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Adiós, camiseta heavy de postureo. Hola, top de peli ochentera

Zara y Uniqlo se llenan de prendas de los Goonies, Gremlins, E.T, Tiburón y Flashdance, prueba de que el cine comercial de hace casi 40 años marca, para bien y para mal, a varias generaciones.

Camisetas de películas y series disponibles en Zara.
Camisetas de películas y series disponibles en Zara.

Tenía que pasar. Tras las camisetas de skater (incluso para gente que no ha subido jamás a un patín) y de bandas heavies (en el torso de personas que tienen más de una canción de Pablo Alborán en su móvil) llegan las de películas y series de los 80, y ya no hace falta encontrarlas en tiendas vintage. Están ahí al alcance de la mano. Zara ha lanzado una colección completa que incluye piezas de los Goonies, Flashdance, Jurassic Park, el Romeo y Julieta de Baz Luhrman, la primera Parque jurásico, Los vigilantes de la playa y Dinastía. En Uniqlo tienen las de Regreso al futuro, Chucky, el muñeco diabólico, varios modelos de Gremlins y E.T. y, por supuesto, de las dos primeras entregas Star Wars.

Curiosamente, ninguna de las dos grandes cadenas se ha lanzado con los clásicos de John Hugues, ni con Grease o Dirty Dancing, pilares del mainstream ochentero para el público femenino. Pero no hay que temer. Quien quiera hacerse con una prenda con referencias a Sandy o a Baby tiene múltiples opciones, entre ellas Etsy y la web 80s Tees. Ahí hay para todos los gustos: camisetas de Alien, Karate Kid, Rocky, La princesa prometida El color del dinero, Caddyshack, Superdetective en Hollywood y hasta de La chaqueta metálica y El resplandor.

El público natural de estas piezas, sobre todo las de las grandes cadenas, no es tanto aquellos que vieron esas películas cuando se estrenaron, sino los que, por desgracia, ya han conocido a Michael J.Fox como un señor con parkinson. Y que generacionalmente están condenados a cargar con una nostalgia heredada. La crítica de cine Desirée de Fez reflexionaba sobre eso recientemente en una columna en El Periódico titulada Huérfanos de películas de infancia: “Hay algo desolador en imaginar una generación huérfana de referentes exclusivos, sin películas que les descubrieran un mundo y les marcaran de niños”.

Lo cierto es que por motivos que van de lo económico a lo demográfico, el corpus de cine comercial de los 80 tiene una simbología y un atractivo reconocible para varias generaciones, algo que no pasa con las décadas anteriores ni posteriores. “Los adultos de hoy que vieron de niños esas películas de los ochenta todavía las adoran, mientras que quienes alanzaron la mayoría de edad en los sesenta no sienten lo mismo por las películas de adolescentes de su juventud, como la franquicia Escándalo en la playa. De hecho, estas películas de los ochenta me gustan más que cuando las vi por primera vez, cosa que no puede decir de todo lo que me gustaba entonces (…) Lo más sorprendente es que los adolescentes de hoy, que nacieron mucho después de que la década terminada, adoran las películas de los ochenta como yo nunca lo hice con las películas con las que crecieron mis padres”, constataba Hadley Freeman en el prólogo de Time of My Life (Blackie Books), el libro que dedicó por entero a su amor por las películas que se lo enseñaron todo, que, en sus palabras, le proporcionaron “las pautas vitales para distinguir qué es divertido (Eddie Murphy), fresco (Bill Murray) y sexy (Kathleen Turner)”.

Camiseta de Los Goonies.
Camiseta de Los Goonies.

Dicho esto, revisar la iconografía del cine palomitero de los ochenta no está exento de riesgos. Molly Ringwald, una de las caras de la década, lo hizo hace poco para The New Yorker, cuando se enfrentó a su propia filmografía con una óptica feminista. Ringwald volvió a ver 16 velas, El club de los cinco y La chica de rosa, su trilogía adolescente, y le perturbó ver cómo sus personajes muchas veces eran receptáculos, cuando no víctimas, del deseo de los chicos. “¿Cómo se supone que tenemos que sentirnos sobre el arte que amamos y rechazamos a la vez?”, se preguntaba. Está claro que no todas esas películas icónicas han envejecido igual y que no deja de ser injusto meter en el mismo cajón (el de las camisetas) a Tiburón y a Top Gun, a La princesa prometida con Porky’s.

Pero igual que el verano pasado vimos las calles llenas de dudosos fans de Metallica y AC/DC, este año tampoco se pide una tesis sobre la política del blockbuster ochentero a quien quiera ponerse un top con las caras de Bocacas, Gordi, Mikey, Brand, Stef y Data.

Camiseta de ‘Regreso al futuro’ de Uniqlo.
Camiseta de ‘Regreso al futuro’ de Uniqlo.
Camiseta de ‘Pulp Fiction’.
Camiseta de ‘Pulp Fiction’.

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