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Las zapatillas salen del gimnasio

El calzado más deportivo adquiere una nueva dimensión chic en los pies más trendsetter.

miranda kerr

Pobres deportivas. Dadas de lado, miradas por encima del hombro, desajuntadas . Hemos estado fascinadas con los encumbrados tacones y ocupadas con nuestra modosita amiga la bailarina, esa que se puede llevar a todas partes. Después de su momento de gloria en la década de los noventa, cuando Kate Moss era castaña y calzaba Adidas Gazelle, las zapatillas de deporte han ido alejándose del radar de la moda. Fuera del gimnasio solo eran aceptables para deportistas, skaters o Kanye West.

Hasta que llegó Phoebe Philo. La diseñadora salió a saludar tras el desfile de Céline otoño-invierno 2011 con unas zapatillas básicas y blancas. Ni siquiera eran unas más asimiladas Converse All Star. Philo, con su talento para dar a las mujeres lo que quieren aunque no lo sepan, hizo que las deportivas se vieran chic. En octubre, visitó la feria londinense de arte Frieze (donde todavía hay quien se pasea con un look completo de pasarela) con unas Nike de las de salir a correr. Y lo cómodo dejó de ser un concepto tabú.

Isabel Marant, otra diseñadora que hace de lo anodino deseable, ha colocado sus deportivas altas y retro futuristas en editoras de moda y famosas como Heidi Klum o Miranda Kerr. Se ha hecho la luz y de repente, salir en <span»> a pasear con tu retoño es más bien ridículo.

Marc Jacobs le gustan con espíritu adolescente. En cambio las Balenciaga de piel de lagarto son de un lujo adulto, discreto y muy contemporáneo.Pero las zapatillas estrella de la temporada son sin duda las de la codiciada colección de Miu Miu. Cubiertas de brillantina y cuajadas de pedrería, a ver qué portero se atreve a pararlas en la puerta de una discoteca.

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