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Kokedama, la alternativa japonesa para decorar tu casa con plantas sin maceta

Esta desconocida técnica es prima hermana del bonsái y se adapta hasta a las manos más torpes. Su concepto es utilizar un tiesto viviente

Aunque Pinterest no lo crea, en términos de decoración hay vida verde más allá de las hojas de palmera y de la costilla de Adán. No acapararán tantas búsquedas, pero los kokedamas pueden ser esa alternativa para dar un toque exótico (y diferente) al copadísimo “estilo nórdico”. Esta técnica procede de Japón, como la de los bonsáis, aunque no resulta tan conocida.

Su traducción literal (“bola de musgo”) permite hacerse una idea muy precisa de su apariencia: una planta en la que se ha sustituido el tiesto por un ‘macetero viviente’ en forma de bola y recubierto de musgo. Pueden ir apoyados o incluso colgados del techo, ofreciendo un efecto decorativo muy curioso y diferente. “La idea era dar prioridad a la planta y a la raíz” comenta Nuria Saenz. Junto a su socia Laura Pinto lleva Rojomenta, una tienda de jardinería ecológica y arte floral de Madrid que se ha especializado, entre otras técnicas, en el kokedama.

Kokedamas de Rojomenta.
Kokedamas de Rojomenta.Cortesía de Rojomenta

Una de las peculiaridades de esta forma de tener plantas en casa es su sistema de riego. Nada de regaderas ni de platos en los que depositarla. Lo suyo es por inmersión: Se sumerge la bola, dejando que absorba el agua, y después “se escurre suavemente con una esponja”. El resto de cuidados como la luz, la humedad o la frecuencia de riego depende del tipo de planta con la que se haga el kokedama. Admite casi cualquiera, explica Saenz, pero “hay veces que no recomendamos determinados tipos porque necesitan tener raíz vista o porque sea muy delicada. Por ejemplo, no conviene hacerlo con plantas que están en plena floración”.

Lo ideal sería utilizar plantas que tengan “las mismas necesidades que el musgo: semisombra y humedad. Los helechos y las plantas que viven bien en condiciones en las que no incide el sol directamente son las que mejor se adaptarán” apunta Belén Delpero desde Kokedama Soul, su empresa de diseño botánico en Barcelona. Para conservar mejor el musgo, también recomienda pulverizar la bola entre riegos, “sobre todo en plantas que no requieren riegos frecuentes”. Tanto Delpero como Saenz coinciden en que no son más delicadas que cualquier maceta al uso, y que hasta los más torpes pueden cuidar de uno. Así que si se te mueren hasta los cactus, estás de enhorabuena. Si se cuida bien, su vida puede alargarse algunos años. Además, cada cierto tiempo hay que rehacer la bola, sobre todo si la planta va creciendo.

Kokedama colgante con helechos
Kokedama colgante con helechosCortesía de Kokedama Soul
Se adaptan a cualquier rincón de tu casa, pero están mejor en el interior que en el exterior.
Se adaptan a cualquier rincón de tu casa, pero están mejor en el interior que en el exterior.Cortesía de Kokedama Soul

¿Cómo se hace un kokedama?

Se parte de la planta, eliminando parte de la tierra de la maceta de plástico y moldeando la bola con los ingredientes que tenemos. Desde Rojomenta explican que hay distintas recetas, pero el ingrediente secreto, que también menciona Delpero, es la akadama. Esta arcilla 100% natural es de origen japonés y “ayuda a que la masa sea más plástica, retiene la forma, el agua y los nutrientes y deja que las raíces puedan respirar” explica Nuria Saenz. Hay otras opciones que lo elaboran por ejemplo con “turba y sustrato”. Una vez hecha la bola, se forra con musgo y se asegura con cuerdas o hilos para que quede compacto. Con esos mismos hilos luego se puede colgar del techo.

Los cuidados del kokedama dependen de la planta que se incluye.
Los cuidados del kokedama dependen de la planta que se incluye.Cortesía de Rojomenta

Partiendo del concepto de maceta orgánica, existen diferentes versiones. Belén Delpero describe alternativas en las que incluso prescinde del musgo, usando en su lugar fibra de coco para mantener la humedad de la planta, como un olivo que tuvo envuelto en una ‘maceta’ con cuerda de yute.

Al tratarse de una especie protegida y con muchas restricciones, tanto Rojomenta como  Kokedama Soul aseguran utilizar musgo de viveros que tienen su certificado de producción: “en nuestros talleres insistimos en que el musgo no se puede coger de la naturaleza, hay que respetarlo. Solo comprar musgo protegido” declara Nuria Saenz.

Ambas tiendas ofrecen la posibilidad de aprender a hacer tu propio kokedama en sendos talleres que imparten en Madrid y Barcelona. Por unos 35 euros por persona te enseñan la técnica con una planta que te puedes acabar llevando a casa. Para las manos más torpes, solo hace falta echar un vistazo a sus webs y elegir el modelo que más nos guste. ¿Ya has pensado dónde ponerlo?

Talleres de Kokedama Soul
Talleres de Kokedama SoulCortesía de Kokedama Soul

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