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Instagram en Navidad: un resumen para apagar el móvil y no perderte nada

Estas fiestas llenan nuestro Instagram de estampas involuntariamente repetitivas. Te las resumimos para que no tengas que mirar el móvil hasta que terminen las vacaciones.

Cover Instagram

Las luces navideñas están colgadas, las cenas de empresa se han cobrado sus primeras víctimas, hace un frío que pela y, en menos de nada, los más desarraigados cogemos las maletas y volvemos al hogar que nos vio crecer.

Estamos oficialmente en Navidad y toca reunirse con nuestros seres queridos, recuperar la ilusión de un niño y, por supuesto, documentar y compartir en Instagram cada una de nuestras actividades festivas. Porque, ¿de qué sirven todos los esfuerzos decorativos, gastronómicos y regalísticos si no es para que el resto los vean y 'me gusteen'?

Por suerte o por desgracia, las fotos navideñas son tan predecibles como borrosas. Por eso, y porque queremos que aproveches estos días para desconectar de verdad y disfrutar de tu familia y tu comida, hemos confeccionado un resumen de todo lo que pasará en Instagram en estas fechas.

Lee esto hoy y aparta tu móvil hasta el nuevo año. No te perderás nada.

1. Foto de un montón de regalos envueltos al más puro estilo Pinterest.

Preciosos paquetitos marrones con mucha washi tape y kilómetros de cuerda. Que se note que tenemos Pinterest para algo. Si te preguntan, tú di que sí, que qué monos le quedaron, que a ver si te pasa el tutorial, que a ti nunca te sale tan bien.

2. Foto de árbol navideño exactamente igual que todos los árboles navideños.

Aquí hay dos versiones. El árbol de la casa propia, moderno, minimalista o crafty; y el árbol de casa de los padres, majestuoso, rococó, más como Dios manda. En ambos casos, la idea que se pretende transmitir es “el mío es mejor”. En ambos casos, lo que se percibe es “otro árbol más”.

3. Foto de muchas galletas o bollitos de canela (harina espolvoreada por la mesa opcional).

Es el momento. Tenemos tiempo, tenemos ganas, tenemos hambre, tenemos todas las recetas que hemos ido recopilando durante el año. No podemos luchar contra las ganas de hacer cantidades industriales de galletitas y bollitos de canela. En este caso todas las fotos son iguales. Todos los bollos han quedado fenomenales. Todos vamos a engordar cinco kilos estas navidades.

4. Foto de mesa familiar en Nochebuena, Navidad o Nochevieja.

Mucho mantel lujoso, mucha vajilla buena, mucho langostino y mucha servilleta origami. Existe la variable sin comida, centrada en la decoración, y la variable con todas las bandejas en exposición, ¡que se note que la crisis no ha llegado a esta familia! En cualquier caso, todas las mesas quedan peor en foto que en la realidad. Concéntrate en la tuya. Sobre todo en vaciarla.

5. Foto de niño completamente normal siendo normal.

Con la vuelta a casa regresan también los reencuentros con sobrinos, primitos y demás familiares minúsculos. Las fotos son inevitables. Si te interrogan, di que sí, que lo has visto y que "qué pasada de niño", "qué guapo está", "qué gracioso se le ve", y "¿con esa edad ya hace esas cosas?", etc.

6. Foto nocturna de luces navideñas.

Ya sea por orgullo o por crítica, una foto de las luces navideñas de tu ciudad siempre cae. Invariablemente, estas fotos son movidas, casi abstractas, 100 % absurdas y nadie las comenta jamás.

7. Foto de bodegón de regalos.

Muchos regalos y muy bien puestos. Regalos buenos. Regalos de nivel. Los calcetines y pijamas no entran en la foto. Aquí solo lo premium. Que quede bien claro que has sido bueno, que te quieren mucho, que te mereces lo mejor.

8. Foto de modelito festivo.

En el caso de las mujeres, foto de cuerpo entero con pelo fabuloso, maquillaje recargadísimo y pose de bloguera. Guapísimas. En el caso de los chicos, medio plano de camisa, americana, pajarita y trozo de cuello. Muy original.

9. Foto de bebé agobiado con un disfraz de Papá Noel.

Duermen casi todo el tiempo, los llevan en brazos de un lugar a otro y solo tienen que comer, cagar y sonreír de vez en cuando. Los minúsculos disfraces de Papá Noel son el precio que los bebés tienen que pagar por no hacer nada en todo el día. No les gustan. Sufren. Les pican. Pero hacen gracia y además son su obligación. Por supuesto, todas estas fotos son igual de adorables y todas acabarán tarde o temprano en todas las redes sociales que existen.

Y esto es todo. Te prometemos que no verás nada más en Instagram como mínimo hasta que empiece la fase de colgar hallazgos de las rebajas. Ya puedes concentrarte en los tuyos. Feliz Navidad.

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