Un sastre jubilado, un archivo dilapidado y 300 páginas de inspiración: la odisea de recrear la moda de Halston

En el equipo de Jeriana San Juan, responsable de vestuario en la miniserie de Netflix Halston, había una persona encargada solo de rastrear piezas originales del diseñador estadounidense que dominaba la moda americana en los setenta. En casas de alquiler, en instituciones universitarias, en colecciones privadas, en tiendas de segunda mano… También en el pequeño archivo que la marca empieza ahora a recopilar. Y es que a mediados de los años ochenta la firma que lleva el nombre de Halston se deshizo sin compasión de todas las prendas históricas del diseñador, poco tiempo después de destituirle. Carl Epstein, manager entonces de la compañía y responsable de sellar la carta de despido de Halston en 1984, se ocupó de la profanación y vendió aquellas prendas por 25 o 50 dólares cada una. En el documental de 2019 Halston él mismo cuenta cómo aquellos pedazos de historia era solo ropa que ocupaba espacio: “Eran cosas solamente allí paradas un año tras otro, sin hacer nada”, dice a cámara tres décadas después, “no hubo nada personal, si quieres decir que fue personal, me importó un bledo cuál fue la reacción de Halston”.

La falta de un archivo no fue sin embargo inconveniente a la hora de recrear el espíritu del genio al que da vida Ewan McGregor. Sobre algunas piezas originales y una labor de documentación muy extensa, el departamento de vestuario llenó un almacén entero con prendas y accesorios comprados, cedidos, alquilados o creados para la ocasión. “Cuando pude usar piezas reales intenté que se convirtieran en centrales”, explica San Juan, “sobre ellas desarrollé la historia visual, usándolas como referencia para la paleta de color o el material y creando otras inspiradas en ellas”.

Unos diseños demasiado actuales

Tan irónico como problemático: los diseños de Halston son tan actuales que el equipo de vestuario sudó para que el resultado final fuera ‘de época’. “Tratábamos de crear un vestuario que te hiciera viajar en el tiempo, pero sus prendas son atemporales, así que fue un desafío”, dice San Juan. Lo resolvió intentando enfrentarlas en todo momento con el gusto de la época, algo que se ve muy claramente durante sus desfiles, cuando las invitadas aparecen ataviadas con conjuntos que parecen tener solera frente a los vestidos que vuelan por la pasarela.

Rehacer un desfile

“Esta es una ficción histórica y además trata de Halston, así que quería hacerlo bien”, dice la diseñadora. “Quería honrar su legado. Pero, dicho esto, también tengo una historia que contar. Hacerlo ha sido editar y calcular muy bien qué enseñar de sus colecciones y de su mundo, especialmente en los momentos en los que teníamos la posibilidad de hacer un pequeño desfile”. Esas escenas, ricas en detalles, son un deleite para el espectador: “Elegí un tema o una idea concreta, como la colección tie-dye, y luego elaboré sobre ello, usando todo tipo de documentación: desde grabaciones de los archivos de WWD a fotografías o textos. Busqué qué se escribió en las crónicas de los desfiles y lo usé como inspiración para ver cómo describían los tejidos, los colores, las texturas…”. La segunda parte de la imagen corresponde a las actrices que lucen esos diseños en la pantalla. Rebecca Dayan, que da vida a Elsa Peretti, analiza cómo el vestuario marca la diferencia: “Una vez que te metes en el vestido, el maquillaje y el peinado te viene automáticamente un tipo de lenguaje corporal”, dice por Zoom. Un coreógrafo se encargaba de guiarlas en la manera de desfilar, “nos enseñaba a movernos en la pasarela porque es muy distinto cómo se movían antes y cómo se hace ahora”.

Rehacer un desfile en unos segundos

El más difícil todavía llega en el segundo capítulo, cuando la serie recrea la Batalla de Versalles y Jeriana San Juan tuvo que encapsular en unos segundos el espíritu de varios diseñadores: “Sentí que era como hacer un pequeño poema de moda, coger por ejemplo a Oscar de la Renta y mostrarlo en unos segundos y tres vestidos. Había que capturar el espíritu y la energía de un diseñador pero de un solo vistazo”.

