El jardín florido de Montesinos

El tema botánico pega fuerte en esta edición de la MBFWM, y Montesinos, el rey del atrezo se ha llevado la palma, con un heterogéneo jardín. Helena Barquilla, en plena demostración de que las tops de antes eran mujeres espectáculo, sale de detrás de un árbol membrillero con un mono de macramé, envuelta en hojas de parra, entre calabazas, y practicando rítmicas contorsiones (se nota que es tan o más yoggy que la Turlington). Aunque no hacia falta que hiciera aspaviento ninguno: basta con verla caminar.

Ahora sí que sí, los Bosé Dominguín están aquí y aúpan a los hijos de sus hijos -alguno hay que siempre desfila- con vítores y hurras.

La alegría está también en la pasarela. Donde el punto (presente también en calzoncillos y camisetas interiores para un hombre de complexión 'tarzanesca') convive con el encaje o el denim. Entre tanta frondosidad -los lirios, las lilas o las hortensias brotan por todas partes- se hacen un hueco fluidos minivestidos en tonos pastel y hombros descubiertos. De noche se alargan hasta los pies, ganando en movimiento y aire criollo, y se coronan con diademas de flores.

Gtres

Gtres