La falda masculina vuelos de ida y vuelta

«Ahora Álex García no puede atenderte. Se está probando todas las faldas del mundo para vestirse en San Sebastián». Ésta fue la respuesta real a nuestra llamada al representante del actor (uno de los machos alfa de la serie Tierra de Lobos), que acaba de estrenar en el Teatro Español El burlador de Sevilla. Por desgracia, la falda que eligió no llegó a tiempo, y no pudimos ver al intérprete lucirla en el certamen, pero la conversación, transcurrida de la manera más natural, no hubiese tenido la más mínima verosimilitud hace solo unos años, lo que indica que (de verdad) algo está cambiando en la relación de los hombres con esta prenda de vestir.

La calle es la que tiene siempre la última palabra, y la que en anteriores ocasiones ha dicho «no» a las tentativas de generalizar el uso de la falda. Pero ahora incluso la tienda de moda online thecorner.com ha incluido la categoría «No Gender» (sin género) junto a las tradicionales «Hombre» y «Mujer». Y los grandes almacenes Selfridges de Reino Unido ya cuentan con cinco colecciones unisex que se exhiben al margen de maniquíes.

Otro de los indicios de que esta vez la cosa podría ir en serio es que este controvertido trozo de tela ha sido adoptado por el mundo del hip hop, una de las plazas más complicadas donde la ambigüedad puede torear, ya que siempre ha sido tildada de machista y conservadora. Kanye West tuvo que aguantar de todo en las redes sociales, y también por parte de sus colegas raperos, tras actuar en 2012 vestido con una falda de cuero de Givenchy. Pero no está solo. A su rebeldía se suman P. Diddy, Snoop Dogg, Jay Z, Cam´ron (que curiosamente fue uno de los primeros en ridiculizarlo) y hasta Eminem, lo que avala una más que incipiente tendencia. Solo queda que David Beckham se anime, y ya no habrá vuelta atrás.