Las joyas de la corona

Tan protagonistas y atemporales como los vestidos de Halston son las joyas que creó Elsa Peretti. En este caso, acceder a un inmenso archivo fue fácil, la propia joyería Tiffany & Co. puso a disposición del equipo piezas actuales o antiguas. “Son simples, muy orgánicas”, describe Dayan, la actriz que da vida a Peretti en la ficción, “ella se inspiraba en la naturaleza y en lo que le rodeaba y creo que esa connotación natural es lo que las hace tan eternas. Algunas son piezas rotundas pero son fáciles, se fusionan con el cuerpo. Todo es muy táctil. Fácil y elegante a la vez”.

Las ‘Halstonettes’

Otro de los desafíos de la serie era plasmar las imágenes impecables de Halston y sus ‘Halstonettes’ a la llegada a cualquier evento, todos engamados y coreografiados. Lo hacen por ejemplo en la escena en la que todo el equipo aterriza en París: todo el vestuario está construido alrededor del twin set largo malva que lleva el personaje de Elsa Peretti: “Cuando salen del avión son como un grupo de celebridades. La gama cromática sale de esta pieza de archivo, que es una pieza muy famosa en la historia de la moda y que está hasta en el Museo Metropolitano”, recuerda San Juan. “Era de un bonito tono lila, así que empecé con ello y lo fui expandiendo hacia otros colores primaverales que él trabajaba entonces. Crema tono hueso, amarillo pastel o el camel de su icónico Ultrasuede. Y desarrollé una pequeña historia alrededor, para que pareciera que llegaran vestidos con una colección”.

La inspiración

Todo el equipo se empapó de los personajes y la época: “Dan, el director [Daniel Minahan], tenía mucho material, muchos libros, revistas antiguas… tiene un archivo increíble y me ayudó poder bucear en todo ello”, relata Dayan sobre su proceso de convertirse en Peretti. “Constantemente me enviaba recortes o entrevistas de ella”. En el caso de Jeriana San Juan, su labor de investigación pasó por crear un libro para Ryan Murphy, productor de la serie: “Él es muy visual, así que estaba muy interesado en crear un gran panel de inspiración. Yo le preparé 300 páginas con toda mi investigación junto a la documentación para cada personaje, su estilo, cómo sería su evolución…”.

Un sastre jubilado

Aunque las creaciones de Halston son quizá las más llamativas de la serie, el vestuario del propio diseñador al que da vida Ewan McGregor merece una mención especial. Pulido e impecable, hace honor al estilo que lució el propio Halston durante toda su vida: “Era muy importante que estuviera elegante siempre, pero que no fuera forzado, así que empecé con los materiales”, cuenta San Juan. “Él era muy consciente de cómo se presentaba en público en todo momento”. Para ello contó con la inestimable ayuda de un sastre retirado que en su día trabajó con Halston y se encargó de algunas de las prendas de su armario personal. “Nos conocimos a través de Zac Posen y le convencí para que viniera a mi estudio y me enseñara algunos detalles sobre la ropa de Halston, incluso sobre los patrones, que él conocía íntimamente”. ¿Por ejemplo? Pantalones que prescinden de todas las costuras posibles y renuncian a los bolsillos. “Vino incluso a mi primera prueba con Ewan y pudieron sentarse juntos a tomar un café, creo que fue muy importante para él”, añade la experta que se encargó también de guiar al actor en las escenas en las que diseña: “Quería ser Halston en todos los detalles y eso incluye por ejemplo sus manos o cómo se movía en el taller, cómo sujetaba los alfileres o las tijeras, todos estos detalles técnicos. Cómo un diseñador mira en el espejo para ver a la modelo… Trabajamos juntos en mucho de esto, especialmente en las coreografías al crear vestidos”.