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Cuando el podcast Sangre Fucsia contestó a las cuestiones clave sobre VIH/ Sida

En la semana del #DíaMundialContraElVIH os proponemos un análisis feminista al respecto de la mano del podcast Sangre Fucsia.

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1990, suena fuerte por todas partes la versión de I got you under my skin, de la rapera sueca Neneh Cherry, incluida en el disco Red Hot + Blue, un disco de versiones de Cole Porter donde distintos músicos hacen lecturas de sus canciones en relación con la pandemia del VIH-SIDA que viene asolando el mundo desde mitad de los 80 y donde Cherry resignifica ese romántico “te llevo debajo de la piel” de Porter para concienciar a toda una generación de cómo han cambiado las reglas del juego. ¿Os acordáis? Hace treinta años. Un temazo que sigue intacto en su fuerza, y que por supuesto suena en el capítulo #122 de Sangre Fucsia: VIH y sujetos no hegemónicos.

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¿Hace cuánto que no escuchabas esta canción? ¿Y qué no pensabas en lo que supuso la irrupción del VIH en nuestra sociedad?  En esta semana de activismo residual, ya que apenas existen ya campañas para concienciar sobre el VIH-SIDA más allá de este primero de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, nuestro podcast decano y pionero dentro del feminismo y la Herstory en castellano, que, como siempre, añade cuatro vueltas de tuerca al hablar de esta cuestión desde su podcast.

¿Por qué apenas se menciona el VIH hoy que hablamos constantemente de virus? ¿Por qué estamos obviando esta pandemia a la hora de hablar de la pandemia COVID? 

¿Es por qué aún tenemos dentro el estereotipo de que solo afectó y afecta a personas que la sociedad consideraba y considera descartables? Además de falso e injusto, este estereotipo es precisamente el que más contribuye a su contagio. Como nos recuerda Laura Gaelx, una de las integrantes de Sangre Fucsia, al inicio del capítulo: a día de hoy las mayores afectadas son las mujeres (representan el 50% de las personas seropositivas), y el mayor número de contagios se produce en relaciones heterosexuales. Reconozcámoslo: el VIH es el virus de la historia reciente que más ha transformado nuestra manera de relacionarnos, y sin embargo, parece que durante todos estos meses de toma de conciencia sanitaria y social bajo el COVID hemos preferido mirarnos una y otra vez en espejos lejanos como el de la peste negra medieval a mirar cara a cara al espejo deformado del estigma del VIH-SIDA. Para romperlo de una vez. O para escucharlo.  

¿Seguimos invisibilizando la pandemia del VIH-SIDA porque fue la epidemia de unos “otros”, unos (Y UNAS??) que idealmente jamás seríamos “nosotros”? Recordar y reconocer que la respuesta de los gobiernos y las instituciones entonces fue negligente y ni mucho menos tan rápida en su control e investigación como lo está siendo hoy día, nos ayudaría a poner en contexto el distinto tratamiento de unas y otras enfermedades según su comunidad de afectados. ¿Por qué en tiempos de carreras de vacunas, de regalar nuestros datos serológicos a laboratorios privados y apps, de horizontes de posibles futuros carnés de vacunaciones no reivindicamos todo lo que nos enseñó y nos enseña la lucha contra el VIH-SIDA? Cuestiones clave que hoy nos harían más fuertes, como la construcción de comunidad, el apoyo mutuo o el enfrentamiento a los gigantes farmacéuticos cuando corresponda. ¿Por qué se escucha tan poco la voz del activismo VIH, que tanto nos podría enseñar hoy? Sangre Fucsia, como tantas otras veces, viene con respuestas. O más bien, con más preguntas al respecto con su VIH Fucsia. 

Su entrevista a la activista feminista y seropositiva Agnes Apea nos acerca sus experiencias, sus reivindicaciones, y las políticas de prevención y tratamiento en su país, Uganda. El aporte de Dianespotting a este capítulo, comparte una reflexión clave: “¿Dónde quedan las personas trans (especialmente los hombres con vulva y las mujeres con pene) en las estrategias de prevención del VIH?”. Sí, la mirada hacia la pandemia ha de ser renovada según se amplían las identidades de género. La propia Diane nos regala otra mirada crucial en el episodio #191, Apps de citas: una mirada fucsia, dedicado al ligoteo en Internet. Por qué: ¿qué pasa con las personas seropositivas en un sitio como Grindr? ¿Es un espacio seguro e inclusivo para ellas? En su entrevista a la asociación OmSida desentraña casos de serodiscriminación que se producen a través de la función “estado serológico” que la plataforma ofrece. 

Y es que Sangre Fucsia siempre va más allá. Si no existieran, tendríamos que inventarlas. Porque además de constituir un repositorio ríquisimo de más de 200 programas, donde van abriendo melones sucesivos con esa mirada novedosa desde el feminismo, su práctica “100% activista”, o más bien, “una mezcla entre ocio activo y autoaprendizaje, autodisfrute y activismo macarra”, como dice Laura Gaelx, les permite una libertad creativa total a la hora de seleccionar temas alejados de los ritmos marcados por la agenda de la actualidad. Les gusta prepararse cada tema a conciencia y hacerlo desde una metodología radicalmente feminista, asamblearia y ligada a la filosofía de las radios libres. A día de hoy, después de nueve temporadas, su casa matriz radiofónica sigue siendo Ágora Sol Radio, aunque también mantienen una suerte de spin off en un medio tan afín como Pikara Magazine. También las podemos escuchar y descargar en el repositorio que cuidan desde su perfil en la biblioteca digital archive.org, desde todos esos sitios su mítica sintonía, Deceptacon de Le tigre, atrona para anunciarnos que vamos a profundizar en lo que el patriarcado entierra bajo toneladas de hegemonía. ¡Larga vida a Sangre Fucsia!  

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