La crítica carga contra el ‘porno de tortura’ de ‘The Walking Dead’
«Violencia vacía de significado» e «imágenes sin sentido de sadismo y crueldad» son algunos de los reproches que los especialistas en televisión han lanzado sobre el polémico capítulo que abre la séptima temporada de la serie.
¿A quién mataría Negan? El público de The Walking Dead andaba expectante en la emisión del primer capítulo de la séptima temporada por saber qué víctima había elegido Lucille, el bate del villano más villano que ha pisado la serie (interpretado por Jeffrey Dean Morgan). No era para menos. Su mónologo en la finale de la sexta temporada lo había dejado claro (un texto tan cargado de improperios que hasta la AMC tuvo que censurar 11 minutos para que se adaptase a los estándares de la televisión). Visto el episodio, la crítica no ha quedado satisfecha. Más bien está horrorizada. Las reseñas de las webs de entretenimiento más prestigiosas han cargado duramente contra la serie. Sus titulares lo dejan claro: La violencia vacía de ‘The Walking Dead’ (New York Magazine), The Walking Dead ya no es divertido (The Daily Beast) o La premiere de la séptima es lo peor de la serie (Indiewire), entre otros textos cargados de resentimiento contra el (todavía más intenso) viraje ultraviolento sin supuesto mensaje de la serie. Aquí va un resumen de lo que han dicho los expertos en la materia:
Matt Zoller (New York Magazine)
«He escrito sobre televisión en este medio durante los últimos 20 años y llevo viéndola desde hace 40 y no puedo recordar una serie de televisión que comercialize tan cínicamente con la crueldad, incluso con alegría, como esta saga de la AMC. […] El sadismo implacable de este episodio estaba calculado para poner a prueba la resistencia del público, algo así como el episodio de la boda roja de Juego de Tronos. […] La brutalidad era casi erótica, con inserciones amorosas hacia el arma sangrienta del villano, persistentes imágenes de rostros llorosos, aterrorizados rehenes y los planos angulares que hacían parecer a Negan un héroe malote».
«No es una cuestión de los niveles de violencia; que en sí mismos no me molestan. Casi nunca es el tipo de violencia o lo explícita que es lo que me vuelve en contra de una película o una serie de televisión. Siempre se trata de la visión del mundo de las personas que la ejercen. Eso es lo que es ofensivo para mí. No es la sangre derramada, sino la sensibilidad detrás de esta violencia. Hannibal – uno de los espectáculos más sangrientos de la historia de la televisión, y una serie que amo– envuelve toda la historia en una sensibilidad onírica y crea momentos de gran belleza, de terror y de ternura, por lo que el espectáculo nunca percibe como una letanía de la maldad […]
No veo mucho de eso en The Walking Dead, sólo lugares comunes sobre la deshumanización y la elección moral envuelto alrededor de un sinfín de secuencias, pornográficamente explícitas de zombies sacando vísceras, disparos, etc., a menudo en primer plano (que está «bien» porque son zombis), y más escenas de crueldad de humanos sobre humanos que se extraen para atraer al público, de modo que todos podamos disfrutar de la excitación eléctrica de ver a las personas que cometen violencia emocional y física, mientras nosotros mismos tratamos de confirmar que es una fábula moral sobre la colapso de la decencia tras el colapso de la civilización».
Melissa Leon (The Daily Beast)
«El porno de tortura es lo que la mayoría de la gente llama a esas imágenes sangrientas, imágenes vacías de crueldad sádica en una pantalla de televisión. The Walking Dead, sin sorprendernos, lo llama entretenimiento en prime-time. Yo lo llamo agotamiento. Cuando la vida real ya parece estar a unos calamitosos pasos de la distopía, :sobrevivir a una hora de esta implacable miseria no es entretenimiento, es una faena. […] Las razones para seguir viendo esta serie disminuyen. Eventos como ese laborioso espectáculo sin fin de un tormento tras otro, de pasar de un sitio seguro al siguiente gran malo malísimo. Es frustrante decir cualquier cosa sobre las acrobacias violentas y sin significado del pasado domingo (e incluso un poco aburridas). La vida, en The Walking Dead, y su visión del mundo es frágil y corta y llena de violencia inevitable e indiscriminada. Rara vez se ofrece una visión más profunda que esa».
Stuart Jeffries (The Guardian)
«Han sido 45 minutos de porno de tortura que se mezclaba con algo más difícil de aceptar: los sentimientos amargos sobre la humillación sistemática de los personajes que durante tantos años nos ha costado asmiliar para considerarlos como los buenos chicos de la serie».
«Este ha sido un capítulo miserable, tedioso y me hizo sentir fatal. No en un plan emocionalmente convincente, más bien en plan «debería estar viendo algo que merezca la pena». ¿Quién necesita esta basura?»
Jeremy Egner (The New York Times)
«¿Ha merecido la espera, como nos prometió Mr. Kirkman? Yo diré que no. Por una razón, no veo una razón de peso para el cliffhanger emotivo (en referencia a la cena de Acción de Gracias). Por otra parte, este no fue un buen episodio».
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