica. Las riadas han dañado oleoductos y gasoductos, arrastrando al mar Caspio miles de toneladas de petróleo.

Las autoridades de Daguestán han alertado sobre una riada mezcla de agua y petróleo en el río Térek, que separa de oeste a este la república separatista de Chechenia y desemboca en el Caspio. En el Térek desemboca el río Argún, receptor a su vez del caudal del Sunzhá, que pasa por el centro de Grozni, la capital chechena. Testigos presenciales citados por la agencia rusa Interfax han informado de que los árboles en la ribera del Sunzhá "se han vuelto negros" al adherirse a ellos una película de petróleo.

Al menos 46 personas han muerto y otras 180 han desaparecido a causa de las inundaciones, especialmente en la región de Stavropol, según ha afirmado el Ministerio del Interior local, citado por la agencia RIA Novosti.

La mayoría de los cadáveres han sido descubiertos en la región montañosa de Iessentuki, a 200 kilómetros de la frontera chechena, ha indicado el adjunto del jefe de la policía, el coronel Andrei Aleksa.

En la región del Cáucaso Norte, al menos 20.000 personas se han visto damnificadas por las inundaciones, causadas por las fuertes e incesantes lluvias. Centenares de personas han sido hospitalizadas y miles más se han subido al tejado de sus casas en espera de auxilio.