Bésame, la marca especialista en tonos de rojo retro encargada del espectacular maquillaje de ‘Hollywood’
Gabriela Hernández, fundadora e historiadora experta en cosmética, confiesa cuáles son los labiales utilizados en la serie y por qué decidió crear una firma que replica los productos de los años 20 a los 50.
Todo en Hollywood, la nueva serie de Ryan Murphy disponible en Netflix, rezuma realismo. No solo las historias de sus personajes se inspiran en vivencias reales (el fatal salto de la actriz Peg Entwistle desde el mítico cartel de Hollywood es el detonante argumental), también el vestuario y el maquillaje recrean de forma veraz e hipnótica aquellos años dorados de la meca del cine. Si la figurinista de la serie incluso buscó tejidos con la misma caída que los de los años cuarenta, el equipo de maquillaje capitaneado por Eryn Krueger Mekash no se quedó atrás. Todos los rojos de labios utilizados en la ficción recrean el tono exacto de los labiales disponibles en la época. Incluso se apostó por usar máscara de pestañas como las de entonces: una paleta sólida de color negro que, tras mojarse con agua, se aplicaba con un pincel.
Bésame Cosmetics, una firma especializada en la reproducción de pigmentos y productos vintage, es la responsable de los espectaculares y fidedignos maquillajes de la ficción. Fundada en 2004 por Gabriela Hernández, historiadora experta en cosmética, con el propósito de recuperar la rutina de maquillaje de su abuela, los labiales, polvos y máscaras de la firma transportan al pasado por sus colores y sus envases retro. Motivos que la han convertido en imprescindible de sus fanáticos a lo largo y el ancho del globo, pero también de las ficciones de Murphy. «Hemos trabajado con él en series como American Horror Story, Feud y Screen Queens. Muchas de sus producciones están ambientadas en diferentes periodos de tiempo, por lo que nuestros productos son excelentes para reproducir ese momento», cuenta Hernández a S Moda.
Además de maquillar al elenco de la ficción de Netflix utilizando los polvos compactos Cashmere Powder –reconocibles por la ilustración de una mujer de los años 40 en la tapa–, los coloretes en crema o las máscaras de pestaña sólidas, los tonos de rojo empleados han despertado auténtico furor. Red Hot Red, inspirado en un tono lanzado en 1959, Besame Red (1920) y Cherry Red (1935) son los tres labiales de la firma que lucen en la pantalla Patti LuPone, Samara Weaving o Laura Harrier. Los tres tienen un precio de 23 euros y rezuman espíritu retro desde la propia carcasa dorada con flores que los protege. «Muchas de las cajas y atrezo utilizados en la farmacia Schwab son nuestros», confiesa la historiadora y fundadora de esta firma bautizada en honor al bolero Bésame mucho de Consuelo Velázquez.
Aunque la marca se hizo viral en Internet hace unos años por su máscara de pestañas Cake Mascara, que recrea el primer rimel lanzado por Maybelline tras inspirarse en las sombras negras que los hombres utilizaban para marcar sus bigotes y patillas, los rojos de labios son su punto fuerte. «Nuestra obsesión con el rojo se explica porque abarcamos desde los años 20 a los 50 y durante esas décadas la mayoría de los pinlabios del mercado eran de ese color. Los tonos de aquellos años son muy versátiles y funcionan tanto en looks vintage como modernos porque siguen siendo clásicos después de todo este tiempo», cuenta la que también es autora del libro Classic Beauty: The History of Makeup (Belleza Clásica: La historia del maquillaje).
Argentina de nacimiento y estadounidense adoptiva cuando a los 12 años se mudó allí con su familia, Hernández produce todos sus cosméticos en California sin parabenos, gluten ni aceites minerales y son cruelty free, además de aptos para pieles delicadas. Ver a su madre y su abuela maquillarse a diario cuando era niña fue lo que despertó en ella una temprana pasión por la cosmética, asombrada por cómo aquellas mujeres modificaban su imagen utilizando unos pocos productos. Esa es también una de las máximas de su marca: oferta reducida, pero bien desarrollada y de larga duración (las valoraciones de los cosméticos en su tienda online así lo constatan).
Coleccionista de auténticas reliquias y rarezas de principios de siglo, Gabriela se confiesa auténtica fanática de los años 30. «Es la época que más me gusta recrear. Me encanta la moda de ese período que, al ser anterior a la Segunda Guerra Mundial, aún era muy importante a pesar de que la gente no tenía mucho dinero después de la Gran Depresión. A nivel maquillaje, fue un momento único con la creación del pan-cake (predecesor de la base actual) y los looks que demostraban que la gente podía utilizarlo a diario».
Como experta en esto de lograr el rojo perfecto, Hernández aconseja que lo más importante para obtener un resultado digno de las grandes divas de Hollywood es exfoliar los labios antes de pintarlos e hidratarlos bien mientras se aplica el resto del maquillaje. «Cuando hayas terminado con el resto del rostro, quítate el bálsamo labial y utiliza un pincel para tener más control. Es importante aplicar el color en varias capas finas y terminar con un poco de polvo translúcido para prolongar su duración», recomienda. ¿El tono más adecuado para aportar un poco de color a los tiempos de incertidumbre que vivimos? Para ella, el Victory Red. «Creo que debemos ser optimistas y siempre que quiero animarme utilizo ese tono. Es un color de la Segunda Guerra Mundial y fue hecho especialmente para mujeres con uniforme. Es brillante y alegre, pero también un rojo neutro que sienta bien a la mayoría».
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