Juguetes al margen de etiquetas: llega el primer muñeco sin sexo asignado
Creatable World es el primer muñeco customizable de género inclusivo. La colección creada por Mattel incluye seis modelos diferentes con distintos tonos de piel, sin maquillaje ni formas corporales definidas.
Érase una vez la fábrica de juguetes, donde se almacenan los juegos ya acabados y listos para ser distribuidos por las tiendas de todo el mundo, y era en ese preciso momento en que se acaba la jornada laboral y los empleados apagan las máquinas, las luces y se van a sus casas.
Cuando ya se ha hecho el silencio, es el momento en que los muñecos abandonan su inmovilidad y cobran vida, porque, como todos sabemos, estos seres aparentemente inanimados tienen su propio mundo al margen del nuestro, que solo algunos niños pueden adivinar. Pero en aquellos días el ambiente en esta fábrica de ilusiones era algo diferente; ya que Barbie, American Girl; los muñecos BTS, inspirados en la banda surcoreana de K-Pop del mismo nombre, y todos los demás juguetes tenían un nuevo compañero de aventuras que se llamaba Creatable World.
En Mattel ya estaban acostumbrados a dar la bienvenida a nuevos amigos, ya que las ideas y los proyectos eran cosas que no escaseaban en ese universo, pero la última creación era un tanto especial. Para empezar no se sabía muy bien si era un chico o una chica, ya que tenía vestidos para ambos sexos y su cara, aunque muy amigable y sonriente, no llevaba ni maquillaje ni pestañas, como les solía ocurrir a las muñecas diseñadas especialmente para las niñas. Además, Creatable World tenía la habilidad de cambiar de personalidad y representar cada noche un papel diferente. Era tan divertido y sorprendente que pronto los demás muñecos se olvidaron de si era chico o chica. De hecho, lo bueno de este nuevo amigo era que por mucho que se quisiera, era imposible ponerle etiquetas, ya que cambiaba mucho, aunque seguía siendo siempre el mismo. Y eso pasó a ser su mayor virtud. Ya todos los demás muñecos querían ser sus amigos y cada noche jugaban juntos y felices.
Pero volvamos al mundo de los mayores, cuando se encienden las máquinas y la gente empieza a trabajar. Un mundo donde la mayor parte de las jugueterías todavía dividen sus productos en secciones para niñas (muñecas, vestidos de princesa, peluches rosas) y niños (balones, videoconsolas, disfraces de súper héroes); aunque ya hace tiempo que hay propuestas de pedagogías y juegos más inclusivos, no binarios, como Let Toys Be Toys (LTBT), campaña que empezó en 2012 para concienciar a las tiendas sobre el fin de seccionar los juguetes por sexos (¿quién ha dicho que los niños no pueden jugar con muñecas y las niñas no pueden ser Batman por un día?); o su homólogo en el mundo de la literatura infantil, Let Books Be Books, iniciativa que salió a la luz en marzo del 2014.
En un mundo donde los niños trans son ya una realidad (aunque muchos colegios no sepan cómo abordarla) y donde los millennials se perfilan como la primera generación de la historia que puede convivir, con mayor o menor naturalidad, con la fluidez de género; Creatable World supone el primer muñeco customizable de género inclusivo, al margen de cualquier tipo de normas o etiquetas. La colección creada por Mattel incluye seis modelos diferentes con distintos tonos de piel, sin maquillaje ni formas corporales definidas y con un conjunto de complementos que incluyen ropa de ambos sexos, peluca y accesorios para que los niños creen su propio personaje. Y a partir del 25 de septiembre estará disponible en las plataformas digitales de El Corte Inglés y Amazon, así como en la tienda física y online de Toys “R” Us, a un precio recomendado de 39 euros.
