Así son los miedos y afectos de un triángulo amoroso en la vejez
La documentalista Isadora Kosofsky expone en DOCField la aclamada ‘Senior Love Triangle’, un proyecto en el que retrató durante cuatro años a tres ancianos en una relación a tres bandas.
Senior Love Triangle no es una ventana al poliamor ni a las bondades de quererse a tres bandas. La aclamada serie de la documentalista Isadora Kosofsky, que se puede ver estos días en el festival DOCfield en Barcelona, es un espejo a la complejidad emocional de un particular menàge a trois. El que han edificado tres ancianos como armadura frente a la soledad de hacerse viejo. Instantes fotográficos donde los miedos y afectos de Adina (90 años) y Jeanie (81 años), dos mujeres que ‘comparten’ emocional y sexualmente a Will, un exveterano de guerra de 84 años, transitan invisibles a los ojos del mundo por las calles de Hollywood. La ciudad edadista por antonomasia, fábrica de cánones de belleza inmutables y alérgica a la senectud, se erige como escenario de fondo donde los tres exhiben su vida en común entre habitaciones de residencias de ancianos, heladerías, cafés y bancos de avenidas sin que nadie parezca prestar atención a su triángulo amoroso. Retratos que nos recuerdan que ni el deseo, los celos, los apegos emocionales –o incluso la violencia de género– se evaporan cuando las melenas se vuelven platino.
Kosofsky llevaba tres años documentándose sobre una anciana que vivía en una residencia de Los Ángeles cuando una noche, sin saber quiénes eran o qué tipo de relación compartían, se topó con ellos en la puerta del recinto. Will iba cogido de Adina; Jeanie, rezagada, les seguía. «Mi intuición me dijo que necesitaba saber más», explica al otro lado del teléfono. A la mañana siguiente preguntó a una de las enfermeras del centro: «Ah, te refieres al trío», le aclaró. La fotógrafa entendió que este curioso triángulo de pasiones y afectos no estaba bien visto en la residencia. Lo que siguió fue un proyecto de cuatro años, comprendidos entre 2010 y 2014, en los que retrató su intimidad y exhibición pública, su deseo carnal y la violencia y altibajos del propio triángulo –Will llegó a ser expulsado de una residencia por golpear a un hombre que supuestamente flirteaba con Jeanie–. «Esta no era una relación poliamorosa, era un triángulo marcado relaciones de control y la muestra de sus afectos», aclara. Para Kosofsky, el triángulo Jeanie-Will-Adina nunca estuvo equilibrado: además del deseo y las ganas de conectar, había dejes patriarcales de control masculino así como inseguridades y miedos frente a la soledad. Jeanie aclararía durante el proyecto que «compartir a Will es como una espina clavada. Una relación entre un hombre y una mujer es privada. Es una pareja, no un trío». La relación a tres no empezó de forma consensuada. Las mujeres, en un principio, se disputaban la atención del hombre, hasta que al final ellas mismas conectaron al comprender que él, con sus altibajos emocionales, no respondía a ese ideal de pareja que habían proyectado en su figura.
La documentalista asegura que el deseo no desaparece con la edad. Muta. «Entre estas personas hay una necesidad de conexión, de encontrar una tribu en la que también puedan excitarse y sentirse apasionados pese a que no encaje en los ideales occidentales», aclara. Nominado a varios premios y hasta defendido en una TED Talk, Senior Love Triangle se convertirá en un corto de ficción en 2019. Kosofsky asegura que todavía permanecen las lecciones que interiorizó junto a sus tres protagonistas. «Aprendí a creer en mi propia verdad y apreciar la naturaleza independiente de los seres humanos, ellos tres me enseñaron muchísimas cosas».
*Senior Love Triangle puede verse en DOCField (Barcelona) hasta el próximo 9 de diciembre en el Palau Robert.
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