«Querida Marita: ¿Quieres ser mi ‘personal shopper’?»
Así empezó la relación epistolar entre Jackie Kennedy y la diseñadora de sombreros que se convirtió en su asistente de estilo y compras. Sus cartas salen ahora a subasta.
Unos días antes de que su marido fuese elegido presidente de los Estados Unidos de América, Jackie Kennedy le escribió una carta a Marita O’Connor, diseñadora de sombreros en Bergdorf-Goodman en Nueva York, con una petición muy específica: que ella fuese su personal shopper particular, ayudándola con todos los aspectos de su imagen, ya que los sombreros eran “lo más importante”. Ése fue el principio de una relación que se desarrolló, en gran parte, a través de cartas y que duró alrededor de una década. Miss Marita se convirtió en la aliada de la que llegaría a ser la primera dama, encargándose de todos los aspectos de su vestuario, incluido el diseño del sombrero pill-box que lució en la inauguración de la presidencia de su marido en 1961 y que acabaría convirtiéndose en una de las señas de identidad de la esposa de JFK.
Estas diecisiete cartas forman parte ahora de los lotes de objetos relacionados con los Kennedy que saldrán a subasta a través de la casa estadounidense John McInnis, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario del asesinato del marido de Jackie. Según comenta a S Moda por correo electrónico Dan Meader, tasador responsable de la subasta, los lotes contienen: “Elementos que pueden despertar el interés en cualquier persona atraída por los Kennedy, Hollywood, la política, la fama, la moda, la fotografía y la cultura del siglo XX”. Por ejemplo, se podrá pujar por una copia del informe de la Comisión Warren firmada por todos sus miembros, fotos inéditas de la familia, una de las mecedoras de JFK o, concretamente relacionados con la moda: “Una americana de cachemira y un sombrero fedora que pertenecieron al presidente, así como zapatos y bolsos de Jackie”, concreta Meader.
Parte de la correspondencia entre Jackie y Miss Marita.
John McInnis Auctioneers
Sin embargo, pese al atractivo general (sobre todo para los fetichistas de la familia) de los objetos mencionados, las cartas de Jackie se perfilan como unas de las piezas estrellas de la puja. No solo por la información que aportan acerca de la persona que era en realidad aquella Primera Dama perpetuamente sonriente, sino porque también arrojan muchos datos sobre su relación con la moda, un aspecto de su personalidad que la hizo pasar a la historia por algo más que por sus relaciones sentimentales con hombres poderosos.
Meader, quien ha estudiado al detalle el contenido de los escritos, explica que el tono de las cartas es: “personal, educado pero directo, incluso divertido por momentos. Se percibe que ella escribe bien, es inteligente y muy consciente de sí misma. Muestran la confianza que Jackie puso en Marita para que ésta fuese capaz cubrir sus necesidades”. Asimismo, presentan a una persona que no siempre estaba cómoda con el papel que le había tocado interpretar y que en muchas ocasiones no se identificaba con los atuendos que lucía. De hecho, la propia Jackie escribió en una de sus cartas a Marita: “¡Dios mío, era tan agradable cuando no tenía que llevar sombreros. Me empobrecen ¡Me siento absurda con ellos!”.
Corbis/ John McInnis Auctioneers
La relación de Jackie con la moda se entrelaza con su imagen pública. En 1960 ella y su marido representan a una América joven, vibrante y sonriente, preparada para conquistar al resto del mundo y vestida acorde a sus expectativas. “Elegante y atemporal” fue como la propia Jackie le describió en sus cartas a Marita el estilo que quería que la representase.
Tal y como comenta Meader: “Jackie era una apasionada de lo que llevaba. Nada tenía defectos, escogía estratégicamente cada artículo. Quería seguir las tendencias pero también llevar cosas que no pasasen de moda. Se puede apreciar en los dibujos y las muestras que le enviaba a Marita. Conocía la moda antes de convertirse en Primera Dama y continuó siendo una influencia estilística después de dejar la Casa Blanca”.
Las diecisiete cartas forman parte ahora de los lotes de objetos relacionados con los Kennedy que saldrán a subasta a través de la casa estadounidense John McInnis
John McInnis Auctioneers
El 22 de noviembre, coincidiendo con la fecha del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, dará comienzo la subasta que durará tres días y se estima que los precios de salida de las cartas de la Primera Dama se sitúen en torno a los 1.500 o 2.000 dólares. “Ponemos precios estimados en cada lote para que las personas entiendan que ese es el rango de precio en el que nosotros consideramos que podrían venderse”, apunta Meader, quien también añade que: “Cualquier persona, en cualquier parte del mundo, está invitada a ver nuestro catálogo online y a pujar y participar en la subasta desde dondequiera que se encuentren”. ¿Quién da más?
Corbis/ John McInnis Auctioneers
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