Por sus zapatos los conocerás

Los zapatos hablan. Un estudio de la Universidad de Kansas, Shoes as a source of first impressions (Los zapatos como fuente de primeras impresiones), ha llegado a la conclusión de que somos capaces de formarnos un juicio muy preciso de una persona a partir de la información que aporta su imagen y, concretamente, sus zapatos. Sesenta y tres estudiantes analizaron los pies de 208 voluntarios, a los que previamente se les había sometido a un test de personalidad. Se les pidió que trataran de afinar la edad, el género, los ingresos anuales e incluso la ideología política de los fotografiados. Los resultados se aproximaron mucho a la realidad.

Del análisis sacaron las siguientes correlaciones: «Las personas extrovertidas sienten que los diseños de color negro o neutro son aburridos y, por tanto, eligen tonos más llamativos como expresión de su personalidad. Los concienzudos, limpian y organizan sus zapatos más a menudo, y estos pueden ofrecer una imagen más ordenada que los del resto». Y otras más complejas: «Los individuos ansiosos, preocupados por la imagen que reflejan al exterior y por ser rechazados, prefieren modelos que parecen nuevos y bien cuidados. En cambio, a quienes tienen gran confianza en sí mismos no les preocupa la opinión que el resto puede tener sobre su apariencia y suelen llevar zapatos poco atractivos o estilosos». Las personas amigables y generosas no llevarían, concluye el informe publicado en el Journal of Research in Personality, versiones que acaben en punta o que tengan el precio o la marca visible. La estabilidad emocional, por su parte, se relaciona con una actitud calmada y no se asocia a calzado puntiagudo ni con tacón muy alto. Y, por último, el progresismo como ideología política no se vincula a los zapatos elegantes, los ques acaban en punta, los caros o los que tienen buena factura.

Miguel Ángel Ramos, vicepresidente de la Asociación de Estudios Psicológicos Especiales, considera que el estudio tiene ciertas lagunas científicas: «La muestra de los entrevistados es sesgada y limitada. La relación entre la personalidad y el calzado es válida como hipótesis, pero hacen falta más investigaciones para poder asociar este complemento a perfiles psicológicos. Algo que, por otro lado, sería muy útil para la industria». Pero lo que nos ponemos en los pies sí refleja una elección, una actitud ante ciertos estilos frente a otros, que puede relacionarse con el carácter.

Proponemos un juego. Los pies de las imágenes pertenecen a personajes públicos de la política, la cultura y el deporte. La personalidad que han proyectado al exterior es acorde con su imagen física y con su estilo de calzar. También con la actualidad. Miguel Ángel Ramos da algunas pistas. «Angela Merkel ofrece una perfil plano. Lleva unos mocasines discretos que bien podrían ser de hace 50 años. El adjetivo que se le podría poner es austera». Otra política, Esperanza Aguirre, más amante de la moda que Merkel, luce sandalias llamativas y modernas, aunque de factura democrática, de acuerdo con la coyuntura económica actual. «No es ostentosa, pero se ve que tiene cierto gusto: sigue las tendencias, no es clásica». Según sus zapatos, la presidenta de la Comunidad de Madrid no es una conservadora al uso. Ella misma lo dice: «Soy liberal». El precio de sus stilettos dista mucho de los que suele lucir Samantha Cameron, a quien si solo se mira a los pies «parece una modelo o una actriz». Sus salones no tienen mucho que ver con su aparente sobriedad: al mirar abajo, se descubre que le interesan las tendencias y es consciente de su aspecto.

De la preocupación por la imagen al total desinterés. Eduard Punset es el típico genio loco. «Lleva el calzado de alguien que valora la comodidad». Según el estudio, el divulgador sería una persona muy segura de sí misma, que, sin duda, no se viste por los pies, ¿como Helena Bonham Carter?

Solución a la fotografía ¿De quíen son estos pies?. De izquierda a derecha: Lady Gaga, Iker Casillas, Marta Ortega, Helena Bonham Carter, Justin Bieber, Reina Isabel de Inglaterra.