La peste porcina rebrota en una granja de Lleida
Los 2.053 cerdos de la explotación se han sacrificado porque los análisis daban positivo en el 90% de los casos
Además, la Generalitat está inspeccionando una segunda granja en el término municipal de Lleida donde podría haber más casos de peste porcina, según ha confirmado el Departamento de Agricultura de la Generalitat.
Esta granja, al igual que la primera, pertenece la empresa Procarn, propiedad de Amadeu Roig, y la Generalitat teme que de ella provenga el foco de infección de peste porcina que se ha detectado en la población de Soses.
Los 2.053 cerdos de Soses se han sacrificado esta misma tarde y los cadáveres serán incinerados, según el Departamento de Agricultura, que ha anunciado "el establecimiento de un perímetro de tres kilómetros de protección alrededor de la granja de Soses y una zona de 10 kilómetros de vigilancia".
La Generalitat está inspeccionando una segunda granja en el término municipal de Lleida, que podría ser el foco de la enfermedad
Los agricultores temen que la UE pueda decretar el cierre de fronteras parcial o total porque los animales afectados no procedían de otro país
Asimismo, la Generalitat ha anunciado que censará las explotaciones del perímetro de vigilancia y se prohibirá el movimiento de ganado en la zona, según el comunicado.
En los análisis hechos a los cerdos de Soses en el laboratorio de Cataluña, el 90% de los casos ha dado positivo, por lo que la Generalitat ha optado por sacrificar a todos los animales, algunos de los cuales ya habían muerto hace unos días a causa de la enfermedad.
Se han enviado muestras de los animales al Centro de Investigaciones en Sanidad Animal en Madrid para una tercera confirmación.
En el caso de que esta prueba también resulte positiva y confirme el brote de peste porcina, se declarará oficialmente la existencia de esta enfermedad en el término de 24 horas, tal y como establece la ley, según ha explicado la Generalitat.
Cataluña estaba libre de la peste porcina desde 1997, cuando se detectó un brote en Lleida que provocó una fuerte crisis, ya que obligó a sacrificar cerca de un millón de cerdos.
Cuatro años después, los precios del cerdo se habían recuperado, en parte gracias a la crisis de las vacas locas, pero en el sector agrario teme que si la enfermedad se extiende, el cerdo vuelva a derrumbarse en las lonjas.
La Federación de Cooperativas Agrarias ha pedido a las administraciones "medidas contundentes" para evitar movimientos de ganado y la creación de un comité de crisis para afrontar el problema.
Los agricultores temen que la UE pueda decretar en los próximos días el cierre de fronteras parcial o total en función de cómo evolucione esta crisis, ya que los animales afectados no procedían de otro país.
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