Gwyneth Paltrow presenta sus más rentables armas publicitarias: su madre y su hija
El último golpe de efecto de Goop, la empresa de bienestar de la actriz, ha sido el fichaje de su madre, Blythe Danner, y su hija, Apple Martin, ¿guiño intergeneracional o (enésima) jugada maestra de marketing?
A pesar de su trayectoria en Hollywood (que incluye un Oscar a la mejor actriz y su presencia en la saga más taquillera de la historia del cine), hace años que Gwyneth Paltrow es conocida por el gran público por su labor como gurú de un peculiar estilo de vida más consciente y (en teoría) más sano. A través de Goop (un emporio femenino singular, pero basado en miedos y preocupaciones plurales), la intérprete acapara titular tras titular por sus recomendaciones e ideas peregrinas (incluida la vela que huele como su vulva). Y aunque médicos de todo el mundo rebatan sus acientíficas afirmaciones y algún medio la haya nombrado la persona más odiada del mundo, solo hay una certeza: Goop está valorada en 250 millones de euros. Paltrow, lejos de sentirse intimidada ante las críticas, responde con sentido del humor y más consejos cuestionables. Quizá haya llegado el momento de dejar de menospreciar a Gwyneth Paltrow como empresaria y reconocer que puede haber algo brillante en sus ideas y en cómo gestiona su negocio.
Paltrow, que ha dicho hasta la saciedad en numerosas entrevistas que, aunque la relación con su madre es buena, ella siempre orbitó más hacia su padre Bruce Paltrow (director y productor cuyo fallecimiento a causa de un cáncer fue el detonante para que la actriz iniciara su apostolado por una vida más sana), ha recurrido a su progenitora, Blythe Danner, para promocionar sus últimos lanzamientos: los cosméticos GoopGenes y la colección cápsula G. Label Dress Collection.
Se trata de una selección de siete vestidos (uno de ellos en realidad es una falda con croptop a juego en estampado polka dot, precisamente el look de la actriz en la imagen superior) de largo midi elaborados en fábricas italianas y que tienen en común su vocación atemporal y su precio (en torno a los 500 dólares, unos 425 euros).
Según el manifesto de la tienda online de la actriz (donde quienes hacen las veces de modelos son su amiga Daun Dees y sus cuatro hijas), «ésta es una historia tan antigua como el tiempo: una madre se aferra a un vestido especial que espera pasarle a su hija; su hija suspira por el día en que pueda ‘tomar prestado’ dicho vestido del armario de su madre. La primera colección de vestidos de G. Label es verdaderamente única para todas las edades».
Ese último matiz, el de «todas las edades», es importante porque la hija de Paltrow también ha participado en la promoción de esta nueva colección. En una foto que ya ronda el medio millón de likes, Paltrow (de 47 años), Danner (con 77) y Apple Martin (de 16) posan abrazadas en un jardín vistiendo tres vestidos de la G. Label Dress Collection con sus áureas y onduladas melenas sueltas (¿es cosa nuestra o aquí hay algo de La Primavera de Botticelli?). El mensaje es evidente: Goop ya no es solo para la Generación X (a la que pertenece la empresaria) y para Xennials, también quiere abrazar a Boomers (el grupo demográfico al que corresponde su madre) y Millennials (e incluso Centennials, la generación a la que pertenece su hija).
Más concretamente, Gwyneth Paltrow podría desear convertir a las mujeres más mayores en consumidoras de sus cosméticos y, a las más jóvenes, en adeptas al resto del credo Goop. Al menos eso parece si nos guiamos por sus más recientes posts en Instagram: mientras comenta en un vídeo con Blythe las bondades de su cuidado facial holístico (el vídeo completo está en la web de Goop), con Apple ha posado primero relajada sobre una hamaca y después en una pausa de su entrenamiento conjunto a las órdenes de Tracy Anderson.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.