El error de Trump y otros hechos que evidencian las dificultades de una mujer astronauta
Christine Koch y Jessica Meir acaban de hacer historia. Pero tuvieron que corregir al presidente en plena misión espacial y esperar meses para viajar por no tener uniformes adecuados a la anatomía femenina.
De los más de 560 astronautas que han viajado al espacio a lo largo de la historia, solo 65 han sido mujeres. Por eso ayer, el paseo espacial que realizaron ayer Christine Koch y Jessica Meir hizo historia. Es la primera vez que dos mujeres hacen un paseo espacial sin ir acompañadas de un hombre.
Si no ha ocurrido antes, el pasado marzo, tal y como estaba planeado, fue porque la NASA no disponía de demasiados trajes habilitados para mujeres, y Koch tuvo que viajar con un compañero masculino, Mike Hague, que sí tenía un uniforma apropiado. Un “pequeño” error logístico que evidencia la posición de las astronautas en su sector y que enfureció a la mismísima Hillary Clinton.
Make another suit. https://t.co/mu9w13xsi0
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) March 26, 2019
La misión, reemplazar una batería de la estación espacial, se completó ayer con éxito. Y, además de por las dos protagonistas, estuvo comandada por mujeres casi en su totalidad. “Esperemos que este hecho acabe siendo algo normal”, narraba la astronauta Tracy Caldwell durante la retransmisión en streaming del acto. En la base de control otra compañera, Stephanie Wilson, les daba instrucciones.
«Están saliendo por la tele, no se pongan nerviosas», les dijo Trump durante la transmisión que, por si no tuviera suficiente con el comentario, las felicitó erróneamente por ser las primeras mujeres que realizan un paseo espacial (ha habido una decena antes)
“No queremos llevarnos protagonismo, porque ha habido muchas mujeres antes que nosotras”, declaraban, “aunque es la primera vez que dos mujeres, sin hombres, salen al espacio”. Y la primera, también, que una mujer pasará una larga temporada en órbita, porque Christine Koch pasará once meses en órbita, un tiempo récord para una astronauta.
Curb appeal. It’s not often I get to see my house from the outside. This photo I snapped on my spacewalk last Friday captures the habitable modules that I have called home for the last eight months. Pretty lucky to be living inside an engineering marvel. pic.twitter.com/djbnCstXfN
— Christina H Koch (@Astro_Christina) October 15, 2019
La estancia de Koch servirá para investigar, por fin, cómo afectan las condiciones no gravitatorias en el cuerpo de las astronautas. “Las mujeres tienen otras dinámicas de sudoración distintas a las de los hombres. Los trajes estñan diseñados para que ellos mantengan una temperatura estable, pero no ellas”, comentaba la investigadora Mary Robinette Kowal en el New York Times, dodne también recordaba que cuando Sally Ride se convirtió en 1983 en la primera americana en viajar al espacio “se le hizo un kit especial de maquillaje, y se le preguntó si necesitaría cien tampones para una semana, porque estaban perdidos”.
Gearing up for Friday’s spacewalk to help the ground teams repair one of the battery channels with @Astro_Christina.
— Jessica Meir (@Astro_Jessica) October 16, 2019
. . . first spacesuit selfie, check!✔️
Photos will be much more spectacular once we pass through the hatch. Be sure to watch live: https://t.co/8ggAQFbzAh pic.twitter.com/oXUDnDvLLY
La primera mujer en viajar al espacio fue la rusa Valentina Tereshkova, en 1963. Tuvieron que pasar dos décadas hasta que otra compatriota suya, Svetlana Savitskaya, hiciera lo propio, y se convirtiera en la primera astronauta en acceder a una estación espacial. De las poco más de sesenta que han traspasado la atmósfera, solo quince de ellas han salido de la nave que las transportaba para completar misiones. La NASA ha puesto en marcha la misión Artemis, que llevará al menos a una mujer a la Luna antes de 2025.
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