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La mujer que escandaliza a América se llama Amy Schumer

Violaciones, culos gordos o ‘índices de follabilidad’. A la nueva jefa de la comedia (y musa de Judd Apatow) nadie le gana en poder reírse de lo que supone ser mujer en los tiempos que corren.

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Inside Amy Schumer

Es la rubia que se desparramó por el suelo de la alfombra roja para alterar, sin éxito, a sus majestades Kanye West y Kim Kardashian en la gala de los influyentes de Time. La misma que bromeó en los últimos MTV Movie Awards sobre cómo un bol de palomitas sin fondo le bastó para masturbarse disimuladamente en el estreno de 50 sombras de Grey. La que calló a los trolls de Twitter que pensaban que no está lo suficientemente buena para Hollywood colgando una foto en bragas y un a quien no le guste, pues que no mire. La última cómica socarrona y soez que escandaliza a EE UU se llama Amy Schumer y viene dispuesta a arramblar con todo tabú o cliché establecido. Especialmente si es femenino. Especialmente si hablamos de lo que significa ser mujer en los tiempos que corren.

En sintonía con otras provocadoras del stand up como Sarah Silverman (que tambíen consiguió sus millones de visionados con aquel Fucking Matt Damon), Schumer depliega su propio arsenal para comerse con patatas a otros templos de la viralidad cómica como Funny or Die. Está, simple y llanamente, por todas partes. Desde que estrenó la tercera temporada de su programa en Comedy Central, Inside Amy Schumer, sus sketches saltan de blog en blog con una velocidad vertiginosa. Normal. No deja títere con cabeza. Nadie había ido a la yugular de la feminidad contemporánea de esta forma. Pocas estrellas de la escena actual son capaces de reírse de la cultura de la violación en los institutos americanos (con parodia de Friday Night Lights), de los culos grandes que nos avasallan en la MTV, del pop hipócrita de las boy bands o de por qué las actrices dejan de ser follables al llegar a cierta edad.

La chica que saltó a la fama en 2007 por ser finalista en Last Comic Standing, pero que pulió su perfil deslenguado en los Roasts contra Charlie Sheen o Roseanne Barr, tiene todas las papeletas para convertirse en la nueva reina de la comedia. Aquí van cuatro pruebas en forma de vídeo del porqué lo merece:

1) 'Last F**ckable Day': la peineta a Hollywod de Tina Fey, Patricia Arquette y Julia Louis-Dreyfus

Tres jefas del olimpo holywoodiense se reúnen en un curioso picnic. Schumer se topa con ellas y las pilla brindando por "el último día follable de Julia Louis-Dreyfus". ¿Ein?, pregunta una silenciosa Amy que apenas tiene peso en el sketch. El resto explica en un tono de los más desenfadado que "en toda vida de una actriz llega un día en que los medios deciden que ya no serás follable nunca más". De obligado visionado para entender cómo van los tiros en Hollywood respecto al envejecimiento, por fin se vocea en tono cómico que la fecha de caducidad sobre un cuerpo deseable sólo llega cuando eres mujer.

2) 'Girl, you don't need make up': la hipocresía del pop adolescente

Una boy band a la One Direction canta su particular hit de oda a sus fans. ¡Chica, no te maquilles, eres perfecta como eres! Schumer, maravillada por el reconocimiento a su belleza interior, procede a desmaquillarse y liberarse de ataduras. ¡Ohh, ohh, ohhh, chica, chica, ¿pero qué has hecho?, maquíllate otra vez que no me pueden ver con el fantasma de The Ring! Un desternillante vídeo para entender la hipocresía del pensamiento positivo femenino hiperfabricado que nos llega desde el pop adolescente más edulcorado.

3) 'Milk, milk, lemonade': el revulsivo a la obsesión por los culos grandes

Igualito que un videoclip de hip hop a lo Anaconda de Nicki Minaj, con primerísimos primeros planos de culos en movimiento y en plan twerking. El tema que comienza con un "antes me preocupaba que mi culo fuese demasiado grande pero eso es lo que ellos ahora quieren", abofetea sin miramientos a la obsesión del pop por los culazos con un sincero "esto es lo que crees que es hot, pero de ahí sale mi caca".

4) 'Football town nights': Cómo atacar a la cultura de la violación desde la comedia

Ha sido uno de los sketeches más polémicos que ha emitido este año. Junto a Josh Charles (Will Gardner de The Good Wife y con el que firmó el año pasado la mejor parodia de Sorkin jamás rodada), Schumer pone acento sureño a lo Connie Britton para emular Friday Night Lights. Con la misma narrativa de una de las series más queridas de EEUU, la cómica ataca directamente al drama de las violaciones en los institutos con un sketch simplemente brillante… y una copa de vino como indudable protagonista. No es la primera vez que lo hace, la temporada pasada la crítica se doblegó con A very realistic game (un 'caso Zaida' a la americana y en versión videojuego).

Y no sólo pretende hacerse con la viralidad semanal que da su programa de Comedy Central. Schumer prepara su particular invasión a Hollywood dilapidando todos los clichés posibles que rodean a las heroínas de comedia romántica. Este verano estrenará Trainwreck, la última peli de Judd Apatow. El padrino de Lena Dunham dirige pero le ha cedido el testigo del guión a ella, algo bastante extraordinario en el creador de Freaks and Geeks. Schumer escribe y coprotagoniza junto a Bill Hader (Saturday Night Live) una rom com poco convencional en lo que al storytelling femenino se refiere: ni torpe, ni inocente o idelista. Aquí la protagonista es sarcástica, experta en resacas, caminos de la vergüenza y reírse de todo lo que le rodea. Una extensión cinematográfica de Amy Schumer, o de lo que la Amy Schumer de la televisión y los stand ups no ha dejado de demostrar durante los úlitmos años: provocando y escandalizando al personal también se consiguen unas buenas carcajadas.

Con Bill Hader en ‘Trainwreck’, su próximo asalto a los cines bajo la dirección de Judd Apatow.

Universal

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