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Michelle Dockery: «El corpiño me es familiar»

Mientras llega la tercera temporada de Downton Abbey, la actriz británica se muestra orgullosa de su nominación a los Emmy y de ser antigua en tiempos modernos.

Michelle Dockery

Está al frente de la serie que le gusta a Hillary Clinton, a Michelle Obama, a Pippa Middleton y a John Kerry, la misma que cuenta con una media de siete millones de espectadores por episodio y un total de 16 candidaturas a los Emmy, incluida la suya. Todas en Hollywood querrían ser Michelle Dockery, también conocida como Lady Mary Crawley en Downton Abbey. Y sin embargo, esta británica de 30 años, apocada y de sonrisa amable, no parece tener demasiado interés en ser mundialmente conocida, por lo que disfruta de su popularidad de forma íntima, casi anónima. De hecho, tampoco le queda demasiado tiempo libre para exhibirse: en septiembre estrenará la tercera temporada de la serie en Reino Unido y su próximo trabajo junto a Keira Knightley en Anna Karenina, en España.

¿Cómo es la verdadera Michelle? ¿Se parece usted a Lady Mary en la vida real?

 La verdad es que no me identifico mucho con mi personaje. Me parece bastante cabezota y en ocasiones odiosa, especialmente con sus hermanas. A mí nunca se me ocurriría tratar así a mi familia.

¿Qué le atrajo de ella para aceptar el papel?

Es un personaje muy rico en matices. Se trata de una persona a quien le cuesta tomar decisiones y testaruda, sí, pero es mucho más compleja de lo que parece. Se va dulcificando con el tiempo.

¿Cuál cree que es el secreto del éxito de Downton Abbey?

Creo que es un periodo fascinante de nuestra historia, muy diferente a lo que vivimos en la actualidad, pero no muy lejano en el tiempo. Por ejemplo, ahora la gente habla demasiado de su vida privada y entonces se era excesivamente reservado.

También se ha perdido la caballerosidad de aquellos tiempos.

Yo en eso reconozco que soy un poco chapada a la antigua. Me gustan los hombres con traje, que abran la puerta, se levanten de la mesa cuando llego, que paguen la cena… ¡Por lo menos en las primeras citas!

¿Se ha acostumbrado ya a los corpiños de época o lo lleva mal?

He hecho tantos trabajos de época que los corpiños ya me son familiares. Además, tenemos tanta variedad de vestuario que sería absurdo no disfrutar a la hora de ponérselo y llevarlo. Es un placer. Otra ventaja es que cuando me visto a diario es más difícil que la gente me reconozca por la calle.
Y así puedo pasar desapercibida…

¿Cuál es su estilo a diario?

Lo cierto es que le presto poca atención a la moda. El traje que llevo hoy es de Burberry, pero me lo ha prestado Elizabeth McGovern [la actriz que en la serie interpreta el papel de Cora, su madre]. Nos hemos hecho muy amigas en este tiempo… Ella tiene un grupo de música, Sadie and the Hotheads, y ¡hasta he participado cantando en su segundo álbum!

¿Qué tipo de música escucha habitualmente?

Jazz. Me encanta Peggy Lee, adoro sus canciones, como Quiet Nights (Corcovado), Black Coffee o Johnny Guitar. También me gusta Nancy Sinatra. Incluso en estos momentos, me he lanzado y estoy escribiendo mis propias canciones.

En la serie siempre tiene cerca a un aristócrata. ¿Se acostumbra uno a la buena vida?

Lo más aristocrático que hay en mi entorno son lord y lady Carnarvon que viven en el castillo de Highclere donde rodamos la serie. ¡Ah! Y hace poco estuve en las carreras con mi novio, a unos metros de Kate y William. ¿Eso puntúa como ‘cerca de la aristocracia’? 

La tercera temporada de Downton Abbey suena a boda. ¿Y su noviazgo?

Con Matthew y Mary nunca se sabe, así que habrá que esperar al final de la temporada. En la vida real soy romanticona y creo en el amor verdadero.

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