Respeto y descaro (y mucho acento): así es la cerveza que nos acompaña este verano

Los tiempos no cambian. Somos las personas las que empujamos el cambio y evolucionamos con el tiempo. Pero existen momentos en los que conectamos de forma muy especial con nuestra más sincera esencia, con nuestro acento.

Es entonces cuando nos damos cuenta de que somos respeto y descaro, que nuestro acento es el resultado de manosear nuestras raíces para hacer cosas distintas, de estar orgullosos de nuestro origen pero incorporando todo lo aprendido. Es en esos momentos con mucho acento cuando disfrutamos más, cuando nos sentimos verdaderamente únicos.

Como el instante que abre esta noticia captado por el fotógrafo Daniel de Jorge que recoge un momento tan auténtico como universal. “¿Puede haber algo más normal que abrirte una Cruzcampo Especial en tu ventana? La sublimación de la cotidianeidad desde un punto de vista romántico. Eso es un momento con mucho acento”.

Cruzcampo Especial es la cerveza de los momentos con mucho acento. Una cerveza hecha con mucho respeto y mucho descaro. Respeto, el que le otorga más de un siglo de maestría cervecera, y el descaro de seguir haciendo cosas distintas, mejores.

Una visión especial

Acostumbrado a captar con igual soltura el folclore español, la cultura pop y la moda, el fotógrafo Daniel de Jorge (@danidjorge en
su perfil de Instagram), nos ofrece la imagen con mucho acento que encabeza este post. Su protagonista podría ser cualquiera de nosotras, disfrutando de una cerveza Cruzcampo Especial bien fría desde el balcón en una tarde de verano. A este fotógrafo madrileño lo hemos visto capturando detalles insólitos de la Feria de Málaga o de las estas de los Verdiales, siempre bañados por ese sol único que tiñe Andalucía. Pero también retratando a algunas de nuestras estrellas más rutilantes: Antonio Banderas, Samantha Hudson, Nathy Peluso, Anna Castillo, Amaia o Lola Índigo. Sus editoriales de moda le han llevado de fotogra ar modelos ante los cuadros del Museo del Prado hasta acompañar en Posadas (Córdoba) a Alejandro Palomo. Y solo tiene 25 años. El futuro es suyo.