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Nadie se ríe de la moda como este artista

Kalen Hollomon parodia a las grandes marcas con fotomontajes (y sus ocurrencias se venden en por 2.000 euros en Colette)

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Instagram/@kalenhollomon

Cuando sobrepasó los 50.000 seguidores en Instagram Anna Wintour decidió ficharlo. Y eso que a este fotógrafo de California no le interesan los bodegones preciosistas o capturar a las modelos leyendo libros a las salidas de los desfiles. Nada de street style o perfeccionismo, a Kalen Hollomon (1980) lo que le va es crear 'collages' que mezclan revistas porno de los 70, publicidad vintage, a Cara Delevingne y otras supermodelos, escenas del metro y de la calle o recortar a la mismísima editora de Vogue USA para fotografiarla una tienda de chinos en Nueva York.

Kalen Hollomon

Un háztelo tú mismo con altas dosis de sociología pop que contrasta imágenes dispares sobre el lujo, el sexo y la calle (y arrancan más de una carcajada).  Él asegura que lo suyo va de "combinaciones poco ortodoxas que exploran el comercio, la moda, el género y los tabús". Ironías de la moda, lo que para muchas firmas podría haber sido un artista incómodo (no se ha cortado en fotografiar a una sin techo simulando una campaña de Comme des Garçons), para otros es un filón comercial con esa pátina de artista travieso y contestón de la clase que tanto gusta en la industria.

Tras la bendición de Wintour, Hollomon es el nuevo niño mimado del gremio. Ha firmado su primera campaña de moda con un iPhone y recortables para Tanya Taylor, una diseñadora recién llegada pero de la que seguro oíremos hablar mucho ahora que las estilistas y celebs andan rendidas a sus pies (viste a Rashida Jones, Taylor Swift, Mindy Kaling o Lizzy Caplan, entre otras). También ha sido el elegido para exponer sus parodias fotógraficas durante la semana de la moda parisina en ese templo del fisgoneo fashion en el que se mira mucho y se compra poco que es Colette. Hasta el próximo 24 de octubre se podrán ver sus montajes en el 213 de Rue de Saint Honoré y quienes se lo quieran llevar a casa, podrán hacerse con alguno de ellos por el módico precio de 2.000 euros.

 

Una foto publicada por Kalen Hollomon (@kalen_hollomon) el

 

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