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Elvira González: «Elena Asins fascinaba, sabía encandilar. Y era feminista, pero muy sui géneris, muy independiente»

Con Apertura Madrid Gallery Weekend arranca la nueva temporada del arte y Elvira González muestra obra inédita de Elena Asins. La galerista recuerda a esta figura única.

La artista Elena Asins en 2012, durante la exposición 'Encuentros tardíos'.
La artista Elena Asins en 2012, durante la exposición 'Encuentros tardíos'.Koldo Mitxelena Kulturunea

El primer recuerdo que tengo de Elena Asins (Madrid, 1940–Azpíroz, Navarra, 2015) es cuando le dieron la beca de la Fundación Juan March en 1981 para ir a Estados Unidos. Ella no se acababa de decidir y yo oí que si no se marchaba la perdería. Sin conocerla mucho, la llamé por teléfono para decirle que tenía que irse. Finalmente viajó a América, después estuvo en Alemania y en todo este tiempo el artista Pablo Palazuelo no dejaba de hablarme de lo que estaba haciendo. Eso logró que me interesara en su trabajo, fui a hablar con ella y así empezamos una relación más personal que llevó a que comenzara a exponer su obra en mi galería de entonces, Theo.

La galerista Elvira González, ante una obra de Chema Madoz.
La galerista Elvira González, ante una obra de Chema Madoz.Jean Marc Manson

Las conversaciones con Elena siempre eran divertidas, a su manera era cáustica, pero tenía mucho sentido del humor. En las distancias cortas resultaba interesante, fascinaba, sabía encandilar. Y era feminista, pero una feminista muy sui géneris, muy independiente. Me atraía su inteligencia, lo peculiar que era. A mí me gusta que los artistas sean artistas, también en su manera de vivir, de ser, de actuar… Y además Elena Asins era una figura muy respetada por los otros artistas, como Pablo Palazuelo y Luis Gordillo. La admiraban mucho, pero era una mujer difícil, una creadora muy volcada. Era una persona con gustos refinados, una vegetariana convencida, muy generosa y siempre en una lucha constante con el dinero. En Galería Theo le hicimos varias exposiciones y además le dábamos una mensualidad, que era una manera de poder ayudarla a trabajar teniendo una tranquilidad. Pero ella era disparatada: tenía un estudio que estaba bien pero quería otro mejor y se cambiaba, siempre se superaba y llegaba un momento en que no sabía medirse. Podía venir a verte con unos bombones estupendos y después pedirte dinero para un taxi. No tenía medida con el dinero y, sobre todo, era muy generosa, pero sin tener posibilidades para serlo.

‘Calligrafie (4/4 elementos), 1989.
‘Calligrafie (4/4 elementos), 1989.Galería Elvira González

La recuerdo como una gran artista, con mucho rigor, muy empeñada en su trabajo. No buscaba complacer ni crear piezas para vender. Realmente trabajar con la obra de Elena no resultaba sencillo, pero siempre ha tenido coleccionistas que la han seguido y respetado aunque la suya no fuera una pintura amable. No buscaba agradar, no daba facilidades, no era de las que iban a las tertulias ni a los cafés. Su trabajo la absorbía, era lo que es para muchos artistas, una droga.

Fue una precursora en utilizar el ordenador en el arte, una artista conceptual pionera en el movimiento cibernético. Conoció a Noam Chomsky, estudió semiótica en Stuttgart con Max Bense, le interesaban las matemáticas y la música… Y los matemáticos la respetaban, porque ella no era una frívola, lo suyo no era una pose, era de verdad, investigaba a fondo y no hacía concesiones. Yo, por supuesto, siempre respeto la opinión del artista y no me pongo a opinar. Hacíamos las exposiciones y los catálogos como ella los diseñaba; lo tenía muy claro, no hubiese aceptado sugerencias. Si tú la respetabas no le dabas opiniones.

‘Sin título’, 1971.
‘Sin título’, 1971.Galería Elvira González

En Apertura se podrán ver obras muy antiguas que no se han expuesto todavía y se podrá apreciar que aunque tenía un mundo muy propio su obra está integrada en su momento, en la línea de artistas como Sol LeWitt. En 2011 obtuvo el Premio Nacional de Bellas Artes, se le ha reconocido la importancia que ha tenido, y aunque ella lo donó todo al Reina Sofía, es importante mostrar su obra en una galería. Se trata de una manera de hacer que los creadores sigan vivos. Muere el artista, pero la obra no. Pasó sus últimos años en un caserío, era bastante solitaria y protegía su vida privada. Allí tenía un núcleo de gente, una red. Elena era como un pajarito, siempre te daban ganas de protegerla.

*Apertura Madrid Gallery Weekend 2020 se celebra del 10 al 13 de septiembre en 50 galerías. En Elvira González se verá la muestra ‘Elena Asins. Obras de 1970 a 1990’.

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