Los científicos destacan el vacío legal existente en España acerca del uso de células madre
Soria defiende su proyecto, mientras la Iglesia se manifiesta en contra porque entiende que la vida humana comienza en el momento en que se unen los gametos
El director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante), Bernat Soria, ha defendido hoy en conferencia de prensa la utilización de células madre de embriones humanos para investigación médica, ya que ha declarado estar "siempre del lado de los pacientes".
Bernat Soria participa en un curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos titulado "Aspectos científicos y bioéticos de la investigación sobre el genoma humano: gen-Etica", que está dirigido por el catedrático de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, Federico Mayor Zaragoza.
La investigación llevada a cabo por el profesor Soria, según él mismo resumía, consiste en "obtener células productoras de insulina a través de células madre" con el fin de combatir la diabetes de tipo I (aquella cuyos pacientes necesitan la inyección de insulina).
El profesor Soria, en referencia a los interrogantes éticos y legales que presenta su investigación, ha declarado que su campo de trabajo "no es la ética". En su opinión, en el uso de células madre procedente de embriones humanos, "aún no existen los instrumentos legales", ya que "en España hay un vacío legal".
En los últimos dos años, a su entender, "se han producido una serie de descubrimientos que han cambiado totalmente lo que pensábamos de las posibilidades de las células madres", por lo que "los científicos deben aportar datos que ayuden a los legisladores a diseñar unos buenos instrumentos legales".
Bernat Soria ha defendido el uso médico de estas células argumentando que "en estos tejidos embrionarios no hay ninguna organogénesis (formación de órganos humanos)" por lo que, según él, no se plantea ningún "dilema ético".
Soria, además, ha añadido que "en una sociedad que ha legalizado la interrupción del embarazo, ¿no es más ético utilizar estos embriones congelados en tratar de resolver patologías que destruirlos?", a lo que se respondió que sí. En España hay unos 30.000 embriones congelados en las clínicas de fertilización asistida, pero el Gobierno no ha emprendido un camino legal que conduzca a la autorización de su uso.
Según Bernat Soria, una interpretación equivocada de su línea de investigación puede poner en "serio peligro" la continuidad de las subvenciones que recibe. El profesor alicantino ha asegurado que ya tiene "bastantes problemas con su labor científica" como para enfrentarse a la oposición de la sociedad.
Vacío legal
La opinión de Soria respecto al vacío legal existente en España con respecto la uso de células madre ha sido hoy refrendada por el catedrático de Microbiología y director de la Fundación General de la Universidad Complutense y ex presidente del Consejo Superior de Invetigaciones científicas (CSIC), César Nombela, quien ha señalado la necesidad de cubrir, "siempre desde un absoluto respeto a la vida", el vacío legal existente en torno al comercio y la investigación con embriones humanos y células madre.
A propósito de la noticia sobre las investigaciones en España del catedrático Bernat Soria con células derivadas de embriones humanos e importadas del extranjero, Nombela ha explicado que el trabajo de este científico no puede ser calificado de ilegal, ya que "Soria no manipula ni destruye embriones, sino células".
En cualquier caso, lo que pone de manifiesto esta investigación "es que no existe ninguna regulación sobre la experimentación con embriones, la obtención de materiales a partir de ellos y su posterior destrucción", ha dicho Nombela.
Nombela cree necesario un debate conducente al establecimiento de "unas normas, a través de las cuales funcionar". En este sentido, cree que hay posturas diferenciadas en Europa, ya que mientras que el Parlamento Europeo se ha manifestado en contra de "la manipulación destructiva de embriones humanos", el Gobierno británico "está desarrollando leyes que lo aceptan con más facilidad".
A su juicio, "nos hace falta el debate y crear un marco en donde haya unos acuerdos fundamentales". "Creo compatible el avance científico, precisamente a partir del conocimiento completo del genoma, con lo que es la reprogramación de la información genética y, personalmente, estoy convencido de que el avance cientifico resolverá muchos dilemas éticos", ha concluido.
Por otra parte, el también ex presidente del CSIC Emilio Muñoz, ha declarado que la investigación a partir de células madre derivadas de embriones humanos "merece la pena" teniendo en cuenta el beneficio que se puede obtener de sus resultados.
Muñoz destaca que el comercio con células madre debe contemplarse como una "transacción comercial" común entre un cliente, el científico, y una empresa, "que incluye en catálogo los productos que vende".
Desde la perspectiva legal, el director de la Cátedra interuniversitaria de Derecho y Genoma humano de las universidades de Deusto y el País Vasco, Carlos Romeo, ha explicado que en España existe un claro vacío legal ya que, a pesar de que estaba previsto regular por ley el transporte y comercio de embriones humanos, el proyecto no se ha llevado a cabo todavía.
La Ley de Técnicas sobre Reproducción Asistida (1988) es el único texto jurídico que contempla en España el tratamiento de embriones humanos y células; en su artículo 11 especifica que la donación de esta clase de material "nunca tendrá carácter lucrativo o comercial".
A partir de lo establecido en este artículo, Romeo deduce que no debe considerarse legal la transacción comercial de embriones humanos, si bien "habría que tener en cuenta la legislación del país al que pertenezca la empresa proveedora", ya que si en él sí está permitido este tipo de comercio, no se estaría incurriendo en ilegalidad alguna.
La vida humana
No obstante, el uso y comercio de células madre obtenidas de embriones humanos plantea una serie de dudas éticas relativas al comienzo de la vida humana. César Nombela se ha mostrado partidario de que "la vida humana, desde sus inicios, tenga una consideración especial, porque si no probablemente nos encontraremos con situaciones difíciles".
En declaraciones a la Cadena SER, Nombela ha señalado que hay que "compaginar los avances científicos con el respeto a la vida humana y la consideración de que el embrión humano tiene un estatus especial".
Oposición de la Iglesia
El responsable de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal, Inocente García, ha condenado hoy el uso de embriones humanos para la investigación y posible cura de enfermedades como la diabetes que se está empezando a experimentar en la Universidad de Elche, por considerar que "los embriones son seres humanos y como tal deben respetarse sus derechos fundamentales, y el principal de ellos es la vida".
En este sentido, ha destacado que "para la Iglesia y para la Biología es evidente que en el momento en el que se unen los gametos tenemos un nuevo ser humano y si se experimenta con ello se está matando y destruyendo una vida". "Para curar unas enfermedades se aprovechan de esos embriones en beneficio de un tercero y eso no es éticamente aceptable", ha afirmado.
García ha señalado que, la Iglesia apoya la evolución y el avance de la ciencia, pero "el progreso no puede darse a costa de cualquier cosa" y ha asegurado que la situación "es comparable al progreso social de un pueblo a costa de la miseria y la pobreza de otro".
Por ello, ha defendido otras "alternativas" para la investigación contra las enfermedades, como "el uso de embriones humanos de adultos, que también disponen de las células madre que se necesitan para la experimentación". "La ciencia no debe buscar los caminos más fáciles, sino los más adecuados y respetuosos con la dignidad del Hombre", ha puntualizado.
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