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Todo lo que siempre quisiste saber sobre cómo eliminar un tatuaje

Hacer un tatuaje es relativamente fácil, sin embargo, eliminarlo es mucho más arduo y complejo

tatuajes
Getty

Lo que antes era una señal de un pasado algo turbio, ahora es un signo de distinción y modernidad. Si los tatuajes, no hace tantos años, tenían una connotación negativa, hoy en día son pocos los famosos que no luzcan alguno con sus vestidos de gala y pocos los jóvenes que no hayan pensado en hacerse uno, alguna vez, aunque sea uno chiquitito.

Sin embargo, el haber normalizado tanto el arte del tatuaje tiene sus pros y sus contras. Y es que a veces se trata de algo que se hace de forma impulsiva, sin una reflexión previa de la zona, o incluso el propio dibujo o tamaño que elegimos, y si inicialmente podemos estar satisfechos y contentos con el mismo, con el paso de los años podemos arrepentirnos de nuestra decisión. ¿Qué opciones tenemos entonces?

¿Son todos los tatuajes iguales?

Antes de saber cómo eliminar un tatuaje de nuestra piel, hay que entender cuál es el proceso por el que aparece. Según Rubén del Río Gil, dermatólogo del Hospital de L’Esperit Sant en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), “los tatuajes se componen de partículas de tinta inyectadas en la piel a distintas profundidades, generalmente en dermis profunda”. Lo que no todo el mundo sabe es que, “la tinta se encuentra tanto en el interior de unas células denominadas macrófagos, como dispersa en la matriz extracelular”. Es por ello que su eliminación resulta más compleja de lo que se podría pensar inicialmente.

Otra idea importante es el fin con el que se hacen estos tatuajes. Obviamente, pueden ser simplemente decorativos, que es la idea más generalizada, sin embargo, también pueden cumplir con otros objetivos. Por ejemplo, pueden estar pensados con una utilidad cosmética, como es el caso del perfilado de labios, cejas o areolas, o como indica del Río, “pueden tener una utilidad médica, como demarcar el área cutánea irradiada en los casos oncológicos que lo requieren.”

Megan Fox contó en el programa de Jay Leno que se estaba quitando un tatuaje de su brazo.
Megan Fox contó en el programa de Jay Leno que se estaba quitando un tatuaje de su brazo.Getty

¿Qué hay que saber antes de eliminar un tatuaje?

“Antes de hacerse un tatuaje hay que pensárselo, porque hacerlo es bastante sencillo, pero quitarlo es muy laborioso”, insiste por su parte Ana Jiménez, secretaria general de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) . La experta insiste en que el mejor método para eliminar un tatuaje, sin duda, es el láser, “aunque solo sirve en casos concretos y casi siempre requerirá varias sesiones”. Respecto a cuántas sesiones serán necesarias, explica que es difícil establecer un número exacto. Estas pueden variar de unas 5 a unas 20, teniendo en cuenta que se recomienda como de 6 a 8 semanas entre sesiones.

Respecto a los factores que incluyen en la complejidad de la eliminación, puede depender del tamaño del propio tatuaje, su antigüedad, la zona en la que esté, el número de tintas utilizadas, y sobre todo de cómo haya sido realizado, “ya que según la profesionalidad del tatuador, puede variar la profundidad a la que está la tinta” apunta Jiménez.

En cuanto a los colores, los tatuajes multicoloreados son los más complejos de eliminar y los que más sesiones requieren, por eso hay tatuajes que se eliminan por completo y otros que quedan con parte de la tinta profunda, pareciendo algo así como “tatuajes fantasmas”. En general, los colores más difíciles de eliminar son los amarillos, verdes y turquesas, y los más sencillos los oscuros. Como curiosidad, los blancos, en ocasiones, pueden mutar a colores más oscuros.

Igualmente, también influye la propia piel del paciente. Rubén del Río aporta que “hay que proceder con mucha cautela en pacientes de piel oscura o bronceados por el riesgo de absorción competitiva de la luz láser, por la melanina de la epidermis, lo que puede generar secuelas post-láser”. Los casos más sencillos serán los de pacientes de piel clara, con tatuajes de un solo color, oscuro, con un tatuaje que tenga una antigüedad de más de un año, ya que los tatuajes más antiguos van perdiendo progresivamente tinta de manera natural.

