OMGyes, la web sobre el orgasmo femenino que sigue Emma Watson
Se trata de una start up con base en San Francisco que combina investigación y tecnología en una web que enseña a las mujeres todo lo relacionado con su sexualidad.
Oh my gooooddd, yeeeesssss!!!!! Es una de las frases, en inglés, que más se pronuncian en la cama, cuando uno está haciendo algo diferente a dormir. De ahí la razón por la que se haya elegido este nombre, OMGyes, para titular una web que pretende enseñar técnicas para alcanzar el orgasmo, retrasarlo, multiplicarlo, agrandarlo y, en general, pasar al nivel advance del sexo. Entre las seguidores de este novedoso proyecto está la actriz Emma Watson, que en un acto en el que charlaba con Gloria Steinem dijo: «Una amiga que está en esta sala me envió una web llamada OMGyes. Está basada en un completo estudio sobre la sexualidad femenina. Y… bueno, es bastante chula. Me encantaría que hubiera existido mucho antes. No dejéis de mirarla. Es una suscripción cara, pero merece la pena», explicó la actriz.
Los tutoriales sobre sexualidad han proliferado en los últimos años en la red, pero lo que hace a esta página tan especial es su forma de contarnos todo aquello que se supone que ya sabemos, pero que no siempre tenemos claro. Por ejemplo, podemos y debemos masturbarnos, pero ¿cómo? El equipo detrás de esta idea –con base en California– en colaboración con investigadores de la Universidad de Indiana y el Instituto Kinsey han realizado el primer estudio a gran escala que pretende comprender las infinitas formas en las que las mujeres logran el placer. Y para ello entrevistaron a 2.000 féminas de entre 18 y 95 años. Las conclusiones de este estudio se han sintetizado en lecciones que las propias protagonistas enseñan en vídeos. Primero hablan de sus particulares métodos para excitarse, lograr el orgasmo, posponerlo, masturbarse o cualquier otra materia; para luego practicarlo ellas mismas frente a la cámara. Pero, además, OMGyes brinda la posibilidad de que el que se haya suscrito a esta web (cuesta 29 euros), que no es aplicación, pueda practicar la técnica en la pantalla de su tablet u ordenador, tocando el o ella mismo una vagina que le habla, le dice si lo está haciendo bien y le corrige y guía para llevarla hacia el éxtasis. Es decir, se sigue un sistema didáctico que comprende una exposición, demostración y prueba, para comprobar si realmente hemos asimilado bien la lección.
Como cuenta la página, la idea de este proyecto fue de Lydia Daniller –lesbiana– y Rob Perkins –heterosexual–. “Ambos se conocieron en la universidad, donde sus conversaciones sobre sexo les llevaron a darse cuenta de que en una época, aparentemente tan progresista, el placer sexual femenino aún sigue siendo tabú. No parecía que hubiera nombres específicos para lo que las mujeres encontraban placentero. Buscaron información y se entristecieron de que ni siquiera académicos o científicos hubieran investigado estos detalles. Lo que comenzó como una serie de entrevistas fue más allá de sus expectativas, al ver que tantas mujeres estaban dispuestas a compartir sus historias y opiniones. Se unieron prominentes sexólogos e investigadores, ilusionados por estudiar lo que nunca antes se había estudiado. Cuatro años después, con más de diez empleados en San Francisco, el proyecto salió a la luz combinando cine, tecnología y los primeros datos fidedignos sobre este tema”.
Según cuenta Emily Lindin, directora ejecutiva de OMGyes, a S Moda, “la idea de crear esta página comenzó con conversaciones entre amigos cercanos que estaban compartiendo los detalles de cómo les gusta ser tocados. Muchas veces se escucha el dicho, ‘cada mujer es completamente diferente, tienes que averiguar lo que te gusta’. Pero nos dimos cuenta en nuestras charlas de que también teníamos muchos puntos en común, y en eso centramos nuestros esfuerzos, en encontrarlos. Algunas necesitan un movimiento consistente justo antes del orgasmo, otras prefieren el elemento sorpresa y están también las que precisan de un ritmo, continuado, como en una canción. Siempre se habla de que el placer sexual es más fácil de conseguir para el hombre, mientras nosotras somos mucho más complicadas. Identificando los puntos comunes y las formas de variación pretendemos dar a las mujeres y a sus parejas herramientas para ser más creativos en la cama”.
