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CIENCIA

Bush controlará la información científica para que no la copien los terroristas

El Gobierno estadounidense ha solicitado que cada vez que haga pública una investigación omita partes fundamentales para que no pueda ser reproducida en otros laboratorios

El Gobierno estadounidense ha comenzado retirar del dominio público más de 6.600 documentos científicos sobre la producción de armas químicas y bacterológicas, para evitar que caigan en manos enemigas. Además, el Ejecutivo de George W. Bush está ultimando una serie de directrices para obligar a los científicos a que no publiquen completos sus estudios, de forma que nadie más los pueda reproducir en otros laboratorios, según publica hoy el diario The New York Times.

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La intención del Gobierno es que, al publicarse un estudio, se elimine una parte vital que impida que se pueda reproducir el proceso que detalla. Estas líneas maestras serán añadidas en las próximas semanas a la política de información secreta de Estados Unidos, y están siendo definidas en colaboración con la comunidad científica, según ha declarado Tom Ridge, director de seguridad nacional. Su objetivo: "Evitar que grupos terroristas puedan usar información estadounidense para atentar contra EE UU".

Sin embargo ya se han levantado varias voces críticas entre los científicos, que arguyen que esta iniciativa atenta contra los cimientos de la ciencia, puesto que los investigadores no podrían replicar y estudiar los resultados obtenidos por sus colegas para continuar avanzando.

"El riesgo para de detener el progreso científico es mucho mayor que el de que un descubrimiento caiga en manos peligrosas", según ha manifestado Robert R. Rich, presidente de la federación de asociaciones estadounidenses de biología experimental.

Censura previa

La retirada de documentos comenzó de forma discreta hace un mes, y afecta a estudios de los años 40, 50 y 60 que durante un tiempo fueron secretos, y otros más modernos que es su momento no se creyó que debieran permanecer ocultos. En las próximas semana se añadirán nuevos documentos a estos 6.600, que ya han sido retirados de la circulación en su mayoría.

Además, el Gobierno prevé retrasar la entrega de otra serie de estudios almacenados en institutos científicos cada vez que alguien los solicite, para decidir antes si pueden ser prestados o no.

El presidente de EE UU, ayer en una base militar de Alaska.
El presidente de EE UU, ayer en una base militar de Alaska.EPA

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