Respecto a algunas cuestiones previas, la secretaria general de la SECPRE aporta que “hay casos en los que sí se requiere una anestesia local, pero en otros será suficiente con una pomada anestésica previa”. Básicamente el proceso se basa en limpiar la zona, aplicar la anestesia y disparar el láser en la zona del tatuaje. “La zona queda un poco sensible, así que se tiende a taparla y aplicar pomada antibiótica. Asimismo, “en caso de molestias, se suele tratar con corticoides”.

David Beckham, un fanático de los tatuajes.
David Beckham, un fanático de los tatuajes.Getty

Diferentes tipos de láser

Si bien se sigue innovando en la tecnología del láser, para la eliminación de tatuajes existen algunos tipos específicos.

Según el Instituto Médico Láser, la elección del láser dependerá del tipo de tatuaje. Así, tal y como informan en su web, para las tintas de color negro, que se absorbe bien en casi todas las longitudes de onda, el láser ideal será “el Neodimio-Yag Q-Switched de 1064 nm de longitud de onda, por ser el más penetrante, aunque también pueden ser efectivos los láser de Alejandrita de 755 nm”. En el caso de tintas complejas, como las azules o verdes, “los láseres más adecuados son el de Rubí Q-Switched (prácticamente en desuso), los láseres de polímeros que emiten a 650 nm y especialmente los Alejandrita Q-Switched. Por último, para colores como el rojo y el amarillo, los mejores resultados se obtienen con “el equipo Q-Switched de 532 nm”.

Precisamente, sobre la tecnología Q-Switched (QS), que puede utilizarse en diferentes tipos de onda, Rubén del Río explica que su característica es que “trabajan en el rango de los nanosegundos”. Esto quiere decir que la clave de este tipo de láser es que son pulsos extremadamente cortos, pero que se emiten con una gran potencia energética. Todo ello genera, según el experto “una expansión térmica o dilatación termoelástica, lo que produce una disrupción y fragmentación de las partículas de tinta en diminutas y menores micropartículas”.

Sobre este láser hay que explicar igualmente que “al impactar la luz láser en la diana, es decir, en la tinta, se libera un gas o burbujas de vapor que macroscópicamente se observa como un blanqueamiento del área tratada”. La parte positiva es que “el daño a las estructuras adyacentes es mínimo, por la específica absorción de la luz por la diana”.

Complicaciones del tratamiento láser de los tatuajes

Pese a que la última tecnología láser asegura mejores resultados, en menor tiempo y con menos riesgos, sí que existen algunas complicaciones del tratamiento láser de los tatuajes, que deben tenerse en cuenta.

Así, el dermatólogo insiste en que los láser QS “dejan una abrasión y/o púrpura por lo general de 5 a 14 días de duración”. En estos casos la recomendación es “aplicar crema reparadora 2 veces al día y evitar la formación de costras hasta la epidermización completa”. Por supuesto, nada de exponer la zona a la radiación ultravioleta, es decir, que hay que tener cuidado con que esa zona no quede expuesta al sol. En pacientes bronceados, puede ser recomendable retrasar el tratamiento hasta que haya desaparecido totalmente el mismo, para asegurar un mejor resultado. Igualmente, “siempre hay que utilizar fotoprotección extrema 50+ antes y después de las sesiones de láser”.

En cuanto a otras complicaciones, “la mayoría se deben al diseño del tratamiento con parámetros erróneos” Así, según el experto, “la principal complicación es la discromía, que puede ser una hiperpigmentación o una hipopigmentación”. En esos casos, Rubén del Río aclara que “la hiperpigmentación se resuelve con tratamiento conservador mediante despigmentantes tópicos en meses. Los casos de hipopigmentación, son menos frecuentes, sin embargo, el tratamiento tendrá que ser de mayor duración”.

Es por ello que como recomendaciones finales es siempre recomendable buscar un dermatólogo o un experto en cirugía estética a la hora de someterse a este tipo de tratamientos, además, claro, de pensarlo bien antes de hacerse un tatuaje. Por lo menos, mejor no tatuarse el nombre de un amor que puede dejar de serlo, porque no solo sufrirá nuestro corazón, sino también nuestra piel.

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