Hilary Duff: el extraño caso de la estrella adolescente que sorteó el escándalo
Vuelve al trabajo la ‘rara avis’ que triunfó sin montar el número. Tras un retiro de siete años, la actriz y cantante estadounidense publica su cuarto álbum de estudio. ¿Volverá a repetir el éxito?
Cuando el pasado mes de abril se filtró la noticia de que la discográfica RCA, responsable del huracán Miley Cyrus, había fichado a Hilary Duff para conducir su vuelta a la música, los mentideros digitales abdicaron su fe en la artista estadounidense. Muchos temieron que el ídolo adolescente que un día despreció el circo mediático hubiera cambiado de idea. Tras semanas de incertidumbre, ayer por fin se resolvió el misterio. El lanzamiento de Chasing the sun, primer sencillo de su cuarto álbum de estudio, actuó como un bálsamo entre quienes presagiaban un resbalón excesivamente pintoresco. La canción, una composición veraniega de tintes tropicales, alcanzó los primeros puestos de las listas de ventas y sirvió para perfilar una idea general sobre su próximo trabajo, previsto para otoño. ¿La idea que se intuye? Un éxito tranquilo, algo facilón y amable, que permitirá a la artista adaptarse a las rígidas exigencias actuales.
Hilary Duff (Houston, Texas, 1987) vuelve con toda la artillería al negocio que desatendió hace siete años. Entonces explicó que se encontraba exhausta y con ganas de asimilar su precoz popularidad. En el tiempo que ha durado su exilio voluntario se ha casado, se ha divorciado y ha dado a luz. Su matrimonio con el jugador de hockey Mike Comrie acabó en enero de este año. A sus 26 años, Duff, una de las artistas jóvenes más ricas del mundo según la revista Forbes, ha hecho casi todo. Esta ex niña Disney saltó a la fama gracias a la serie de televisión Lizzie McGuire, en la que daba vida a una estudiante de 13 años que luchaba por llamar la atención de su amado Ethan Craft y trataba de combatir a su archienemiga Kate Sanders. La popularidad que obtuvo con la serie le sirvió para probar suerte en la música.
Se estrenó con un álbum de canciones navideñas y más tarde se atrevió con su primer trabajo de estudio, Metamorphosis. Con ese disco se embarcó en una gira por Norteamérica que le granjeó no pocos seguidores y millones de dólares. Con solo 16 años había vendido 7 millones de copias. Ya millonaria y famosa, sus padrinos profesionales quisieron aprovechar el tirón y un año después le produjeron otro disco. Tres años más tarde publicó su tercer trabajo, Dignity. Paralelamente probó suerte en el cine con películas dirigidas a su público objetivo que resultaron tan rentables como sus proyectos musicales. Los tentáculos de su joven imperio tocaron todos los palos: líneas de ropa, libros, fragancias, juguetes, videojuegos…
Hilary Duff cuando interpretaba a Lizzie McGuire.
Cordon Press
Con la mayoría de edad, justo cuando la infranqueable muralla que la separaba de la carnicería mediática desapareció, sus amores y desamores pasaron a ser monitorizados por el público. Ya había vivido algo semejante siendo una adolescente, cuando empezó a relacionarse con Aaron Carter, hermanísimo de uno de los integrantes de Backstreet Boys. Más tarde empezó a salir con Joel Madden, vocalista del grupo Good Charlotte, actual marido de Nicole Richie. La presión, las desavenencias con Holywood Records, su anterior discográfica –con la que finalmente rompió relaciones–, y la necesidad de desaparecer por un tiempo le obligó a cambiar de prioridades. En 2010 Duff publicó, en colaboración con la escritora Elise Allen, la novela Elixir, la primera de una trilogía que cosechó muy buenas críticas y acabó en la lista de los libros más vendidos del diario The New York Times.
Su regreso a la música, sin embargo, tiene a los expertos divididos. Muchos esperaban algo más del single que se estrenó ayer. "Falta de ambición", "fuera de contexto" o "alejada del gusto actual" han sido las opiniones que han vertido algunas voces de medios digitales como Fuse, Vulture, Idolator o MusicTimes. Quienes más satisfechos se han mostrado han sido sus fans y Perez Hilton, artífice en la red de la vuelta de Duff. Probablemente lo más prudente sea esperar al álbum para emitir cualquier juicio. Acostumbrados como estamos a rompepistas estridentes, quizás la comparaciones resulten letales a la hora de valorar el nuevo trabajo de la artista. Hilary Duff no es ninguna recién llegada que viene a probar suerte –ha vendido más de 21 millones de discos–, lo que nos induce a pensar que alguna idea sí debe tener sobre lo que se trae entre manos. Habrá que esperar para saberlo.
Hilary Duff por las calles de Hollywood.
Cordon Press
Hilary Duff y Mike Comrie, su exmarido, junto a su hijo Luca.
Cordon Press
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