Aún cuando OMGyes vaya dirigida especialmente a féminas, su intención es hablar del placer en todas sus formas y géneros. “Notamos un estigma especial alrededor del placer sexual de la mujer”, apunta Lindin, “así que empezamos con este tema, aunque hemos descubierto tantos conceptos que tenemos todavía mucho de lo que hablar. Sin embargo, estamos interesados en el disfrute sexual de todo el mundo. Y, de hecho, cerca de la mitad de nuestros usuarios son hombres”.
Estructurada en temporadas, como las series de televisión
Otro de los aspectos que hacen a esta página tan especial es que sus fans podrán ver sus contenidos englobados en temporadas, al estilo de Juego de Tronos. En la primera, ya disponible, el clítoris y la masturbación femenina parecen ser los protagonistas principales. De momento no hay penetraciones ni penes, pero estos elementos aparecerán, sin duda, en el futuro. “Comenzamos con el toque externo y, como se puede ver, hay mucho que explorar en esa campo”, cuenta Lindin. “Mantenemos el oído abierto a las opiniones de nuestros usuarios, que ya nos han dicho que quieren profundizar más sobre el sexo oral y la estimulación interna. Así que esas son las áreas que estamos investigando ahora y que serán temas de sucesivas temporadas. Hay un montón de grandes ideas que están surgiendo y estamos emocionados de compartirlas con el mundo”.
Hay que decir a favor de OMGyes que cuando uno ve los vídeos en los que las mujeres hablan de cómo se estimulan, tocan o llegan al orgasmo, uno no siente deseos de estrangularlas, ni vergüenza ajena, ni cree que el adjetivo cursi se ha quedado corto; como ocurre en muchos otros tutoriales de sexo, en los que el tono del discurso fracasa por múltiples razones. En los que a uno no le quedan ganas de emprender ninguna acción erótica sino, por el contrario, meterse monja y renunciar, para siempre, a los pecados de la carne.
Aquí, ocurre lo contario. Todos los personajes aportan algo interesante, conquistan al espectador y, sobre todo, hilan muy fino. La primera temporada es un tratado minucioso del arte de tocarse a sí misma, en la que se especifica y concreta muy a fondo. La materia da para mucho y se ha dividido en doce apartados: controlar el orgasmo, insinuar, ser constante, sorprender, seguir el ritmo, multiplica, acentuar, concentrarse, rodear, respetar cada etapa, orbitar y señalizar. Una puede aprender a hacerse un sándwich de clítoris, las mil formas de hacer círculos alrededor del órgano del placer; o la técnica de una de las participantes de este estudio, conocida como código morse, en la que llega al éxtasis a base de pequeños golpecitos de diferentes frecuencias e intensidades.
Tan solo algunos mastuerzos creen todavía ya que hay que abalanzarse sobre el clítoris nada más ver a una mujer; pero las formas en que se expresan aquí los rodeos necesarios para dorarle la píldora a nuestro órgano más querido, rozan la literatura. Para una chica, conseguir un orgasmo es como hacer música con una copa de vino. Requiere pericia pero no demasiado esfuerzo, ni presión, ni siquiera intención. Es como un juego. En otro punto se relaciona también el arte de la coctelería con la habilidad en la cama. Uno puede emborracharse con ginebra pura, pero hacerlo bebiendo cocteles resulta más tentador, divertido y prolongado.
Las imágenes explícitas de las protagonistas y sus genitales en primer plano, han suscitado también algunas críticas. Aunque, en opinión de Emily Lindin, “en realidad, la respuesta a nuestro trabajo ha sido abrumadoramente positiva. Las personas que usan el sitio entienden que tienen que ver la anatomía real para visualizar los pequeños detalles y las variaciones que son importantes. Ya no estamos en los años 50 y hemos comprobado que la gente está lista para ver representaciones abiertas y honestas, sin rubor ni vergüenza”.
Mujeres de diferentes ámbitos y edades, desfilan por esta web. Le pregunto a Lindin, si en su estudio han encontrado diferencias eróticas generacionales. “Las más mayores, con más experiencia, generalmente se sienten más cómodas a la hora de comunicar lo que encuentran más placentero. ¡Esto significa que tu abuela, probablemente, está teniendo mejores orgasmos que tú! Las veteranas tienen una gran cantidad de sabiduría que, hasta ahora, no ha sido recogida ni compartida a las nuevas generaciones. Actualmente estamos investigando las formas de cómo el placer cambia después del parto y la menopausia. Nos gusta usar la metáfora de cocinar. Uno no busca nuevas recetas cuando no sabe preparar platos. Se investiga cuando ya eres un buen cocinero y estás listo para explorar más ingredientes y combinarnos de formas novedosas”.
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