Karl Lagerfeld, el hombre objeto

No es un invento nuestro, él mismo asumió en una entrevista con S Moda lo que llevábamos años viendo: "Mi verdadero nombre no es Lagerfeld, ¡es Logofeld!", confesaba a nuestra compañera Noelia Collado con total naturalidad. El Director Creativo de Chanel (y Fendi y su propia marca homónima) siempre ha vivido a años luz de la imagen del serio couturier que trabaja discretamente en su estudio. Muy al contrario, es un hombre del siglo XXI y se adapta antes que nadie a todas las nuevas corrientes (por ejemplo, tiene tantos iPods que en un momento de su vida tuvo que contratar una "niñera" para que se los mantuviera a punto).

De ahí que no sorprenda que haya encontrado una magnífica forma de obtener beneficios: licenciando su imagen. O, simplemente, dejando que otros la utilicen a placer. El resultado es que su rostro, su nombre y sus productos están en todos los ámbitos que podamos imaginar, no solo la moda. Desde una habitación infantil a un tocador pasando por la nevera o una taza de té. Nadie como él ha sabido sacarle provecho a lo que ya sabía: que su cara vende. ¡Y de todo!

Su última extravagancia ha sido aliarse con Sephora para participar en la creación de una edición limitada de maquillaje y pequeños accesorios de tocador. La próxima tendrá lugar en el verano de 2013 con una gama de relojes con su nombre que producirá la casa Fossil. "Gracias a Dios todavía me considero una persona, pero puedo ser usado como marca", dice Logofeld de sí mismo en su entrevista con S Moda. Una persona o un avatar, como cuando hizo acto de presencia allá en 2008 en el videojuego Grand Theft Auto IV. Allí aportaba música seleccionada personalmente por él para la banda sonora del juego, donde además interpretaba a un DJ. ¿Cuál será la próxima aventura de Mr Logofeld? Si atendemos a los antecedentes, cualquier cosa es posible.