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Georgina Millet, la fotógrafa que ha moldeado la estética del confinamiento ‘cool’

Las imágenes livianas y relajadas de esta creadora, también diseñadora y directora creativa, se han convertido en las favoritas de la «fashion mafia».

Veronika Heilbrunner Home Series.
Veronika Heilbrunner Home Series.Georgina Millet

Sumergirnos en el perfil de Instagram de Georgina Millet (@gmillet) significa respirar Mediterráneo y olor a mar: calma, naturalidad y frescura. La fotógrafa, diseñadora y directora creativa reconoce hablar a través de sus fotografías, que califica como “su mejor forma de expresión”. Su muro se ha convertido en una indiscutible fuente de inspiración para una legión de seguidores donde por medio de su cámara persigue capturar una belleza sin estridencias, adornos, ni edulcorantes.Me gusta la fotografía más natural. Siempre busco la frescura, mostrar a las personas tal y como son”, nos cuenta a S Moda desde el otro lado del teléfono. Ahora Georgina se encuentra en Menorca, donde disfruta de los atardeceres hipnóticos propios de la isla en los que tampoco logra abandonar la cámara “ayer salimos en el barco de unos amigos, y a mitad de tarde la luz era tan mágica… que no podía evitar sacar fotografías. Empecé y ya no pare”. Hablamos con la joven de 25 años sobre sus referentes, dónde encuentra la inspiración y cómo se ha reinventado este confinamiento.

Luces y sombras

 “Lo que más me inspira es viajar y ver cosas nuevas. Me inspira mucha gente constantemente, bajar a la playa y ver el mar”. En su búsqueda por inmortalizar el momento de la forma más natural posible, para Georgi, como nos cuenta que le llaman los amigos, hay un elemento que juega al mismo tiempo como condicionante y fuente de inspiración: la luz y sus mil y una posibilidades. “Me encanta el juego de luz y sombras. Un día de lluvia me quedo encerrada en casa, cuando no hay sol se me apaga todo”. Si tiene que elegir un momento del día para desenfundar la cámara y disparar, la fotógrafa se inclina por las horas más bajas de sol: el conocido como “sol de la belleza”. “Me encanta el sol de tarde. Típica tarde de verano, que alargas la comida y ves que la luz ha cambiado, es distinta… es la luz que más me inspira y con la que más me gusta trabajar”

 Diseños con alma viajera

Si bien nos confiesa que nunca lo había planeado, su sensibilidad creativa también se ha cristalizado en la industria de la moda. Fue en un viaje a México y casi por casualidad donde nació su marca. Haciendo eco una vez más de su carácter creativo, publicó una foto en Instagram en la que lucía un cinturón como correa de su cámara de fotos. La oleada de mensajes que recibió preguntándole por la misma, le empujó a comprar telas e iniciar un nuevo camino por el que fabricaría las cintas en Barcelona. “Fue algo muy natural. Desde entonces en cada uno de mis viajes intento comprar telas o tejidos que me inspiran, y a partir de ahí fabrico las cintas en un taller de Barcelona. Viajar es lo que más me inspira y cada correa tiene una parte de mí”, nos cuenta.

Bendecida por el alma de los 80

La joven diseñadora encuentra su inspiración en las fotografías de las revistas antiguas de los años 70 y 80. Se declara una fan incondicional de su forma de trabajar y cómo experimentaban el disparo de cada instantánea; una manera mucho más consciente que ahora como consecuencia de los limitados carretes de la época. “Por entonces tenías un carrete que te limitaba muchísimo y pensabas más cada disparo. Si hacías un retrato tenías que ganarte mucho a la persona. Era mucho más real que ahora”, nos cuenta. Con un delicado gusto por la estética y un mantra claro “cuanto más natural, más auténtico”, en su misión por salvaguardar la belleza natural y concentrar el máximo cuidado en la técnica, Georgina se inclina más por la fotografía analógica “no es tan inmediata, pero te tomas más tiempo para realizar una fotografía”.

Una oda a la naturalidad

Entre las influencias de la joven destacan los fotógrafos Peter Lindbergh o Richard Avedon. Una de sus referencias es el proyecto de Avedon In The American West, por el que el fotógrafo viajó a una granja en América y retrató a la gente local. El icónico fotógrafo de moda Peter Lindbergh sostenía que “los retoques despiadados no deberían ser la herramienta elegida para representar a las mujeres a principios de este siglo” y es algo que caracteriza a Millet, que, como fiel abanderada de la naturalidad, confiesa que no es partidaria del retoque digital salvo cuando el proyecto profesional lo requiera “podría arrastrar Photoshop a la papelera y no utilizarlo jamás”.

El street style: la moda más espontánea

 Buceando en su perfil, tampoco faltan las imágenes del street style más inspirador de las capitales de la moda. “A mí lo que me gusta de la fotografía es capturar el momento, y el street style es eso. Te exige estar muy atenta y captar el instante exacto”, nos cuenta. Recuerda como en la última fashion week, su intento por capturar una fotografía de Alexa Chung, la que siempre había sido su icono, casi termina en tragedia. “Un amigo fotógrafo me gritó: ¡Georgi, está Alexa! Sin pensarlo crucé la carretera y me atropelló un coche el pie. Aunque finalmente no fue nada, a mí en el momento no me importaba: solo quería conseguir su foto”, recuerda.

Invasión (consentida) de la intimidad

“He entrado en sus casas y me han abierto las puertas sin conocerme. La cuarentena ha sido algo muy duro, pero ha ayudado a unirnos un poco más, yo quería dar a conocer personas que me inspiraban”. Aún con la resaca de la semana de la moda de París, llegó el inesperado parón obligatorio para el mundo y Millet no tardó en reinventarse. Margherita Missoni, Blanca Miró o la australiana Bella Thomas son algunos de los rostros que han formado parte de su proyecto Home Series realizado durante el confinamiento, una tirada de fotografías a través de la pantalla del móvil al tiempo que realizaba una videollamada con las protagonistas. ¿Su objetivo? Adaptarse a una nueva realidad con unas sesiones de fotos que traspasan los límites de lo prestablecido y que le han permitido estar en todas partes, y ninguna al mismo tiempo: viajar a Australia, Nueva York, Los Ángeles o París desde su propia casa.

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