Sin miedo al frío: ¿por qué las famosas nunca llevan medias?

“Cuanto más famosa eres, menos probabilidades hay de que utilices medias en invierno”. Esta es la conclusión a la que llega en The Cut la periodista Allison P. Davis en su intento de analizar el fenómeno que está apoderándose de la semana de la moda de Nueva York: prescindir de las medias. Aunque todas las temporadas de desfiles nos dejan fotografías de piernas desnudas y es casi obligatorio que los preceptos estéticos se impongan a los funcionales en este tipo de eventos; resulta paradójico que la tendencia se esté volviendo mayoritaria en unos días en los que los termómetros de la Gran Manzana registran temperaturas bajo cero.

Pero las celebrities deben de estar hechas de otra pasta. Si el común de los mortales utilizaría los leotardos (a ser posible térmicos) para crear una capa protectora debajo de un grueso pantalón, ellas desafían las inclemencias meteorológicas y se arriesgan a pasar una semana en cama, saliendo a la calle a pierna descubierta y sin anestesia. Y no es una práctica exclusiva en los días más estilosos del año. Eventos, estrenos cinematográficos, galas… Nunca es buen momento para posar con medias. ¿Consideran las famosas que su uso está reñido con la elegancia? ¿Son alérgicos los estilistas al nailon?

Observando el front row del desfile de Jill Stuart, da la impresión de que Zosia Mamet, Atlanta de Cadenet, Dylan Penn, Alix Brown y Julia Goldani Telles se han puesto de acuerdo para elegir atuendos clónicos de aires estivales: minivestidos, sandalias de tacón, tonos pastel y, por supuesto, ausencia de panties. Y no son las únicas. Coco Rocha y Leigh Lezark se convierten en abanderadas de la impracticable moda y se dejan fotografiar hasta en tres pasarelas posando a pierna suelta. Olivia Palermo, Adriana Lima, Jessica Hart o Amber Le Bon, por citar a otras pocas, ejemplifican también ese dicho popular y anticuado que afirma “que para lucir hay que sufrir”. 

A Coco Rocha, reincidente en pasar de las medias, no parece importarle que fuera esté nevando.

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Leigh Lezark ni se imuta. El frío de Nueva York no parece ponerle la piel de gallina.

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Aunque claro, no es lo mismo soportar el frío durante cinco minutos (el tiempo que tardan en salir del taxi, posar frente a las cámaras y refugiarse en el tumulto del desfile) que caminar durante largo rato entre la nieve neoyorquina hasta llegar al emplazamiento en cuestión. De ahí que la osadía de prescindir de las medias, pueda interpretarse como un signo inconfundible de pertenencia a una jerarquía superior. Nace así la reflexión que da comienzo a estas líneas: “Cuanto más famosa eres, menos probabilidades hay de que utilices medias en invierno porque sabes que no tendrás que hacer cola ni preocuparte por necesidades humanas básicas como mantenerte caliente, porque alguien siempre estará ahí para hacerlo por ti”.

Zosia Mamet, Adriana Lima, Jessica Hart y Atlanta de Cadenet.

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Olivia Palermo, Emily Ratajkowski, Harley Viera-Newton y Amber Le Bon.

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Sea como fuere, la verdadera pregunta es cómo soportan los ocho grados bajo cero esas mujeres anónimas que sin tener un chófer que las espere en la misma puerta en un coche de lujo con calefacción y manta, protagonizan las instantáneas de 'street style' vestidas de invierno de cintura para arriba y de verano de la mitad para abajo.

Quizá sean unas visionarias. Tal vez las medias estén destinadas a desaparecer del armario femenino atraídas por el guardarropa de los hombres. Alexander McQueen se las puso a sus modelos en su última colección masculina, el blog Hosiery for Men reivindica su uso por parte de los varones y el gerente de Uk Tights afirma que el 40% de los compradores de medias son hombres. Si las celebrities cuestionan la utilidad y estética de los leotardos y los diseñadores crean modelos con apertura delantera para ponérselo fácil a los chicos, quién sabe si la moda, en su eterno ciclo paradójico, no volverá a convertir las medias en prenda exclusiva de los hombres. Al fin y al cabo, les pertenecieron hasta el siglo XV.

El ‘street style’ de la Gran Manzana lo confirma: ¿se puede? sobrevivir al frío sin medias.

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