Versace, colección 1 antes de H&M

Con un pie puesto en su colaboración con H&M -cuya primera tanda de prendas, complementos y accesorios, más ropa de hogar, llegará a 300 tiendas seleccionadas el 17 de noviembre-, Donatella Versace presentaba este fin de semana en Milán sus propuestas Primavera/Verano 2012. 

El impacto de sus creaciones se perdía por el camino ante la expectación levantada por su entrada en el mundo lowcost. Cada salida parecía despertar en el prójimo ese viciado interés de si encontraremos algo parecido en los burros de la cadena sueca, y es que las más avispadas deben de estar ya manos a la obra con el trazado de estrategia: tiempo de cola y acercamiento a la presa.

A juzgar por el tono escasamente abigarrado de esta colección veraniega -minivestidos, shorts emparejados con bandeaus más toreras, y gowns en colores pastel, todos prácticamente vírgenes de estampado, esta vez motivos marinos como estrellas, caracolas y crustáceos, escasos en remaches y demasiado desnudos de referencias-, todo apunta a que Donatella está allanando el terreno para que el bofetón revival que nos propine en unas semanas nos haga dar palmadas con las orejas.

Según reza el comunicado con el que el pasado junio se sellaba oficialmente el acuerdo: «Donatella Versace ha rebuscado en los archivos de la firma para actualizar algunas piezas clásicas de Versace. La colección para ellas estará caracterizada por vestidos perfectos que simbolizan el espíritu de la próxima temporada, con elementos como piel, seda y estampados de colores y accesorios que incluyen tacones altos y bisutería».

Vamos, que la casa de la medusa se reserva lo gordo para el pueblo llano mientras se lava la cara y prueba nuevas fórmulas para sus fieles clientas. Unas compradoras que, a juzgar por los diseños de la próxima primavera-verano, buscan evolucionar y no estancarse; brillar y marcar curvas, eso siempre, con oros, cremalleras y escasas de tela, pero algo más lánguidas y discretas.