Las muñecas no deberían ser solo para niñas
“La idea de crear este muñeco partió de los muchos sondeos que hacemos a los niños y adultos y sus respuestas sobre lo que les gustaría encontrar en los juguetes del futuro”, cuenta Kim Culmone, vicepresidente de Mattel Fashion Doll Design, “descubrimos que a los pequeños no les gusta que les digan qué juguetes son para chicas o para chicos, prefieren decidirlo ellos mismo y tampoco les gusta que le pauten cómo deben jugar. Son muy conscientes de su tiempo de juego y quieren opciones. Al mismo tiempo, muchos padres están preocupados con la generización de los juguetes. Creatable World es un muñeco adaptable, sin etiquetas ni género y que permite crear personajes una y otra vez. Pone al niño a cargo de la tarea de diseñar el modelo de juego que quiere y beneficiarse del hecho de jugar con muñecos, con todo lo que eso implica a la hora de inventar historias, ser creativo o de utilizar el juego como vía de autoexpresión. Abre un diálogo sobre cómo deben ser los nuevos muñecos y quién puede jugar con ellos (no solo las niñas) en esta sociedad cambiante, y nosotros estamos muy orgullosos de haber contribuido a sentar las bases para iniciar este debate”.
Si el juego es una manera de recrear al mundo, o de tratar de entenderlo, Creatable World es un muñeco que acepta todas las variantes posibles entre ser una chica y un chico cien por cien hetero. Entre ambos extremos existe un enorme abanico de posibilidades que los pequeños ya ven en el mundo real (bisexuales, trans, gays con pluma o sin ella, lesbianas, ladyboys o personas con look andrógino). “La última creación de Mattel ha sido diseñada para cualquier niño/a, entre los 5 y los 8 años”, comenta Mónica Dreger, vicepresidente de Global Consumer Insights de la marca, “puede resultar de gran ayuda un chico/a trans, porque puede verse reflejado como una opción tan válida como las otras, pero también está pensado para el universo mainstream, y tal vez pueda ayudar a comprender otras realidades”.
Las mentes infantiles aceptan todo fácilmente y con naturalidad pero las adultas, más contaminadas por la civilización o cultura, pueden sentir un cierto rechazo a la hora de comprarles a sus hijos un muñeco sin sexo asignado. Le pregunto a Dreger si no teme las reacciones más conservadoras, que pueden acusarlos de confundir a los más pequeños sobre su identidad sexual o desvirtuar a la madre naturaleza que, supuestamente, en la mayoría de los casos provee a los humanos con un pene o una vagina, aunque luego ellos quieran transitar al sexo contrario. “Somos conscientes de que este producto levantará críticas”, apunta Dreger, “pero creemos que estas son saludables y bienvenidas porque estamos en la tarea de cambiar algo gordo y, si hubiera silencio, significaría que habríamos llegado demasiado tarde. Los grandes cambios provocan siempre reacciones fervorosas”.
Jess Weiner es experta en asuntos culturales y CEO de Talk to Jess, empresa encargada de asesorar a marcas en el mundo de los negocios, dentro del marco del cambio social y la inclusión. Invitada al evento del lanzamiento de Creatable World en Los Ángeles, admite que “el reto está en cambiar los principios del mundo binario (esto es para chicos y esto es para chicas) y cuando se pide a alguien que reflexione un poco sobre esto o por qué piensa de esta manera la tarea es difícil. Pero creo que, al final, estamos llevado a la gente por el camino correcto, que es explorar una forma no binaria de creación y autoexpresión”.
¿Son los muñecos sin género el futuro de los juguetes?, “Ahora mismo lo que existen son juguetes muy divididos por sexos y todo lo que hay en medio es muy escaso, pero en el futuro próximo este espacio se ensanchará y todos los diferentes tipos de niños se verán representados”, sentencia Mónica Dreger. “Muchos niños se ven reflejados. ¡Mira este soy yo y mi amigo!, dicen, y muchos padres están contentos porque así ya no tienen que comprarle varias muñecas, una puede hacer múltiples papeles”, afirma Kim Culmone.
En un mundo cada vez más tecnológico y digital jugar a las muñecas puede ser una de las vías para inculcar a los pequeños valores que tal vez vivan sus horas bajas pero que serán cruciales para el futuro del niño y la humanidad, como la cooperación, o el difícil arte de mostrar los sentimientos. Según apunta Megan Perryman, creadora de la campaña Let Toys Be Toys, “sabemos ya de los múltiples beneficios de los muñecos a la hora de crear empatía, habilidades de comunicación y permitir a los pequeños recrear el mundo”. ¡Ojala que esa recreación supere al modelo actual!
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