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Mango eliminará 160 millones de bolsas de plástico al año: «Nuestros clientes nos lo han pedido»

Beatriz Bayo, directora de responsabilidad social corporativa de la cadena, reflexiona sobre la nueva meta alcanzada y explica los objetivos a corto plazo de la marca en términos de sostenibilidad.

Beatriz Bayo, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Mango.
Beatriz Bayo, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Mango.Cortesía de Mango
Clara Ferrero

Mango da un paso más en su cruzada contra el plástico. La misma por la que decidieron sustuir en sus tiendas las bolsas blancas y negras de plástico por la versión de papel y que ahora lleva a la marca española a hacer lo propio en su cadena de suministro. La medida, que se irá implementando poco a poco, desterrará todas las bolsas de plástico que se utilizan para distribuir sus productos, lo que supone el ahorro de unos 160 millones de bolsas anuales. En su lugar apostarán por un packaging elaborado con papel tisú, un material hecho de pulpa natural de fuentes renovables que como tal puede reciclarse entre cuatro y seis veces. «Para nosotros era imprescindible más que nunca pensar en cómo eliminar millones de plásticos y minimizar nuestro impacto negativo. Nuestros clientes nos han pedido en varias ocasiones medidas al respecto, por lo que era hora de responder a sus expectativas», cuenta a S Moda Beatriz Bayo, directora de responsabilidad social corporativa de la cadena.

La medida forma parte de un plan de sostenibilidad mucho mayor. No solo están ampliando la línea Committed –productos diseñados siguiendo criterios sostenibles–, sino que antes de 2025, el 100% del algodón utilizado en sus prendas será de origen sostenible y el uso de poliéster reciclado aumentará hasta el 50% antes del mismo año. Además, la etiqueta firmó en 2019 un acuerdo con el Fashion Pact, una coalición global que tiene como objetivo impulsar la sostenibilidad medioambiental de los sectores textil y moda logrando que las empresas firmantes se comprometan a luchar contra el cambio climático, preservar la biodiversidad y proteger los océanos.

«Empezamos la búsqueda de materiales alternativos al plástico y nos pareció que estas bolsas de Seaman Paper aportaban muchas ventajas en cuanto al material y las posibilidades de diseño, así que comenzamos a hacer pruebas para ver la respuesta de la nueva bolsa desde las fábricas de producción, pasando por el transporte hasta nuestro centro de distribución de Lliçà (Barcelona) o las tiendas», detalla Bayo. Tras realizar pruebas piloto en Marruecos, China y Turquía, la empresa ha decidido lanzar la iniciativa en las prendas dobladas producidas en proximidad para progresivamente ir ampliando. Por el momento, al recibir, por ejemplo un pedido online, convivirán las bolsas de plástico con las de papel, pero poco a poco se irán eliminando las primeras.

Así es el almacén de prendas colgadas de Mango, que puede almacenar siete millones de prendas.
Así es el almacén de prendas colgadas de Mango, que puede almacenar siete millones de prendas.Cortesía de Mango

A pesar de que la industria de la moda atraviesa tiempos difíciles debido a la crisis sanitaria y la consiguiente debacle económica, Bayo considera que es importante «saber detectar las oportunidades» siendo este el «mejor momento para ser transparentes». «El consumidor cada vez quiere saber más de lo que compra: dónde se produce, cómo se ha tratado, qué productos químicos se han utilizado… Es el momento de trabajar en la trazabilidad y aportar transparencia. De ahí que hace poco hayamos hecho pública en nuestra web corporativa la lista de fábricas de confección que trabajan para Mango», apunta.

Esta apuesta por la transparencia, así como las nuevas bolsas de papel, subraya el compromiso de la compañía por «cumplir con un ambicioso plan que tiene como objetivo la transformación sostenible de la empresa», en palabras de Bayo. Según cuenta, esa responsabilidad también para por educar al consumidor. «Observamos aún una laguna de conocimiento en este sentido y somos responsables también de esta tarea: llegar a nuestro cliente y hacerlo partícipe de nuestro compromiso y objetivos». En este sentido, valora el nuevo packaging como una buena forma de hacer que el consumidor capte el mensaje y contribuya a asegurar el ciclo de vida de las bolsas, ya sea reutilizándolas o reciclándolas. «Reciclar papel resulta normalmente mucho más fácil que el plástico y presenta menos dudas, por lo que el modelo circular está más ampliamente garantizado», argumenta la directora de responsabilidad social corporativa. Y concluye: «Es realmente un proyecto desafiante, pero hemos apostado firmemente por ello».

Zona de doblado del nuevo centro logístico de Mango en Barcelona.
Zona de doblado del nuevo centro logístico de Mango en Barcelona.Cortesía de Mango

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Sobre la firma

Clara Ferrero
Es redactora en S Moda, revista en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera. También es cocreadora de 'Un Podcast de Moda', el primer podcast en castellano especializado en la temática. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, y especialista en Comunicación de Moda por la Universidad Complutense.

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