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Las perlas cultivan nuevos roles

Marcadas por la tradición y las herencias familiares, ahora innovan diversificando su uso y su forma, se rebelan como complemento de looks alternativos y no entienden de edad, género ni clases sociales.

Perlas
Almudena Ávalos y Cristina Pérez-Hernando (Realización)

Reúne a un grupo de mujeres muy distintas entre sí y todas tendrán algo en común: una anécdota alrededor de las perlas. El recuerdo de sus abuelas, las primeras que se pusieron, las que guardan con cariño desde la infancia, fotogramas grabados a fuego de algunas películas o las ensangrentadas de la canción de Alaska y Dinarama. Estas joyas han iluminado a iconos y atrapan el valor sentimental de quien las lleva. Ante la supuesta superstición de tristeza que otorga el aljófar a las mujeres, hay frases como la de María Félix: «Las únicas perlas que me hacen llorar son las falsas». Lo mismo podría decir Pitita Ridruejo si no fuera porque porta en la muñeca unas de este tipo, con un santo, que le ha regalado una amiga. El resto son tan auténticas como ella.

Pitita es un personaje de culto en la sociedad española. Hasta tal punto que cada vez que se habla de un círculo de mujeres de su perfil se las denomina «pititas». Su educación aristócrata y una vida repleta de anécdotas la han convertido en un mito. Ha publicado el libro La virgen María y sus apariciones (Espasa), donde narra el tema en el que más ha profundizado en su vida. «Desde hace muchos años he dado conferencias por todo el país hablando de las apariciones de la virgen María. Había llegado el momento de recogerlo en un libro».

«Todas mis perlas guardan recuerdos personales» Pitita Ridruejo Escritora

Pablo Zamora

Tal y como le habíamos pedido, trae con ella sus joyas, y cada una con su historia. «Casi todas las que llevo hoy me las dio mi mamá, excepto las que fueron obsequios de mi marido. Tienen algo que las hace especiales y nunca me falta ninguna. Además, son muy sencillas y guardan la belleza del mundo».

El anillo que porta en su dedo anular lo compró en Hong Kong. «Tienen las perlas más bonitas que he visto en mi vida, su esfera es perfecta». De recuerdos también se empapa José Toledo al hablar de estas piezas. Tras 18 años de programas de televisión ininterrumpidos, ha hecho un parón para estudiar nuevos proyectos. Confiesa cómo con sus primeros ahorros le hizo un regalo a su madre. «Fue un collar y unos pendientes de perlas. Le podía haber comprado un diamante, pero sabía que así acertaría seguro». Sobre la forma de llevarlas, cree que hay que quitarse el miedo. «Al contrario de lo que se piensa, no echan años encima. Hay que combinarlas bien. Con una camisa masculina y unos vaqueros quedan estupendas. Audrey Hepburn las llevaba como nadie». 

«Cada vez que leo los diarios de Anaïs Nin la imagino con un collar de perlas» Julia de Castro Actriz, músico e impulsora del grupo musical De la Purísima

Pablo Zamora

Cuestión de carácter. Con una personalidad única también las sabe lucir la actriz y cantante Julia de Castro en uno de los vídeos de su grupo De la Puríssima que más se ha visto en Internet. «Aparezco en una gasolinera envuelta en collares de perlas y una casulla antigua de obispo», explica. Cuando Julia descubrió el cuplé, género que fusiona con jazz, se sintió identificada «con los tabúes de sus letras y decidí desarrollarlo con mi banda». El 13 de septiembre estrena la obra Antipasti, junto a Bimba Bosé, en el Teatro Apolo de Madrid. «Es un concierto teatral inspirado en la Italia de los años 50», cuenta. Y en 2014 publicará su primer disco, Virgen, y rodará la película Brava, de David Priego. La joven describe con gracia cómo, cuando era pequeña, su madre le prohibía leer el libro Fuego, de Anaïs Nin, «y con el tiempo, lógicamente, se acabó convirtiendo en una de mis escritoras favoritas. En las fotografías que he visto de ella nunca llevaba joyas pero siempre que leo sus diarios me la imagino con perlas».

