La jardinería, la nueva obsesión del hipster
Después de elevar la gastronomía y el ciclismo, los modernos encuentran un nuevo tema al que darle misticismo: las plantas y las flores. Diversas publicaciones y blogs demuestran que para el moderno este es un asunto muy serio.
Estar entre cazuelas era cosa de madres y abuelas hasta que hace unos años los modernos empezaron a meter el hocico en la cocina y decidieron que era algo cool. Luego pasó lo mismo con el ciclismo, ese deporte que hasta entonces solo conocían por ser el ruido televisivo de fondo de sus siestas veraniegas. Ahora le toca el turno a las plantas, nueva obsesión de hipsters de floreciente espíritu neorural.
Pero tanto si su afán se centra en la gastronomía, el ciclismo o las plantas, ellos no se suelen manchar las manos de salsa, grasa o tierra: canalizan su hobby por la vertiente estética, de modo que revistas nicho y blogs con diseños impecables son los mejores aliados para saber qué tema está cautivando a los jóvenes en cada momento. En este caso, la jardinería.
Con el furor gastronómico surgieron publicaciones como Lucky Peach y El Comidista; con el ciclista, las elegantes The Ride Journal y Rouleur, y con este amor de hipster por la naturaleza, Club Donny, The Plant y blogs como Del puente a la alameda.
El furor ‘plantil’ llevado al extremo es ‘Cactus’, un fanzine ilustrado por Abel Jiménez solo con eso, dibujos de cactus.
Cactus
“Estamos al corriente de esta nueva moda y creemos que es porque a la gente le gusta rodearse de vida, más aún en tiempos de desazón como estos. Tener algo a lo que cuidar te hace sentir bien”, comentan desde Club Donny sus editores (Samira Ben Laloua, Frank Bruggeman y Ernst van der Hoeven), que llamaron así a su revista en honor a Don, el protagonista de la película Flores rotas, de Jim Jarmusch.
Club Donny, con sede central en Rotterdam (Países Bajos) y distribución online mediante Idea Books, se distingue por prestar atención a las plantas que crecen en entornos urbanos y ser la democracia hecha revista: todas las fotografías de plantas y flores que reciben se publican en su web, y las mejores historias son las que pasan al formato papel. Así consiguen tener un medio de producción barata y muy variado, con fotones de cualquier rincón del mundo.
Segùn Cristina Merino, periodista y una de las cuatro editoras de The Plant, “revista bonita de plantas” con sede en Barcelona y Londres, esta nueva obsesión ‘moderna’ puede tener que ver “con cierto rechazo al consumismo y el saber valorar las cosas más sencillas, algo que la crisis económica seguramente ha forzado”.
The Plant Journal
“Sin ser unas fanáticas, nos gustaban las plantas. Comprábamos algunas, o alguien te daba un esqueje y entonces aprendías a cuidarlas y te gustaban aún más”, recuerda. El proyecto es autofinanciado (pagan cada número con las ventas del número anterior) y acaba de publicar su cuarto volúmen. No ganan dinero, pero nadie puede quitarles la ilusión de haber conseguido con su buen hacer a colaboradores de la talla de Tilda Swinton (hizo un artículo sobre los árboles del jardín de la casa de sus padres) y los fotógrafos Scheltens & Abbenes y Wolfgang Tillmans.
El furor ‘plantil’ llevado al extremo es Cactus, un fanzine ilustrado por Abel Jiménez solo con eso, dibujos de cactus. Los reales puedes colgarlos de tu ventana en los maceteros de diseño que diseñan Peaches and Keen.
Pero no solo de cactus en el balcón vive el moderno, y por eso también “se lleva mucho llenar tu casa de plantas, lo que es muy positivo, pero no sé si eso es simplemente una moda pasajera”, explica Lorena García, paisajista afincada en Los Ángeles, ex miembro del grupo Charades y responsable del exquisito blog Del puente a la alameda. Para los no iniciados en esta ‘jardinería de interior’, nada como inspirarse en Pinterest con cuentas como A Little Patch of Paradise y Adding a Little Bit of Life, o el blog Flores del Sol.
Lorena García, paisajista afincada en Los Ángeles, es la responsable del blog ‘Del puente a la alameda’.
Del puente a la alameda
Después de todo, parece que el amor es correspondido y que las plantas se están esforzando en hablar el idioma de sus nuevos cuidadores: las más espabiladas ya chatean y tuitean.
“En esta época de culto a la imagen, puedes encontrar cada día millones de istantáneas que representan la naturaleza como algo bucólico, con cierto toque retro y de libertad. Pero dudo mucho que la mayoría de la gente tenga un verdadero interés por conocer ese paisaje o por saber el nombre de una planta, como se comporta y cuál es su origen. Simplemente les gusta la imagen y la utilizan”, dice García como resumen de esta moda que, dure mucho o dure poco, al menos nos habrá alegrado la primavera.
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