Pero si hay joyas que deslumbran en la noche más canalla de Madrid y Barcelona son las que lucen las Gloo Gloo Girls. La agrupación surgió hace un año en una de las fiestas travestis más famosa, Que trabaje Rita. Formado por Venedita, Hornella, Sansaro y Raza actúan en la obra El intérprete, de Asier Etxeandía, y en distintos clubs de España. Todas utilizan alhajas en exceso en su vestuario. «Es un básico con el que siempre aciertas», dice Venedita, quien confiesa que la transportan a los años 20. Para Sansaro tienen un valor más sentimental. «Lo primero que me viene a la cabeza es un collar de mi madre». 

«No me quito un anillo de Delfina Delettrez con pequeñas perlas que me regaló mi novio» Miriam Giovanelli Actriz

Pablo Zamora

La actriz Miriam Giovanelli llega contando lo feliz que está con su carrera cinematográfica italiana. Ha estrenado tres películas en el país vecino (ha rodado dos más) y está en España grabando la serie de Antena 3 Galerías Velvet.

Nos muestra con desparpajo un anillo que le ha regalado su novio. «Es de Delfina Delettrez. Cuando lo vi, me encantaron las dos pequeñas perlas que tiene a cada lado y le insistí… hasta que me lo regaló». Dice que las esferas de nácar siempre han estado en su vida. «Me hice agujeros en las orejas para ponerme unas en la comunión. Después, cuando entraron unos ladrones en mi casa, solo se hablaba del robo de las perlas», bromea.

La joya del flamenco de vanguardia, Rocío Molina, quien posee el Premio Nacional de Danza y actualmente está de gira internacional con tres shows distintos, habla de la pieza que prepara para 2014. La malagueña tiene una fuerza animal sobre el escenario que contrasta con su timidez al hablar. El arte de sus taquicárdicos taconeos hipnotiza a la audiencia. «En los países nórdicos y en Japón el público contiene sus sentimientos durante todo el espectáculo y no es hasta el final cuando rompen emocionados a aplaudir». Es la Rocío más reflexiva la que ve un paralelismo entre su arte y las perlas. «Ambas contienen el mismo misterio detrás. Es la sutileza con la que se crean, la naturaleza de algo tan puro, lo que me recuerda al flamenco». 

«El flamenco guarda el mismo misterio de la naturaleza que estas joyas» Rocío Molina Bailaora y coreógrafa

Pablo Zamora

Esa autenticidad es la que defiende la directora de cine Paula Ortiz, quien tiene el don de hacer que sientas que forma parte de tu familia desde que la conoces. Ella ha dedicado su vida al ámbito académico y la investigación. Pero en 2011 presentó su primera película, De tu ventana a la mía, y se alzó con el premio Pilar Miró al mejor realizador joven. Desde entonces, muchas miradas del mundo del cine esperan su segundo largometraje, La novia, que comenzará a rodar el año que viene: «Es una versión de Bodas de sangre con los textos originales». Lectora empedernida, e hija de maestros, nos recuerda una fábula china que explicaba la metáfora de la perla. «Habla de cómo un grano de arena entra en la ostra y esta, para defenderse del elemento extraño, crea una protección con nácar. Es el mito de la belleza: transformar un grano en el colmo de lo bello». Y de los chinos pasó a su familia. «Es un matriarcado. Y mis abuelas cuentan que, aunque vivieron una austera posguerra, solo tenían un traje de chaqueta, un par de zapatos y un collar de perlas. Las cuidaban con mucho amor, y eso es algo precioso».

Con unas discretas esferas de Tous que siempre lleva iluminando sus orejas, la agente literaria Sandra Bruna contagia su ilusión por su innovador SB e&books: «Es un servicio digital con el que damos oportunidad a escritores nóveles. Leemos sus obras y, si tienen calidad, las incluimos en distintas plataformas bajo el sello de Sandra Bruna. Así, las editoriales pueden fijarse en el número de descargas en Internet y decidir llevarlas al papel». El mayor logro de su carrera profesional fue La catedral del mar, descubrir a Ildefonso Falcones: «Es la perla de mi corona y gracias a ella la gente creyó en el olfato de mi equipo».

«Mis abuelas, en la posguerra, solo tenían un traje, un par de zapatos y su collar de perlas» Paula Ortiz Directora de cine

Pablo Zamora

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